Cap.20 Él es él.

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Estoy insultando al destino, mientras él me mira y sonríe, ya tiene un rato observándome con detenimiento y el único sentimiento que tengo es matarlo.

Me estoy congelando con el vestido mojado y su desfachatez me está sacando de quicio.

¿Tengo algo en la cara?

—¿Qué?, ¿tengo algo?—le pregunto seca, mientras busco algo en mi rostro, confundida, dejo de mirarme en el espejo del auto sólo notando como mi cabello estaba mojado al igual que mi cara, claro, está no lo estaba tanto.— ¡¿Estás loco?! —olvidé lo último empezando a reclamarle enojada, cubriéndome con mis brazos en un vago intento de conseguir calor.

—Nop, no tienes nada, hermosa es sólo qué... ¿en serio me ibas a atacar con un tacón? —me da una mirada divertida y ruedo los ojos, de que sigo siendo capaz, lo soy.— no estoy loco, pero ibas a pescar un resfriado.

—Mejor calla, mira que estoy empapada y con frío. Y en verdad estoy tentada a atacarte con mis tacones. —le amenace dejando el miedo de lado al saber quién era la persona que me había metido en el auto. Él enciende la calefacción riéndose bajo para después pasarme una sudadera que está en los asientos traseros. —lo digo en serio, ¿quién narices va busca a una persona de esa forma en la noche con calles fantasmas?

Me encantaría escuchar killing me softly with his song, en estos momentos.

Aunque yo preferiría matarlo ahora mismo.

¿Qué podría pasar si sigo mis impulsos?

—Te llevaré a mi casa, estás demasiado empapada y puedes resfriarte, así que ahí te calentarás y estarás tranquila.—me dedico una pequeña sonrisa como si con eso resolviera todo el asunto y mi enojo sólo creció más. —hice lo cualquier conocido habría hecho por ti.

¿Está bien de la cabeza?

—¿Tu casa?, ¿cuándo se supone que acepte ir?, mira agradezco tu interés pero, prácticamente me "secuestraste", y para completar... —él interrumpe y la lluvia afuera sólo muestra que me será totalmente imposible llegar a casa.

—No te secuestré, te estaba llamando desde hace rato.

—¿Te caíste de pequeño o la memoria te falla seguido? —le dediqué una mirada descontenta acomodándome en el asiento evaluando las opciones que tengo, la más coherente, resignarme. —pero pensándolo bien, tienes razón, sí llego de esta forma a casa... simplemente no es apropiado. Ah, pero ten por seguro algo, repites eso de arrastrarme hasta tu auto y tendremos problemas. —evitó verme nervioso mientras se despeinaba el cabello riendo con el mismo sentimiento. —el uso de tacones es primordial para mi y serán de gran uso en algún momento así. —él vuelve a tragar nervioso.

—Tienes razón, pero te prometo que mis intenciones no son...

—Sebastián, por favor, sólo quiero cambiarme esta ropa y que dejes de lado tus intenciones.

—Bien, pero como dije, iremos a mi casa y mañana te llevaré temprano.

Pero recordé algo.

—Oh, no, no hace falta quiero ir a mi casa, ahí estaré mucho mejor.

Mi terquedad no tiene límite.

Su tonta sonrisa se expande, eso no me gusta.

Me da escalofríos.

—Vamos... aún te pongo nerviosa. — se burla  y lo miro de mala gana.

Arrogante.

—¡Sebastian! —me quejo y él alza las manos en son de paz sonriendo más aún, me pongo la sudadera cruzándome de brazos, cerrando mis ojos por un momento.

Uh, su sudadera, no huele mal... tiene ese olor que me...

Ya creo que me está afectando el pequeño resfriado o posiblemente el aire de Los Ángeles.

Pone el auto en marcha, me recojo el cabello en un moño de bailarina, segundos después sentándome como indio y apoyando la cabeza en la ventanilla del auto.

—Pensé que seguirías en la reunion-cena de nuestros padres. —murmuré logrando que él frunciera el ceño, dejando de lado el tema anterior.

—Eso iba a hacer, es sólo que vi que saliste como una autentica gruñona y pues no dejaría que cometieras un asesinato afuera.

—¿Asesinato?, la cosa es que eras mi víctima, pero ya ves que las cosas son distintas. —me burlé riendo para después encogerme de brazos por su mirada.—Bueno, en realidad es que tengo sueño y pues ese es mi humor, no quería mojarme tampoco, pero heme aquí.

No entiendo siquiera porqué le estoy explicando.

—Tranquila, sí quieres duermes un rato y ahorita te levanto.—me propone y con algo de desconfianza asiento.

Sino fuera porque los ojos se me están cerrando solos, no me dormiría.

[...]

Siento como unos brazos me toman y me levantan del asiento, me acomodo más sobre la persona que me esté cargando, aunque me quejo al sentir como me acuestan en una blanda superficie, primero porque tengo frío y esa persona me daba calor, abro mis ojos lentamente viendo a Sebastián observarme con ¿ternura?, estoy en una habitación masculina por lo que deduzco que es de él.

¿Dónde me metí?

Lo miro curiosa, lo menos que quiero ahorita es discutir, él me tiende una camiseta por la cual creo que me llega hasta los muslos, quisiera quejarme pero muero de frío y sé que está no es mi casa.

Entro al baño poniéndomela y efectivamente me queda como dije, cuando salgo del baño me encuentro con el casi rubio como todo un Dios del Olimpo, en pantalones de chandal nada más, no tiene camisa puesta.

Por favor por todo lo bueno de este mundo, has que no me lance a sus brazos.

¡¿QUÉ RAYOS ESTOY PENSANDO?!

El alcohol anterior que había tomado me está haciendo efecto porqué estoy viendo a alguien que no debería de ver de esa forma.

Lo peor, alguien de mi pasado, que no me atormento, pero esta ahí.

—Oh, quita esa sonrisa. —me quejé cuando él se carcajeo y rodé los ojos suspirando.

Iba a ser una muy larga noche.

***************

Hello it's me 🎶🎶🎶

Si no escuchaste esa canción no tuviste infancia, vale no.

¿Cómo están?
Espero que súper bien y sino es así pues te doy un corazón para que lo estés ♥️
Tengo sueño y estoy aburrida.

Ok, creo que mejor me voy a dormir.

No dormir me esta afectando...

Nos vemos, arepitas, espero que les haya gustado el cap!

•Em.

Te Prohibo EnamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora