Capítulo 9.

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Con la mirada buscaba a la castaña quien aún no daba señal de que seguía con vida, él también estaba cansado de tantas peleas absurdas, pero, tenía que admitir que los comentarios de ella eran molestos, casi la mayoría.

-¿No piensas ir a la cama?- interrogó Jimin colocando su mano derecha en el hombro de____.

-No- respondió ella admirando los claveles que había en el centro de mesa de la recepción del hotel.

-Perdona por haberte hablado de esa manera- comentó el pelinegro. -¿Puedes volver a la cama?.

-Cielo- susurró Jimin dando leves movimientos al cuerpo de la castaña. -no volveré a hablarte así, lo prometo. Esta sin decir nada se levantó del asiento en donde se encontraba y caminó hasta el elevador que sería el encarando de llevarlos al piso noveno en donde se situaba su habitación.

-¿Sigues enojada?- preguntó Jimin cubriendo su cuerpo con la tela de la sábana color azul turquesa.

-¿Debería?- hizo el mismo acto que él.

-No sé, dime tu- mantenía su vista en el techo con los brazos detrás de su cabeza.

-Estoy casada de que ya no se pueda hablar, todo tipo de comentario que hago es malo, lo que hago en mi vida es malo, lo que veo es malo. ¿desde cuándo todo se volvió malo para ti?.

-Yo también estoy cansado de tus comentarios, sean un juego o no me molesta que digas que me follare a alguien mas, sabes perfectamente que nunca lo haría, soy un hombre casado y tengo ojos solamente para ti. ¿es muy difícil qué captes esa idea?.

-Se supone que olvidamos todas las cosas del pasado, ¿por qué me sacas en cara lo de Spencer? ¿te cuesta aceptar qué tuve algo con él?- cruzó sus brazos mostrando autoridad y enojo.

-Lo de Spencer fue sin querer, el enojo me venció y lo dije sin pensar.

-Desde que esa chica llamada Amanda llegó a nuestras vida empeoró todo. Se me hace muy raro que este en nuestra casa sin siquiera pedir permiso alguno, como cuando llegaste después del viaje por fuera durante un mes, ¿puedo saber por qué sabía?- lo reto con la mirada.

-Amanda es alguien que anda pendiente de todo el mundo, su acaso no es solamente conmigo.

-¿Un acaso de casi tres meses?- preguntó con ironía. -Si no es acoso dime que es.

-Te juro que el acaso no es solo conmigo, también lo hace con mas personas de la parte ejecutiva. Es muy pesado lidiar con ella y más encima cuando es mi secretaria.

-¿Por qué has estado distante conmigo?- no quería seguir habano mas del tema sobre Amanda.

-No estoy distanciado de ti- respondió. -¿Podemos olvidar simplemente esto?- dio un abrazo a su pequeño cuerpo por debajo de las sábanas. -No me gusta discutir contigo- besó sus labios rápidamente.

-Pero parece que si te gusta- susurró ella observando sus manos. -A mi tampoco me gusta discutir contigo pero me das motivos y razones para hacerlo.

-¿Te doy motivos?- preguntó. -La culpa la tiene mi madre por hacerme hermoso, ¿no crees?- una sonrisa dejó ver_____.

-Tu también la tienes por ser un coqueto- se defendió.

-Solo soy coqueto contigo, cielo- miró los labios de su mujer y los besó como si no hubiese un mañana. -¿Qué pasa?- preguntó al ver como____lo empezaba a alejar.

-Siempre que tenemos una discusión lo arreglas teniendo sexo, y esta vez no será así.

-Es la única manera en la que podemos cooperar, no hay otra forma para que podamos hablar sin tener que gritarnos.

-Te amo demasiado pero somos parejas y, las parejas arreglan las cosas hablando no teniendo sexo, Jimin. Si queremos que no pase de nuevo tenemos que hablar, como las parejas de hoy en día.

