—¿De verdad quieres ir a casa ahorita?
Asentí lentamente suspirando con notable cansancio ante la pregunta hecha por Caroline, en realidad necesitaba llegar a casa, no me gustaba ese escalofrío extraño en mi cuerpo.
—Sí, siento muchísimo cansancio.
—Pero, ¿puedes manejar en ese estado? —Soltó ahora Jasmine con un tono confundido en su voz.— no creo que sea conveniente que conduzcas sola.
—Voy a estar bien, chicas, no se preocupen.
—Lo único que podemos agradecer es que no tomaste en exageración. —Daniela secundó a la morena con alivio mirando a las chicas después. — igualmente no la dejaremos sola.
—Y eso lo tengo claro.
Veinte minutos después ya estaba subiéndome a mi auto notando al arrancar una camioneta lujosa negra de vidrios polarizados irse.
Me sentí como en una película de terror y mi cuerpo reaccionó al notable escalofrío que recorrió todo mi cuerpo.
—Es mi imaginación... —susurré relajándome al reconocer a las chicas en el auto detrás de mí.
— 2 meses después —
Después de aquella noche procuré no salir sin compañía o no volver a casa en la noche, estos dos meses habían sido buenos a pesar de esas pequeñas cosas que aún me ponían la piel de gallina, como el constante nombre del empresario anónimo "la sombra" y ese vago recuerdo del bar, las manos tatuadas de aquel hombre sólo aumentaban mi miedo, respirando profundo me concentré en los nuevos contratos para la empresa.
No tenía ningún tipo de quejas, es más, me divertía con el papeleo, miento, realmente no lo hacía, pero ya me estaba acostumbrando a mi nueva vida.
A mi madre, hermana y mejores amigos solía llamarlos una vez a la semana sí no tenía papeleo en exageración, en cuanto a mis conocidas, me llevaba excelente con ellas, en especial con Sky, Dest, Jazz y obviamente Daniela.
Caroline solía reservarse en varias ocasiones; dejando aquello de lado, el grupo de amigos de mi hermano era de lo mejor, claro, sacando del paquete a sus dos mejores amigos.
Cristian y Logan.
—¡Belleza! —la voz de Sebastián me sobresaltó al punto de que casi me caigo de espaldas en la misma silla, mirándolo mal con una mano en el pecho él se carcajeó divertido ante mi reacción.—venía a buscarte, ¡hoy tendremos una cita!
—¿Cita? —alce una ceja confundida por sus palabras tirándole un papel arrugado en toda la cara.— ¡deja de entrar así a mi oficina! —me quejé con ligera molestia por su sonrisa petulante.
—¿Cita?, quise decir, una salida de socios.
—No te irás hasta que acceda, ¿cierto?
—Estás en lo correcto. —añadió él con la misma sonrisa, una la cual quería borrar de su rostro con un golpe.
—¿Sí te saco de mi oficina...
—Igualmente te buscaré todo el día, tengo bastante que supervisar con mi padre hoy aquí.
—¡Que horror! —jadee abriendo los ojos por esas palabras, no quería que nadie me molestase hoy, necesitaba concentrarme en los contratos.
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Te Prohibo Enamorarte
Random- Sabes que no puedes evitarlo, ¿verdad? - Seguiré amándote. - Pero yo no. - Es imposible controlarlo, nena. - Nunca. - Nunca digas nunca... -murmura, acercándose peligrosamente. Emily dejó de creer en el amor hace tiempo. Las decepciones de su pasa...