Ella no tardó mucho en despertarse lentamente, algo confundida hasta que sintió ese brazo en su cintura, ahora estaba desorientada con su alrededor.
¿Se había enrollado con alguien?, ¿dónde estaba?, sólo recordaba... el sonrojo que invadió sus mejillas fue único, pues recordó ese acto en específico.
—No es cierto... —susurró más que con vergüenza, confusión, cuando aquel rostro se pasó entre sus recuerdos.
Instintivamente levantó un poco la cabeza para ver quién la tenía presa de esa forma y así sus sospechas sólo fueran eso.
Pero no.
—¿Qué rayos? —Se sobresaltó, esos brazos a su alrededor la volvieron a apretar manteniéndola quieta así quedándose en una posición cómoda.
¿Qué hacía él allí?, ¿por qué estar entre sus brazos le daba tanta tranquilidad?
No se quejó por su agarre.
—Hola. —murmuró de forma adormilada con una sonrisa divertida.
Se había extrañado un poco el comportamiento de ella pero le era de suponer ya que estaban algo más que ebrios ayer, sí, también se había emborrachado, el dolor de cabeza era producto de ello.
Por suerte había tomado una pastilla para lidiar con aquello cuando se levantó temprano por la mañana.
—No f-fue un sueño, ¿cierto? —Su voz había sonado muy nerviosa al punto de que tartamudeó un poco.
—Eh, no. —le respondió de manera tranquila mirándola confundido, ella comenzó a reír a carcajadas.
¿Cuál era el chiste?
Él alzó una ceja sin entender su extraño comportamiento y la siguió viendo de la misma forma.
Confundido claramente.
—Sonaré cómo una loca... eso, pero vaya, fue mejor despertar contigo que con ese idiota. —aseguró totalmente divertida de la situación en la que estaba viviendo, el castaño frunció el ceño algo ofendido, ella se reía todavía y él no entendía cuál era la gracia de aquello.
No era divertido.
—¿Eso es bueno o malo?, porque usualmente jamás pensé en escuchar algo así. —exageró lo último y ella se dio cuenta de ese dramatismo, era mujeriego, claro que estaba acostumbrado a peores ejemplos, ambos lo sabían pero en ese momento se le había volteado la tortilla por venir de ella.
¿Por qué sonríes, pequeña?
—¿Por qué mejor no lo averiguas? —Cuando había pestañeado apenas, ella ya estaba corriendo fuera de la habitación, no sé había preocupado en qué ponerse puesto que tenía una camisa de él, la cual cubría su cuerpo hasta sus muslos.
—Oh no, claro que no. —gruñó levantándose de la cama sonriendo divertido, siguiendo ese juego que ahora recién iniciaban, saliendo a perseguirla, como sí fuese el lobo a punto de atrapar a su caperucita.—¡Emily, ven aquí!
Emily's POVS.
Correr debía ser mi deporte favorito, definitivamente.
Sonreí de lado ante esa ocurrencia mientras entraba a una especie de sala que encontré tomando asiento en la alfombra al lado de la chimenea, tratando de recuperar el aliento que se me había escapado en esa carrera.
Quise reír por pensar en ello, pero cubrí mi boca con una mano cuando los pasos se escucharon más cerca.
Me iba a levantar cuidadosamente pero él ya me tenía entre sus brazos de nuevo.
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Te Prohibo Enamorarte
De Todo- Sabes que no puedes evitarlo, ¿verdad? - Seguiré amándote. - Pero yo no. - Es imposible controlarlo, nena. - Nunca. - Nunca digas nunca... -murmura, acercándose peligrosamente. Emily dejó de creer en el amor hace tiempo. Las decepciones de su pasa...