Cap. 48 Un beso.

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Totalmente fuera de aquel trance pequeño, recupero mi voz que hasta los momentos se había perdido y ni cuenta me había dado. Su voz ronca y gruesa eriza mi piel, mi cuerpo de por sí reacciona sólo a su cercanía y no podría olvidarlo nunca.

—¿L-logan? —estaba sorprendida, no lo negaba, el tono de mi voz de esa forma sólo significaba lo mucho que me había afectado su toque.

Él dejó que me girara soltándome antes de sonreír guiñándome un ojo a la par que me tendía su mano y tomaba la mía besando suavemente mis nudillos, me sonrojé por su gesto evitando mirarlo alejando mi mano.

Nota mental; matar a Dana y Destiny por traerme aquí.

Nota mental; estás loca.

Cállate.

Somos la misma persona, tonta.

Los mojitos me hicieron efecto, punto.

—¿Estás bien? —Logan me da una mirada un tanto preocupada alzando una ceja confundido a la vez, también.— Te quedaste mirando a la nada. —explicó respondiendo esa pregunta no formulada, frunciendo su ceño.

—Eh... bueno, sí, estoy bien. —sonrió ladinamente, aun sonrojada, estoy demasiado nerviosa para verlo a los ojos de nuevo, entonces recuerdo lo que me prometí hace unas noches de no permitir que ese algo siga fluyendo, porque tengo que lograr que mi corazón deje de latir como si recién hubiese terminado un maratón y esos nervios desaparezcan.

¿Podré lograr no demostrar cómo me afecta su cercanía en verdad?

—Entonces... ¿Bailas? —su sonrisa coqueta se hace presente de nuevo y ese zoológico de mi estomago vuelve al ataque, le falta un brillito de esos que le salen a los chicos en las películas cuando sonríen.

Te gusta.

No debe gustarme, no me tiene que gustar y no me gusta.

Me repito mentalmente, tendiéndole mi mano, asintiendo, ya no importa, igualmente estoy siguiendo mis propios impulsos.

Mi mente dice algo y mi cuerpo otra, parece que ambos están en desacuerdo esta vez y no tiene importancia por ahora.

Siento mi respiración acelerarse sin ningún motivo y trato de serenarme pensando en otras cosas, pero me es difícil cuando su mano se entrelaza con la mía y aquel gesto me descontrola, encajan perfectamente.

Una playa en calma viene a mi mente y por fin me siento tranquila, sólo lo suficiente.

—Te ves hermosa esta noche.

Consigo relajarme un poco más, cuando él coloca su mano en mi cadera, pero igual siento que puedo desfallecer.

¿Por qué no está siendo un imbécil como siempre?, ¿por qué se está portando tan educado?

—En serio pensé que no te vería más, tu padre me dijo que tenías una semana encerrada. —añadió después de unos segundo de estar moviéndonos en sincronía.

Qué te importa.

—¿Ah sí?

—Así es, pensé que estabas enferma. —me hace girar mientras hablábamos y me trato de mantener inexpresiva, pero este hombre baila maravillosamente que me es inevitable seguir mis propios límites.

—Tenía gripe. —una sencilla pero buena respuesta para no entrar en detalles.

Logan alzó una ceja visiblemente confundido por mi comportamiento más arisco y nos perdemos de nuevo en los movimientos, esa voz que me grita que no le siga la corriente simplemente la paso de largo, le sonrió y disfruto la canción.

Te Prohibo EnamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora