• Maratón 2\3 •
—¿Emily? —Caroline me llamó suavemente cuando estaba de espaldas buscando ropa en el armario, tomando varias prendas al mismo tiempo.
—¿Ah?
—¿Tienes ropa que pudieses prestarnos?— preguntó ella con un poco de timidez y yo le sonreí girándome. — con unos shorts estamos bien.
Asentí caminando hasta donde ella estaba con cuatro conjuntos en mis manos.
—Pensé que necesitarían ropa, así que, aquí tienen. —dejé los shorts sobre la cama, al igual que las blusas, dos pares de botas de tacón y dos zapatos deportivos, ellas salieron corriendo gritando un "Gracias" antes de ir a cambiarse.
Reí internamente suspirando mientras me dejaba caer sobre mi cama cerrando los ojos por evidente cansancio que sentía debido a la noche anterior.
—¡Están hermosos! —abrí los ojos apoyándome sobre mis codos observando a Jazz que se miraba en el espejo sonriente guiñándose ella misma el ojo y luego señalando sus curvas.— el beige me queda excelente. —empezó a decir ella mirándose las botas de tacón y el suéter largo que usaba, con esa camisa blanca debajo.
—Tienes muy buen gusto, Em. —Caroline me halagó sonriente acomodándose la blusa corta arriba de su ombligo.— este conjunto es cómodo.
—Supongo. —respondí con una sonrisa pequeña.
—Amo que ames los botines de tacón y los zapatos deportivos, siempre se es practico con eso. —Sky estaba mirando los zapatos embobada y raramente sentía mis mejillas algo tibias, creo que me había sonrojado.
—¿Para cuándo hacemos la marca de ropa? —Destiny añadió con diversión y curiosidad, copiando la misma acción de Jazz en el espejo antes de mirarme. —Gracias, belleza.
—Sentido impecable en la moda. Graciassss.
—No es nada. —les sonreí a todas divertida dejándome caer nuevamente sobre la cama.
Las chicas no son materialistas en el sentido de ser plásticas, son completamente amables y naturales en sus acciones, algo muy notable en lo poco que llevábamos de conocernos.
La puerta de mi habitación se abrió repentinamente dándome una imagen de mi hermano sólo y únicamente en bóxers, su cabello está desordenado por completo, lo gracioso es que su ropa interior tiene a peppa pig, el dibujo animado ese que los niños miran embobados.
Podrá tener siempre ese porte serio y su cara de "no me hablen", pero es todo una dulzura por dentro.
Sus ojos están achinados por lo que creo que aún se está acostumbrando a la luz del día, lo que me hace pensar que su resaca es peor que la mía ya que casi se cae.
—¡Hola pequeña!, ¿A qué hora llegaste? —se frota los ojos con sus manos sin darse cuenta de la presencia de las chicas, por eso decía que tenía más que una pequeña resaca, muerdo el interior de mi mejilla para no reírme a carcajadas, por un lado las chicas sólo cubren sus bocas exceptuando a una, la cual es Jazzy, contando a Caroline que trata de no verlo mucho, las otras dos ahora sí rompen a carcajadas al igual que yo.
—Hola hermano mayor, creo que como a las cinco.—cubro mis labios para evitar la risa por tal momento extraño.—¿Peppa pig?
—Hey Ethan. —Destiny y Sky saludan al unísono tratando de parar su risa.
Al momento que veo que se tapa con sus brazos sólo asomando su cabeza por el marco de la puerta pasa toda su mirada dentro de mi habitación, ya que ahora sí se dio cuenta del tiempo y el espacio en el que se encuentra.
—Hola chicas.—murmura con un poco de pena mientras les regala una sonrisa, sus mejillas apenas toman un leve tono rosado a lo que dice un audible "adiós" y se va caminando, corrección, corriendo.
Con Destiny y Sky no paramos de reír mientras Caro se nos une unos segundos después.
—¿Es en serio lo de peppa pig? —Sky me mira riendo y yo asiento lentamente como sí también lo estuviera procesando aún, mi hermano aún sigue viendo ese tipo de series.
No quisiera encontrarme con él y sus calzoncillos de Barney.
Eso sí le sumo las mismas pantuflas.
—Igualmente sigo siendo sexy. —se justificó regresando guiñando un ojo sonriente antes de volver a correr hasta su habitación.
Ethan Collins es todo un caso.
[...]
Después del pequeño inconveniente, en pocas palabras las risas y burlas entre mi hermano y las chicas, iríamos a buscar a la otra hermana de Destiny y Taylor, pues ella llegaría de Argentina.
Fuimos a otra casa igual a la de mi padre para ir en busca de la menor de los Morgan, ella había llegado ayer pero había preferido descansar todo el día, por esa no la conocí la noche anterior.
Cuando encendí la radio empezó a sonar la canción del boom del momento.
Despacito claro que era la versión donde estaba Justin Bieber, las chicas cantaron junto a mí todo lo que quedaba de camino entre risas; nos bajamos frente la casa apenas llegamos, Destiny fue la primera en salir corriendo a la entrada, toco el timbre dos veces y una señora como de la edad de Martha nos abrió la puerta cuando todas ya estábamos ahí.
—¡Luisa! — todas casi saltaron al verla, la abrazaron mucho en forma de saludo y ella les devolvió la sonrisa al igual que el mismo gesto.
—¡Chicas! — dijo ella al mismo tiempo, fijó su vista en mí y su sonrisa se amplió mucho más.—Oh, tú debes de ser Emily.—su sonrisa se torna dulce justamente ahora y asiento en respuesta sonriéndole de lado.
—Sí, ¡hola! —salude tímidamente.
—He escuchado mucho acerca de ti, cosas muy buenas. —aclara enseguida.— mi hermana Martha me dice que eres su consentida y pues ella me ha dicho mucho de ti. —me sigue sonriendo dulcemente a lo que yo le devuelvo el gesto.
Con razón, ella es la hermana de mi nana.
—Oh.—es lo único que sale de mis labios ante la nueva información, le doy una sonrisa más amplia y la abrazo, pues personas como Martha o su hermana no hay.—entonces en ese caso, mucho gusto.
—Igualmente, cariño. Oh cierto, adelante.—deshace el abrazo y me da paso, me adentro a la sala, viendo a las chicas ya sentadas sobre los sofás al estilo indio como sí también vivieran ahí.
—Dan tarda mucho a veces. —explica Jazz dándome una mirada aunque estoy confundida pues no entiendo a qué se refiere.
Justo en ese momento escucho las voces de dos chicas, distingo la de Destiny y la otra se me hace más que conocida, aunque necesito saber quién es.
—¡Tú! —abro los ojos ampliamente viendo a la chica frente a mí cuando la reconozco por completo, incrédula.
**********
Nos leemos luego, bellezas.
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Te Prohibo Enamorarte
De Todo- Sabes que no puedes evitarlo, ¿verdad? - Seguiré amándote. - Pero yo no. - Es imposible controlarlo, nena. - Nunca. - Nunca digas nunca... -murmura, acercándose peligrosamente. Emily dejó de creer en el amor hace tiempo. Las decepciones de su pasa...