Thomas necesitaba saber con qué tipo de personas le gustaba salir a cenar a Ethan; él había tenido que explicarle a Kayla, que Thomas los estaba acompañando al restaurante por razones de negocios; el dueño del restaurante reservado, Jason, no tuvo ninguna dificultad en encontrar una mesa mayor para el "gran Thomas Blackwell y sus amigos" aunque hubiese una espera de dos horas en la calle; además, Kayla era posiblemente la mayor fan de los Giants y sabía cada juego que Thomas había hecho desde la facultad, parecía haber memorizado sus éxitos y casi no había mirado a Ethan desde que había abierto la puerta.
Lo más humillante de todo fue que Thomas pareció ciertamente triste por él y marchó a salvarlo.
Durante la última hora Thomas, contó los bocados, las veces que Ethan, masticaba la comida y los tragos de agua, porque incluso eso era más interesante que el futbol americano sobre el que Kayla hablaba incesantemente.
Finalmente Thomas la cortó.
- ¿Sabías que Ethan y yo fuimos juntos a la preparatoria?
- ¡No! ¡Wow!
La boca abierta de Kayla la hizo parecer un pez en un anzuelo. ¿Qué es lo que Ethan había visto en ella?
- Oh cielo, -Kayla se dirigió a Ethan- no puedo creer que fuiste testigo de los movimientos de Thomas cuando era adolescente. Eso debe de haber sido increíble.
Ethan agitó la cabeza.
- No fui a ninguno de los partidos de futbol.
La boca de Kayla se hizo increíblemente mayor.
- ¿Dejaste de ver a uno de los mayores jugadores de la preparatoria de todos los tiempos en acción? ¿En qué demonios estabas pensando?
Qué gran idiota era ella.- ¿Quieres realmente saber en qué estaba pensando, Kayla? ¿O prefieres preguntárselo a Thomas? -Ethan le preguntó dulcemente.
Kayla pestañeó con confusión.
- Está bien -se giró hacia Thomas- ¿Por qué no fue a los partidos de futbol?
- Ethan odia el futbol -dijo Thomas a Kayla.
- ¿Ethan, estás loco? -gritó con un sonido poco atractivo en una mujer.
Thomas respondió por él.
- No a todo el mundo le gusta el deporte. Necesitas respetar el hecho de que las personas son diferentes y tienen sus propios intereses -se desvió de la loca vacilante- ¿Quién es tu escritor favorito, Ethan?
- ¿Vivo o muerto?
- Muerto.
- Miguel de Cervantes.
- Pintor. Muerto.
- Mary Cassat.
- Músico. Muerto.
- Johnny Cash.
Thomas se rió.
- ¿De verdad?
Ethan encogió los hombros casi con timidez, sonriendo por primera vez en toda la noche.
- Siempre he tenido debilidad por los rebeldes.
Mientras, a Kayla no le gustó claramente el nuevo rumbo de la conversación, agrego;
- ¿Cuáles son tus planes para la próxima temporada Thomas?
Thomas le hizo una seña al camarero.
- Creo que estamos terminando aquí. Gracias. -y le entregó su tarjeta.
Girándose hacia la cita fracasada de Ethan dijo;
- Me voy a ir temprano a la cama hoy por la noche.
Kayla movió la cabeza, feliz por estar bajo el brillo de su héroe, y no percibiendo que su momento de gloria acababa de terminar. El camarero volvió deprisa y Thomas firmó la cuenta y se acercó en dirección a Ethan, cuando lo tuvo lo suficientemente cerca le susurró;
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Entrégate
RomansaThomas Blackwell no necesita una niñera. Él es un héroe en el terreno de juego. Tiene éxito, fama, dinero, e infinitas mujeres. Lo único que no tiene es una buena reputación. Después de ser constantemente acosado por los medios de comunicación, por...