Fue bajando su lengua de manera lenta hasta llegar al valle de sus senos y meter uno dentro de su boca para hacer lo que quisiera con el. Sus manos se aferraron a las finas sábanas color turquesa que adornaban su cama, cerró los ojos con fuerza y lamió sus labios al sentir la lengua de Jimin jugar con su pezón. Haciéndola sufrir de la manera más excitante posible.
Sus mejillas estaban rojizas y pequeñas gotas de sudor bajaban por su frente, el calor era impresionante y aprovechar el momento era lo único que podían hacer bien. Jimin dejó de jugar con los senos de_____y fue dejando un camino de besos por su vientre hasta llegar a su punto "g", dónde disfrutaba hacer maravillas con su lengua y podía recibir todos sus jugos.
Tocó aquella zona con sus dedos y comprobó que tan mojada se encontraba. Corrió la tela color azul turquesa y posó sus labios para dejar un casto beso. Levantó la mirada y vio como su pecho subía y bajaba por la rapidez en la que iban. Sonrió para él mismo y sin previo aviso lamió sus dedos y los introdujo haciendo que su mujer dejase escapar un pequeño pero excitante gemido.
Su gran miembro hacía presión en la tela de su bóxer, las ganas de introducirlo era más grande que cualquier cosa. Escuchar gemir y pedir más eran las cosas favoritas de Jimin, todas las noches si era posible.
Se maldijo una y otra vez por ser interrumpido por aquel molesto tono de su celular que Hani días antes había colocado. Siete llamadas cada cinco minutos ERC bastante molesto. Abrió los ojos y comprobó de que estaba teniendo un sueño tan húmedo que juraba que era casi real. Observó a la castaña quien yacía a su lado dormida y, sin hacer el mayor ruido posible tomó su móvil y miró la pantalla para ver de quién trataba.
-¿Qué quieres?- al escuchar la voz de su amigo sabía de que era una perdida de tiempo. Jungkook solía molestar a Jimin en sus momentos de descanso y vaya que disfrutaba hacerlo. Molestar a su mejor amigo era algo que siempre lo ha hecho y será así por el resto de su vida.
-¿Ocupado?- interrogó Jungkook con una voz burlesca. Al fondo se podía escuchar perfectamente como las risas de sus hijas eran presentes en su hogar, transformando todo ambiente negativo a positivo junto con la dulce pero amarga voz de su esposa.
-Es sábado por la mañana, ¿qué quieres?- interrogó con voz ronca mientras rascaba su ojo derecho con pesadez.
-Lisa quiere ir a ver a Namjoon y a su hija- comentó. Aquella noticia que le daría su mujer era que alguien muy cercano a Jimin tendría algo nuevo por contar. Esta vez el turno era para Namjoon quien ya era padre de una niña pelirroja igual a su mujer. Jimin al saber eso no pudo evitar las ganas de reír a carcajadas. Nunca había visto a Namjoon con dotes de padre, quizá, esta vez las cosas hubieran cambiado.
-Tenemos que trabajar, rata- rodó los ojos. -mañana tengo una junta con unos accionistas y no debo faltar al igual que_____.
-¿Qué ha pasado con Amanda?- interrogó Jungkook.
-Por fin dejó de molestar mi vida, ya puedo estar más tranquilo al saber que tengo a Sara a mi lado- y vaya que lo estaba. Hablar con su amigo no fue nada fácil para que Sara estuviera en su empresa. Solía ser la antigua secretaria de Jungkook y este al verse en aprietos decidió que ella fuese a trabajar en la empresa de su viejo amigo.
-Prometo que si salgo temprano de la junta, los niños y____irán a conocer la hija de Namjoon. Estaremos en tu casa en las horas de la noche, ¿de acuerdo?.
-¡Perfecto! entonces estaremos ansiosos para que mañana estén acá en la casa. Te hablaré más tarde, Chim Chim- rió tras haberle dicho ese apodo.
-Ya quiero verte para cortar tus huevos por llamarme así, conejito playboy- aquellos apodos que solían usar en la escuela jamás han cambiado por más que pasen los años. Un juego de palabras que solamente había entre ellos dos.
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#3 ¿quieres jugar? ©park jimin.
FanfictionSus mentes estaban dispuestas a renunciar a los recuerdos del pasado para vivir lo que ahora se le llama presente.