Cap. 68 Sacrificios.

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||Joe en el gif.||

•Él era el diablo disfrazado de cordero

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•Él era el diablo disfrazado de cordero.•

A veces tenemos que enfrentar a esas sombras que fueron nuestros tormentos durante años, aunque no sea fácil.

Número privado.

Voy a encontrarte.

Detenme sí puedes, nena.
1:30 pm.
Aunque, ten cuidado, caperucita no logró escapar la última vez que enfrentó al lobo. ;)
1:31 pm.

—¿Señorita Collins?, ¿está segura de lo que quiere hacer?

—Totalmente segura.

Voy a encontrarte.

—¿Cuánto tiempo tardará? —el castaño hizo una mueca y suspiró.

—No dejó rastro. Probablemente estamos hablando de un mes o dos, quizás más tiempo.

Asentí y tomé mi bolso dándole la mano, apretó un poco esta al tomarla y me miró directo a los ojos.

—No confíes en nadie. —me removí incómoda ante su mirada tragando disimuladamente.

—Hasta luego.—dije su nombre y caminé directo a la salida, recogí mi cabello en una coleta a la vez que me colocaba los lentes oscuros minutos después.

Cristian estaba apoyado contra el auto con un cigarrillo en los labios, el cual botó al suelo luego de una calada, abrió la puerta de copiloto y yo pase.

—Ni una palabra de esto a nadie. —murmuré incomoda tratando de no removerme tanto en el asiento. Él se rió dándome una mirada y me pasó aquel trapo que usaba para cubrir mi cabello también.

—Usted hoy, es una desconocida, y es entendible este dato.—empezó a conducir y cerré mis ojos un segundo.

—¿De qué hablas? —fruncí el ceño buscando en mi bolso aquel pequeño grabador, lo apagué con disimulo y el rubio ni se inmutó.

—Tú. De ti, en pocas palabras, es raramente interesante, cariño.

—No me digas cariño. —reclame en voz baja pero algo molesta, sus juegos no me gustaban, íbamos demasiado lento y yo necesitaba llegar de una vez al hospital.

—Como digas, cariño. —su sonrisa se amplió y carraspeó su garganta cuando guarde silencio.— es interesante cómo vuelves a mi, mejor dicho, pidiéndome ayuda, a tu ex.

Te Prohibo EnamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora