Ethan no podía acordarse de la última vez que se había sentido tan fuera de lugar. Tan sentimental. Tan sexualmente excitado.
Thomas no era tan estúpido como Ethan creía que fuese y él también necesitaba parar de sentirse amenazado por cada pequeña cosa que Thomas dijese o hiciese. En las últimas veinticuatro horas, había estado más arisco, más feliz y más satisfecho que en los últimos cinco años. Todo por causa de Thomas.
Cuando había visto la cama de Thomas, había sido asaltado por imágenes de los dos rodando desnudos sobre ella. Thomas había hecho que un demonio dentro de él saltase a la vida, uno que quería ser amarrado por él, que estaba excitado por el pensamiento de acostarse desnudo en su cama, con los brazos encima de la cabeza atados con una corbata de seda. Prácticamente se oyó implorándole que lo tomase fuerte y rápido.
¡Basta!
De este momento en adelante iba a mantener sus hormonas tranquilas. Incluso si Thomas lo hiciera entrar en éxtasis, dejaría su corazón frío como una piedra de la mañana.
Se sentó en uno de los sillones y sacó un bolígrafo y un bloc de notas, decidiendo usar el tiempo de entrenamiento de Thomas para tomar algunas notas en sus planes; para su transformación, en vez de preocuparse de babear encima de él. Ethan prefería el método tradicional para tomar notas, le era más relajante escribir, que pasar todo a un aparato electrónico que probablemente después, a largo plazo, dañaría su vista.
Pero cuando empezó a garabatear en el papel, Thomas salió de casa. Ethan encontró que su abdomen había sido impresionante a los dieciocho, pero ahora, duro y ondulado por los músculos, estaba lejos de cualquier cosa que pudiera haber imaginado. Perdió el aliento en algún lugar entre las líneas profundas de sus músculos abdominales. Intentó desviar la mirada pero no pudo dejar de apreciar la bella forma de su cuerpo.
La punta del bolígrafo se clavó en su palma, pero no la sintió, estaba muy ocupado intentando luchar contra el deseo que lo atravesaba. Se moría por tocarlo. Ansiaba su gusto, pasar su lengua por los valles de su abdomen increíblemente rígido.
Levantó la mirada a los ojos de Thomas esperando ver allí la victoria. Thomas tenía que saber el tipo de poder que ejercía sobre él y probablemente se burlaría de lo patético que era. Pero en vez de triunfo, algo oscuro y embriagador surgió de los ojos azules.
Algo que decía que Thomas lo deseaba tanto como él.
Una voz suave dentro de él susurraba: "Toma lo que quieras y úsalo del mismo modo que él te usó"
Se levantó del sillón.
No podía ceder a lo que su cuerpo quería. Tenía que recordar lo cruel que Thomas había sido con él.
— Ethan —dijo Thomas. Su voz era casi una caricia. Y Ethan quería ceder al impulso de tomar la cara del otro hombre en sus manos y empujar sus bocas juntas, pero en lugar de eso, dijo:
— Vete a nadar, por favor.
~***~
Thomas era un tipo de piscina a veintiocho grados, pero hoy necesitaba de un lago frío de montaña para calmarse.Ethan aún no estaba preparado, ése era el problema. Había sido bueno seducirlo en su refugio subterráneo el día anterior, quería probar que Ethan no era inmune a él, no importaba lo que él protestase.
Pero tal vez, solo tal vez, Ethan ya no era un juego.
¿Y si realmente lo quisiese todo, entonces, qué pasaría?
Terminó sus vueltas y se sacudió como un cachorro antes de llegar a su toalla. Tenía una erección que no lo dejaba desde que había visto a Ethan por primera vez en su despacho.
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Entrégate
RomanceThomas Blackwell no necesita una niñera. Él es un héroe en el terreno de juego. Tiene éxito, fama, dinero, e infinitas mujeres. Lo único que no tiene es una buena reputación. Después de ser constantemente acosado por los medios de comunicación, por...