—Tío... pedazo submarino —comentó Alexby mientras entraba en la tienda y procuraba divisar entre la humareda los rostros de los otros dos— Se sale, chaval.
—Ya te digo. —Karol le dio otra calada al porro— ¿Quieres?
Samuel negó con la cabeza —Estoy ocupado ahora mismo... intentando no ahogarme.
—Ja, ja, ¡es la hostia este tío! —exclamó Alexby, antes de que Karol le pasase el canuto —Joder, qué calor, dejadme espacio que voy a quitarme la chaqueta.
El humo era denso. El olor a marihuana impregnaba sus fosas nasales, dejándole exhausto. Se sentía mareado. A pesar de no haberle dado ni una sola calada al porro, le empezó a entrar la risa tonta. Karol ya se estaba liando el segundo.
—Me encantan estas excursiones —comentó— Todos aquí, con la naturaleza...
—... con la naturaleza en los pulmones. —Alexby soltó una brusca carcajada.
—Suena todo muy... místico —opinó Samuel.
—Ya ves, tío. —Alexby se acomodó más, cruzando las piernas al estilo indio— Esto es espiritual.
Samuel no estaba seguro de si hacer un submarino de marihuana en una tienda de campaña era una hazaña espiritual, pero tampoco le importaba demasiado. Karol le había perdonado. Era un primer paso importante. Observó cómo la Mendiga se encendía el segundo canuto.
—¿Sabes lo que ha pasado, colega? Que el idiota de Frank quiere quitarle el novio a mi cuñao.
—Sí, va, ¿qué me cuentas, tío?, ¿en serio?
Samuel escuchó con atención la conversación de los otros dos.
—Sí, solo porque se han peleado ya le ha dicho a Guillermo que duerma con él.
—¡Será mamón! —Alexby alzó un puño—. Eh, brother, si quieres yo le pego dos hostias.
Samuel consideró la oferta. No estaba seguro de que enviar a un matón fuese su mejor opción si quería que Guille le perdonase. Así que negó con la cabeza repetidamente.
—¿No? —Alexby le miró decepcionado— Joder, ¡con las ganas que le tengo a esa nenaza!
Su brother parecía triste por no haber obtenido permiso de Samuel para descargar su furia sobre otra persona. Se mostró pensativo unos instantes y luego se echó a reír.
—Esta noche podrías dormir conmigo, si quieres?—dijo Alexby refiriendose a Karol
—Si estaría bien—dijo esta alzando los hombros.
—Me perdí de algo? no se supone que dormirías con Frank?— Samuel frunció el ceño.
—Es verdad, creo que dormiremos juntos en otra ocacion.
—Eh... Entonces, ¿qué coño hacemos al final con la nenaza? —insistió Alexby, que al parecer el enojo se le habia subido al saber que Karol dormiria con Frank.
—Alejarle de Guillermo —musitó Samuel, y casi le sorprendió su propia determinación.
—Vale. Yo me pegaré a mi hermano como una lapa. —Karol rió de nuevo— Y tú, Alex, intenta molestar un poco a Frank.
—Tranquilo. —Sonrió malévolo; a Samuel casi le daba miedo—. Esa es... mi especialidad.
Cuando salieron de la tienda, Samuel se tambaleó y estuvo a punto de tropezar con dos piquetas. El aire puro le pilló de improviso; se sentía como si llevase varias semanas viviendo bajo tierra. Se frotó la cara con desgana y luego buscó a Guille con la mirada. Le agradó descubrir que se encontraba junto a Claudia, hablando tranquilamente.
—¿Y dónde está la nena? —preguntó Alexby, refiriéndose a Frank.
Samuel observó cómo su brother acariciaba sobre la tela la navaja que guardaba en el bolsillo. Tragó saliva despacio. Se convenció de que no era posible que estuviera tan sumamente loco.
Gorth se acercó hasta ellos mientras devoraba con calma una chocolatina. Les sonrió. Siempre parecía extremadamente tranquilo, y eso a Samuel le gustaba.—¿Cómo va eso, chicos?
—Aquí estamos —Alexby se encogió de hombros— vamos a hundir a Frank, ¿te unes a nuestra hermandad?
—¿Qué? —Gorth les miró sin comprender. Fue una pena que se despistase, porque, justo en ese instante de profunda ignorancia, Karol le quitó un buen trozo de la chocolatina y se marchó corriendo con el botín hasta donde se encontraba su hermano, se sentó a su lado y se pegó a el cual mejillón, tal como había prometido.
—¡Será...! ¡Karolina, esta te la guardo! —le gritó, girándose. Pero era tarde, no había nada que hacer. Karol se había metido todo el chocolate en la boca de una sola vez. Samuel temió que terminara atragantándose y asfixiándose— Bueno, ¿qué narices decíais sobre la hermandad de no sé qué?
—¡Es verdad, colega, aún no nos hemos puesto nombre! —Alexby alzó una mano, consternado—Vale, ya lo tengo, seremos la Hermandad Marihuanera, en honor al momento de la creación del grupo.
Samuel le miró fijamente. ¿Lo decía en serio? Él, Samuel De Luque, uno de los líderes fundadores de... la Hermandad Marihuanera. Intentó no reír. Su brother parecía emocionado con la idea del nombre...
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Muerdago
Novela JuvenilSamuel, un chico de la alta sociedad española, va a pasar las vacaciones de Navidad con los Diaz, una familia de clase media. Guillermo será el encargado de hacer de anfitrión, pero la verdad es que no lo tendrá nada fácil: la personalidad egocéntri...