-Es muy tarde para hablar- susurró sobre sus labios.

-Hablaremos mañana, por ahora no tendremos relaciones.

-Como tu digas- dejó caer su cabeza sobre la almohada. -Buenas noches,____.

-Buenas noches, Jimin.

<***>

Plantó dos besos sobre los labios de la castaña para que esta fuera abriendo los ojos lentamnete hasta encontrarse con la figura de Jimin, el sol pegaba en algunos lugares no tan visibles de la habitación y el calor ya se podía sentir. Ambos morían de ganas por ver todos los paisajes que ofrecía Cancun y probar cada una de su comida junto con el sol para broncear sus pieles.

-Buenos días- comentó Jimin con una sonrisa. -¿Cómo estás, cielo?- dio otro beso sobre sus labios.

-Estoy de maravilla al saber que estás a mi lado- habló____.

-Levántate, hoy daremos un paseo para que conozcas todo- se levantó rápidamente y caminó hasta su maleta en donde estaba toda su ropa. -Hoy hace bastante calor así que es mejor que protejas tu piel de los rayos del sol.

-¿Ha llamado alguien, tu madre?- con pereza se fue levantando hasta quedar al pie de Jimin.

-No, pero si quieres puedes llamarla y preguntar como están las niñas junto con Jung, me entraré a bañar, no tardo.

Tomó el celular de Jimin y volvió a la orilla de la cama para sentarse, buscó en la lista de sus contactos a la madre del pelinegro y oprimió el botón que decía "llamar", como era de esperarse se fue a buzón de mensajes, los horarios eran distintos. La bandeja de mensaje aparecía en color azul la cual indicaba que nuevos comunicados estaban en la espera por leer. Mensajes de la empresa, de su madre y de ella misma pudo apreciar.

Frunció el entrecejo cuando vio un contacto que no estaba guardado con nombre, abrió la conversación y para su sorpresa era Amanda con quien hablaba. Subió los mensajes esperando encontrar mas pero lo único que obtuvo fue un nuevo motivo para discutir. Jimin le decía que estaba ansioso por llegar a verla.

-Así que todo este maldito tiempo has estado raro conmigo por estar hablando con Amanda- la ira corría por sus venas y no había manera en poder retomar la calma.

-¿De qué me hablas?- preguntó peinando su cabello húmedo hacía atrás.

-"Tu eres la única que me tiene loco"- repetía una y otra vez las palabras que Jimin le decía. -Si soy la única, porque le hablas a ella como si yo no estuviera en el mapa.

-Puedo explicarlo.

-¿Qué?- rió con ironía. -Me vas a decir que si hablas con ella, ven, como es eso de que la quieres ver...¿tanto te canso?- tiró el móvil de Jimin al suelo.

-Déjame y te explico todo- volvió una vez más a insistir. -No es lo que piensas, cielo.

-Nunca pensé que llegaras a esto, Jimin- habló dejando escapar una lágrima de su ojo. -Se suponía que la mujer y la luz en tu vida era yo.

-Y lo eres, déjate hablar, por favor.

-Si lo soy, ¿Por qué le hablas?- su voz temblaba. -No me vengas con palabras lindas para que después hagas todo lo contrario, Jimin- la decepción era presente. Nunca imaginó que llegara a un punto en donde todo se estaba yendo por la borda, confiaba en el y sabía perfectamente que no sería capaz de engañarla pero, aquella conversación le decía todo lo contrario.

-Hablemos- sugirió. -hablemos y arreglemos las cosas como las parejas de hoy en día- ajustó la toalla a su cadera para que esta no fuera a dar en el suelo.

-Quiero una explicación de esto, Jimin. No quiero mentiras y engaños, no me hagas dudar de lo que siento por ti- tomó sus prendas de vestir para ir al baño. A los pocos segundos se escuchó como las gotas de agua caían al suelo.

#3 ¿quieres jugar? ©park jimin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora