Ethan Hamilton podía pensar en la docena de cosas que preferiría estar haciendo en vez de estar asistiendo a la Super Bowl. Incluso fregar el piso de la cocina estaba empezando a sonar más satisfactorio.
Pero ya que su trabajo como consultor de imagen raramente acababa a las cinco de la tarde, incluso en fin de semana, allí estaba él, sentado al lado de un importante cliente nuevo, en una fiesta de la Super Bowl cogiendo una bebida que no quería y fingiendo interés en un juego que no le gustaba.
Si por lo menos no tuviese que ver jugar a Thomas....
Thomas Blackwell era uno de los mejores mariscales de campo del mundo y también uno de los mayores idiotas del mundo.
Incluso en la televisión, era muy guapo y sexy. Sus ojos eran de un ardiente azul intenso y su cabello un castaño claro parecía besado por el sol, era alto quizá uno ochenta y ocho pudiese ser que más.
Gracias a Dios el juego estaba casi terminado. Solo ocho segundos más y Ethan podría darle su adiós. El cliente, que estaba narrando el juego, le dio un golpe en las costillas para llamar su atención.
— Una temporada entera pendiente de este juego y el mariscal de campo tiene que lanzar si quiere ganar, vaya mierda.
Ethan movió la cabeza educadamente y miró la enorme TV de plasma. El campo era un borrón en movimiento y mal podía distinguir entre un jugador y otro.
— ¡La defensa está toda en los receptores! —Su cliente se levantó del asiento incapaz de contener su excitación—. Si uno de los apoyadores consigue pasar está todo perdido para los Giants.
Después de lo que Thomas le había hecho, él no merecía su preocupación, pero incluso así, una loca parte de Ethan quería que Thomas hiciese lo imposible marcando el touchdown y fuera el héroe.
— ¡Oh hombre, debe de haber encontrado una grieta! Thomas está haciendo una pausa en la línea de gol.
El sujeto debía relajarse, Ethan podía ver como las venas del cuello del hombre hacían su aparición debido a la emoción. Thomas podía ser un desastre en las relaciones pero, era brillante en el campo de fútbol e iba a controlar este juego.
Entonces Ethan, miro como un jugador enorme del otro equipo le pegó fuerte en su lado derecho y las rodillas de Thomas se doblaron pero, incluso así, siguió arremetiendo de frente. Cien mil fans en el estadio estaban perdiendo sus mentes y todo el mundo en la fiesta de su cliente estaba saltando en las sillas, gritando y maldiciendo a la TV.
Ethan luchó contra el impulso de cubrir sus ojos cuando Thomas empezó a caer por tierra. Una parte suya, un pedazo altamente irracional de su corazón, no podía permanecer allí, viendo escapar por poco la victoria.
— Él no podría... —susurró su cliente con obvia conmoción— ¡Oh Señor, lo ha hecho!
Aun cogiendo la pelota, Thomas la empujó hacia delante con cada músculo del cuerpo y rompió la línea de gol al mismo tiempo que se caía al suelo. Thomas Blackwell, el hombre que lo había vuelto lo suficientemente estúpido para darle su virginidad y su corazón cinco años atrás, acababa de ganar la Super Bowl.
~***~
Sus compañeros de equipo, aplastaron a Thomas en un abrazo salvaje de grupo y entonces lo levantaron sobre sus hombros para la celebración.Por momentos como éste era por lo que él vivía. Los gritos de las fans, adolescentes tirando sus sujetadores y lanzándolos sobre el campo. Toda su vida había querido ser una estrella, un héroe. Ahora, con su primera Super Bowl ganada lo era.
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Entrégate
عاطفيةThomas Blackwell no necesita una niñera. Él es un héroe en el terreno de juego. Tiene éxito, fama, dinero, e infinitas mujeres. Lo único que no tiene es una buena reputación. Después de ser constantemente acosado por los medios de comunicación, por...