-¿Tenemos todo? –Pregunta Bástion al grupo terminando de acomodar una mochila en sus hombros.
Los demás asienten con la cabeza, pero los rostros de todos parecen asustados. A ninguno le gusta la idea de dejar la casa, donde estaban relativamente seguros y volver a enfrentarse a lo que hay afuera. -¿Crees que llegaremos? –Le pregunta Alan a Marc mientras ambos están unos metros más atrás apartados.
-¿Lo dudas? –Dice el de pelo negro sonriéndole para darle entusiasmo. –Después de todo lo que pasamos, todo lo que tuvimos que enfrentar, y míranos aquí sanos y salvos. Claro que vamos a llegar. –
-Pero... tuvimos mucha suerte. –El rubio baja la mirada. Si bien era el primero en decir que había que llegar a esa ciudad, ahora es el que más teme volver a cruzarse con toda la basura de alrededor.
Marc le toma las manos y se las acerca a su pecho. –Eso no fue suerte. –Dice mirándole los ojos cuando el otro levanta la cabeza. –Fuimos fuertes. Tú fuiste muy fuerte cuando fue necesario, y se qué lo vas a seguir siendo. –Le suelta las manos para acercarse más y darle un abrazo. –Pero que seas fuerte no significa que te vayas a librar de mí, siempre voy a estar junto a ti cuidándote. –Le dice más bajo al oído antes de despegarse. Alan sonríe, y ambos siguen terminando de guardas las últimas cosas en los bolsos.
Los últimos preparativos ya estar hechos, y el de la cicatriz se para en medio de todos con los brazos cruzados. –Bueno. –Dice mirando serio sus caras. –Solo tienen este auto, y evidentemente somos siete personas aquí. –
-Pero pode... -Alan quiere hablar pero Bástion lo interrumpe.
-No. –Dice mirando al chico y luego al resto. –Yo voy a ir a pie. Pero aún así ustedes siguen siendo uno más. No caben todos ahí. –Señala el automóvil.
-Buscaremos la forma de entrar, eso no es problema. –Dice Patrick para tranquilizar viendo que los demás recién ahora se han dado cuenta del problema de no caber en el auto.
-No. –Vuelve a decir Bástion y el padre de Alan lo mira frunciendo el ceño. –Las cosas que cargan ya hacen demasiado peso, si agregan más corren el riesgo de quedar sin gasolina antes, y no podemos darnos el lujo de eso. –
-Bueno, entonces iré contigo. –Contesta el padre de Alan acercándose al otro hombre.
-No. –El de la cicatriz le hace una seña para que se detenga.
-¡¿Entonces qué?! –Le grita Patrick harto de que siempre diga lo mismo, pero luego se calma.
-Alan puede venir conmigo, yo puedo mantenerlo a salvo hasta que encontremos otro vehículo. –
-¡Claro que no! –Grita Marc desde atrás. -¡Alan no se va a separar de nosotros! –
-Es lo mejor. Alan tu vendrás conmigo. –Dice Bástion en un tono firme, casi como una orden.
-¿Quién te crees para decidir eso? Alan no quiere irse contigo. –El de pelo negro se pone furioso mientras Patrick lo toma del brazo para calmarlo.
-Pero él no dijo nada aún. –Dice el de la cicatriz mirando al más pequeño. –No es momento de sentimentalismo, ir conmigo es la forma más segura de que llegues a salvo a la ciudad. Aunque la vacuna ya esté hecha sigues siendo importante por cualquier cosa que pueda pasar. ¿Entonces, Alan? –
El rubio mira a los dos desconcertado, sin saber qué decir. Por un lado su corazón no le permite separarse de su familia, ni de Marc. Pero su cabeza entiende que estar cerca de Bástion es la forma más segura de viajar. Alan balbucea un poco buscando las palabras correctas, pero antes de que pueda decirlo Noah se adelanta.
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Virus H
Science-FictionLa intervención de la ciencia en la salud puede salvar millones de vidas, pero también puede acabar con ellas. El brote inesperado de un virus que se expande rápidamente por el planeta trajo pánico a la población. El mundo da un giro inesperado haci...