Narrador omnisciente
El resto de la noche fue únicamente yendo de atracción en atracción, algunos se preguntaran qué pasó con Ivan a la final, bueno Dana lo llevó a un pequeño puesto dónde le lanzaron pies de limón (tartas de limón)
Regresando a la realidad Emily iba llegando a su casa con una amplia sonrisa en su rostro, totalmente relajada, en sus manos cargaba un enorme oso que tenía un pequeño suéter con el nombre de ella y sus amigos "Emdaluva" formando así un shipper grupal, único en ellos.
Sus acompañantes se quedarían en su casa, esa noche. Algo que también internamente le daba más tranquilidad de ese malestar que había sentido en el parque.
—¡Oye!, ¿a qué hora irás mañana a el aeropuerto?—pregunto por quinta vez Ivan quién miraba a su amiga castaña abrir la puerta de su casa para que ellos pasaran como sí realmente viviesen ahí.
—Por quinta vez Iv, a las cinco de la mañana —le respondió Emily con cansancio en su voz, sujetando mejor el oso con un brazo para agarrar mejor las llaves con su otra mano.
—Bueno, pero no te enojes, gatita.—se quejo haciendo un puchero por lo cual esta rodó los ojos, ante las risas divertidas de Dana y Luke.
Los tres sabían que su amiga era fácil para sacarla de quicio.
—Pasa, ojiazul. —le pidió la castaña a Ivan quién se debatía entre entrar y no entrar, con temor de recibir un golpe en la cabeza por el antiguo comentario y la pena que sentía también.
—Ya mi mamá sabe que se quedaran aquí. —explico Emily desde la cocina sirviéndose un vaso de agua y otros tres más.
—¡Agh! —se quejo el pelinegro mirando al techo, cerrando la puerta detrás de él al ser el último.
—Psst, mira que tengo... —dijo el castaño al ojiazul, que dejó de tener aquella expresión exasperada en su rostro para ver a su amigo con suma atención.
—¿Qué? —pregunto de forma curiosa mientras este le pasaba un pequeño libro con fotos, era un álbum, lo reconoció de inmediato.
El álbum entero de cuando ellos comenzaron su amistad, desde que se conocieron también.
—Hey, ¿chicos quieren palomitas y gaseosas? —pregunto Emily saliendo de la cocina dejando los vasos sobre la pequeña mesa ratona manteniendo la vista en su celular sin fijarse de lo que hacían sus melancólicos amigos en ese preciso instante.
—¡Claro que sí! —dijeron los tres y ella se dirigió a la cocina de nuevo, pues no se había dado cuenta de que los chicos tenían aquel álbum con esa portada cubierta por el nombre estilo vintage de los cuatro "Emdaluva" con pequeños decorativos de delicados espirales en un tono negro más su tapa blanca color hueso; los chicos se sentaron a ojearlo dándose cuenta que aparecían muchas fotos de ellos juntos desde los nueve años para arriba.
Y les daban gracias a sus padres por haber capturado aquellos momentos donde estaban en tregua aunque existían fotos que decían lo contrario donde se reían de ellos mismos.
Parecía que ese rencor el cual se habían tenido a los siete años de edad nunca había existido, así es.
Como todos los niños en un principio los cuatro se detestaban y se dividieron en grupos de dos, las chicas (Em y Dan) y los chicos por separado (Ivan y Luke), quienes convirtieron sus pequeñas peleas en risas y diversión después de los 12 años.
Emily salió de la cocina con una amplia sonrisa tras leer un mensaje antiguo de su madre y cargando una charola con las gaseosas, más los dos bold de palomitas, coloco todo sobre la mesa en la que había dejado antes los vasos de agua, de su sala de estar a lo que tomo asiento con los chicos, siendo consciente de lo que sus amigos ahora miraban.
Sintió nostalgia al recordar esos días de su niñez con ese trío de loquillos, que les consideraba más como hermanos.
Ajena a un pequeño detalle, la persona que los había seguido todo ese tiempo hasta verla llegar a su casa, como se le había ordenado.
Los viejos recuerdos pasaron por su mente, desde lo bueno a lo más loco que vivió con sus mejores amigos, forzando a su mente a no traer nuevamente los recuerdos que la habían hecho ser quién era al respecto con el amor, en una antigua ocasión.
Me lo prohíbo.
Fue su último pensamiento al ver a su mejor amigo, por el cual había sentido alguna vez un sentimiento distinto a la hermandad o amistad, Luke. Él siempre la quiso tal cual era, ella lo sabía, nunca le importo conocer su peor lado porque sin importar qué, se quedó apoyándola como un buen amigo quizás hasta hermano o más.
No.
Un suspiro tembloroso se escapo de sus labios en ese momento, ninguno de los presentes lo noto por la concentración que tenían en sus viejas anécdotas con algunas risas incluidas, pero aquella ojiazul no podía dejar de ver al castaño con cierto anhelo.
Quizás habría sido distinto...
Uno que dejó ir recordando que ellos sólo eran amigos, el cariño que su roto corazón tomaba no era el que debía ser, pues el mismo ruloso era como su hermano y eso tenía que aceptarlo sin ver más allá.
Así tuviese que olvidar aquel baile donde ellos dos se perdieron sólo en la música, los dos únicamente. Riéndose y siendo libres de cualquier recuerdo amargo.
Reprendiendose a sí misma volvió a la realidad, olvidando esos ojos negros que tanto la atormentaban también en sus pesadillas, el mismo personaje que le mostró el amor y le rompió el corazón.
Su pasado debía permanecer como estaba y ella fiel a su promesa, esa promesa que tanto le había evitado incomodidades.
—¿Recuerdan cuando me tiñeron el cabello?
—¿Cómo olvidarlo? —ella participó en la conversación de una buena vez riéndose a carcajadas con sus amigos.
Esos momentos si eran los que se debían recordar.
Pensó antes de seguir relatando viejos recuerdos con ellos.
Olvidándose de sus pesares en esa fase de su vida, ella era otra en comparación con aquellos ojos que antes la habían anhelado, creciendo y siguiendo su vida, eso era lo que estaba haciendo.
Pero ella no estaba al tanto de que lejos, le anhelaban con deseo, paciente en la espera, egoístamente sin ganas de dejarla ir nunca, esa misma persona, sólo sería el caos nuevamente en su vida.
Un caos con el que tendría que lidiar o quizás no...
Un fantasma dispuesto a salir de las sombras.
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El otro cap será cómo un flashback.
A mis nutelitas que leen esta historia, ya saben;
Los quiero.
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Te Prohibo Enamorarte
De Todo- Sabes que no puedes evitarlo, ¿verdad? - Seguiré amándote. - Pero yo no. - Es imposible controlarlo, nena. - Nunca. - Nunca digas nunca... -murmura, acercándose peligrosamente. Emily dejó de creer en el amor hace tiempo. Las decepciones de su pasa...