- Sabes que no puedes evitarlo, ¿verdad?
- Seguiré amándote.
- Pero yo no.
- Es imposible controlarlo, nena.
- Nunca.
- Nunca digas nunca... -murmura, acercándose peligrosamente.
Emily dejó de creer en el amor hace tiempo. Las decepciones de su pasa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lxs adoro, bellezas. ❤️
Ahora sí, procedan a leer.
—•—
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Puede llevarte al cielo y bajarte al infierno con una sonrisa. —EC.
—•—
Emily's POV.
¿Por qué Joe Cardigan sería tan descuidado?, esto no puede ser parte de sus planes, es imposible.
Daniel sigue con esa expresión fría nueva en su rostro, ya no hay sonrisa cálida o algún tipo de hoyuelo que se le resalte.
La mujer de los tacones rosados ahora se mira sus largas uñas del mismo color de sus labios, no tiene los guantes puestos, ahora maniobra la pistola con una sola mano, sigue sonriendo victoriosa y de vez en cuando se ríe sola, provocándome un escalofrío por mi espina dorsal.
—Te dije que esto no era parte del plan.
—¿También quieres que adorne tu pantalón con un precioso color escarlata? —lo miró unos segundos sonriendo nuevamente de una manera escalofriante, sus opacos ojos sin ninguna pizca de arrepentimiento. — parece que la ilusa quiere más rojo en su ropa.
—No es el plan y no vas a dispararle. —sentenció el azabache con dureza apegándome contra él inconscientemente, el elevador falló cuando íbamos precisamente por el piso siete.— ya están aquí.
Le aguanté la mirada cuando coincidimos estas, un leve avisto de arrepentimiento fue lo único que capté.
—Realmente, no puedo creer hasta dónde puede llegar la obsesión de un hombre por una... mujer. —me dirigió una mirada despectiva y guardó la pistola en el bolsillo de su abrigo, la luz del ascensor se apagó y la escuché reír, Daniel maldijo. — ¿En serio?, ¿eso es todo lo que tienen tus hombrecitos de papel?
