Give Me Love /Harry Styles /

At least I was beautiful

— ¿Por que no me cuentas algo? Tendremos que aparentar conocernos muy bien, Daniela. Tu silencio no ayuda.

Dany, que iba recargada en el cristal de su ventanilla del auto, miro a Harry sin quitarse la mano de la boca.

— Me gustan los gatos. Sobre todo cuando son bebes.

— ¡A mi también! Tengo uno. Bueno, en Cheshire, tenía uno.

— Yo también en España.

— ¿Por que no tienes uno ahora?

— Vanessa es alérgica. La última vez que se acercó a uno, duro un mes con conjuntivitis. Fue asqueroso.

Harry hizo un gesto de desagrado, pero rió.

— Bien, tu turno Harry.

— Cualquier cosa que quieras saber de mí está en internet. Mi vida es pública, por desgracia.

— No puedes decir que "por desgracia". Tú elegiste esto. Nadie te forzó o algo así.

— Bueno si, pero ya estando dentro es... algo difícil de manejar.

Dany miró detenidamente el gesto de Harry. Era como si de verdad estuviera enfrentando un momento difícil.

— Ok. Yo te haré preguntas entonces y tienes que jurar responderme con la verdad. — propuso Dany sentándose derecha en su lugar. Harry sonrió.

— De acuerdo.

— Se que las entrevistas no son algo nuevo, pero... tratare lo mejor posible de ser muy profesional.

— Adelante. — dijo el sin apartar los ojos del camino, sonriendo.

— Ammm... ¿A que edad dejaste el pañal?

Harry rio echando la cabeza atrás un momento.

— ¿Es necesaria esa pregunta?

— Si. Y la quiero con una respuesta honesta.

— Bien, si eso quieres saber... tenía 8 años la última vez que usé un pañal. Y nadie lo sabe, así que no lo digas.

— Lo que se diga en este auto, aquí se quedará, no te preocupes.

— Sabré que fuiste tú si esto aparece en alguna revista.

— ¿Para que quiero que todos sepan información tuya que es tan valiosa como para hacerla pública?

Harry se sorprendió con esa frase.

— Precisamente porque es valiosa, Daniela.

— Lo que es realmente valioso, la mayor parte del tiempo es secreto. Si todos lo supieran no sería tan valioso, Harry. Valoro mucho los secretos.

— Inteligente respuesta.

Dany sonrió.

— A ver, chica lista. Te toca decirme un secreto.

— No tengo secretos.

— ¡No juegues conmigo! Eres una chica, ¡Claro que los tienes!

— No te los diría, de cualquier manera.

— Solo uno. Uno no tan importante. Además, se quedará en este auto, ¿No?

— Dime otra cosa tú primero.

— ¿Que quieres saber?

— Tu dime.

— Bien. Una vez, tire de la falda de mi hermana cuando salimos de la escuela, yo tenía unos 5 años... se quedo en calzoncillos en la calle y me dejó de hablar por semanas enteras. Sigo creyendo que nadie la vio, pero ella asegura que tooooodos sus compañeros estaban cerca.