Give Me Love /Harry Styles /

Different Worlds

1 año atrás...

- Sigo sin entender porque tanto alboroto. Son chicos, lo único que los hace diferentes es que son famosos.

- Bueno mamá, acepta que son guapos.

- Si algo. Pero los gustitos de tu hermana me salen caros.

- Tiene que pagar por ver el amor de su vida, eso debe ser deprimente.

Dany seguía resolviendo problemas de física con demasiada facilidad, tanta que hablaba con su madre al mismo tiempo mientras ella cocinaba. Pero Dany Jamás había podido picar zanahorias y hablar al mismo tiempo como Frida, su madre. Ella había heredado el cerebro de ingeniero de su padre. Y su hermana las habilidades culinarias de su mamá. Ella era chef en un nuevo restaurant español de la ciudad, era esa la razón por la que se habían mudado a Manchester. El restaurante estaba adquiriendo fama rápidamente, trabajaba día, tarde y noche, pero alcanzaba a medir el tiempo para preparar comida a su casa. Bueno, si su hija menor estaba en casa para terminar de hacerla.

- Tu padre llegara temprano hoy. Les dejaré la cena lista y en cuanto Vanessa llegue...

- Te llamo y te áviso, mamá. Ya lo se.

-Apaga esto en... media hora. Y revisa que él pescado este perfectamente cocido antes de...

Danny miró a su madre con impaciencia.

- Está bien, pide una pizza.

-Hay ironías en esta vida, pero que tu madre sea chef y sea la tercera vez en esta semana que cenamos pizza.

- Bueno papá, era eso o dejar que yo cocinará de nuevo. - Se defendió Dany.

- Prefiero la pizza ¿Vanessa no piensa cenar?

- No tengo idea. Estara hablando por teléfono con Wendy, su concierto es mañana.

- Y tengo que llevarlas al dichoso concierto ¿tú no irás?

- Me gustaría, pero tengo examen de preseleccion a la universidad el lunes y realmente necesito estudiar Álgebra...

- ¿Álgebra? No necesitas estudiar para álgebra por el amor de Dios me preocuparía si fuera un examen de respostería o cualquier cosa que te tenga cerca del fuego.

-  Gracias, que amable. - Dijo Dany con ironía.

- Tendrás que aprender a cocinar. El día que te cases, a tu marido no le gustará comer pizza a diario...

- El día que me casé, papá, pondré muy en claro que no sé cocinar. Habrá de dos: que se acostumbré a la pizza y la comida fácil o hacer lo que hiciste tú y casarme con un chef.

- ¡NOOOOOOOOOOOO!

Vanessa irrumpió sollozando en la sala de estar.

- ¿Porque están comiendo aquí? Ensuciaran todo...

-¿Porque no bajaste a cenar, Señorita y por si no lo sabes, tu voz es molesta cuando gritas de esa manera. - Dijo su padre.

- ¡Wendy no ira al concierto!

- ¿Y?

-Pues... sí Wendy no va, mi madre jamás dejará que vaya y... no no no... espere todo el año ese día y...

- ¿Porque no llevas a Dany?

Vanessa miro a su hermana mayor.
¿llevar a Dany? Dany era una chica extraña, era bonita. sí. pero no podía recordar la última vez que la había visto bien peinada. Era excelente para las matemáticas, los números y esas cosas pero su recámara en un desastre. "Las Mentes brillantes habitan en espacios desordenados", decía su padre. Claro eran iguales. Cuidaba mucho su aspecto, pero no le importaba dejar los zapatos en el comedor o una playera sobre la mesa de centro de la sala... y no era capaz de preparar un sándwich decente. En cambio Vanessa era ordenada y pulcra en todo. Jamás Llevaba las uñas desordenadas y salía al gym y a correr mientras Danny aprovechaba ese tiempo para ver películas en idiomas diferentes y comer palomitas con queso derretido era sorprendente Como se mantenía en forma no hacía nada y era delgada, no como Vanesa que tenía que quemar cada pequeña caloría que consumia. Si Vanessa podía ser tres años menor, pero un poco más madura que Dany.