-Ya deberían estar aquí. –Dice Bástion deteniéndose frente a la costa del río. –Cruzamos la ciudad por el camino que acordamos pero no los vimos por ningún lado. –
Los dos abren la puerta del auto y bajan mirando el horizonte. –Pero vimos esa montaña de tierra tapando la entrada, seguro debieron haber ido por otro lugar. –
El hombre se apoya sobre el capó y se toma la barbilla. –Aunque hayan ido por otro camino, nos llevaban la suficiente ventaja como para llegar primeros aquí. –
-¿Crees que ya hayan cruzado? –Dice Noah mirando hacia la otra orilla del río.
-No. –Bástion se pone de pie y da una vuelta echando un vistazo todo alrededor. –Si lo hubieran hecho su auto estaría aquí. Además no creo que vayan a cruzar sin nosotros, el acuerdo era esperar en este lugar. –
-¿Entonces... esperamos? –El chico lo mira intrigado sin saber qué hacer, notando que el otro se mueve preocupado.
-No vamos a esperar, sube al auto. –Indica el hombre volviendo a su lugar del conductor. –Algo debe haber pasado, tenemos que ir a buscarlos. No deben estar lejos. –
El motor se pone en marcha nuevamente y en una sola maniobra, Bástion gira y acelera avanzando a gran velocidad hacia los edificios.
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Domingo 7 de Marzo de 2021 10:30 am
El agotamiento fue más fuerte que ellos. La mayoría se quedaron dormidos aún a pesar del escándalo de la calle. Solo Tahína seguía mirando fijamente la puerta, pero pensando en muchas otras cosas que nada tienen que ver con los enfermos del otro lado.
Al despertar en la mañana ya todo es diferente. No hay más golpes en las paredes. Solo se escucha el débil gruñido de algún que otro infectado que quedó deambulando. Ahora el sol ilumina toda la casa. Marc es el primero en ponerse de pie, sintiendo un pequeño dolor de cuello por haberse dormido sentado. –Era cierto. –Dice pegando su cara a la rendija de la ventana y mirando la calle despejada. –Todos se fueron. –
-Se los dije. –Dice la chica poniéndose de pie y saliendo de la habitación. –No era necesario tanto alboroto. –Agrega volviendo a entrar con una bebida en la mano.
-Entonces ya podemos seguir, no hay que perder más tiempo. –Patrick empieza a buscar sus cosas.
-Es cierto, ya perdimos mucho tiempo con el camino bloqueado y los enfermos de anoche. –Alan prepara su mochila y se la carga al hombro.
La mujer los mira con mala cara, no tiene el mismo apuro por seguir como los demás, pero no tiene más remedio que acompañarlos. –Bueno, entre más rápido sea más rápido volveré a la tranquilidad de antes. –
Con todo listo, salen afuera. Algunos enfermos se acercan al escuchar el sonido de la puerta, pero no es nada que las barras de Patrick y Marc no puedan arreglar. Vuelven a emprender el camino para poder cruzar y salir de la ciudad, siempre seguidos de cerca por la motociclista.
Después de un par de kilómetros, la zona urbana empieza a ser menor. Los edificios desaparecen y las casas empiezan a estar más separadas. A lo lejos solo se ve la línea del camino rodeada del campo. Tahína acelera y se acerca más dando un par de bocinazos, haciendo que el padre de Alan se detenga a un costado.
-Ya salimos de la ciudad. –Dice ella cuando el otro baja la ventanilla. –Ahora sigan solos. –
Patrick comprende y sabe que a partir de aquí no hay mucho más peligro, y si lo hay se puede ver a mucha distancia para evitarlo. –Está bien. Muchas gracias por ayudarnos, y por la información que nos diste. –
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Virus H
Science FictionLa intervención de la ciencia en la salud puede salvar millones de vidas, pero también puede acabar con ellas. El brote inesperado de un virus que se expande rápidamente por el planeta trajo pánico a la población. El mundo da un giro inesperado haci...