8. Marcos, Marcos

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El sábado por la tarde estoy en la bañera cuando mi hermana María me llama por teléfono.

-Cris, ¿qué tal por los Madriles? Estarás aprovechando para ligarte a todo lo que se menea, ¿no?- a pesar de ser dos años menor que yo es muy atrevida.

-María hija, eso es lo que menos me importa ahora-respondo con los ojos en blanco.

-Venga, no me lo creo. ¡Si estabas loca por irte a estudiar fuera para conocer a bombonazos! Algo tiene que haber por ahí sí o sí.

-Bueno...algo sí que hay.

-¡Lo sabía! ¡Sabía que no ibas a irte a la capital solo para "estudiar"!

-Tampoco te emociones, es un amigo de la resi, Marcos. Vamos a quedar para cenar y tomar unas copas.

-Eso en mi pueblo es que quiere tema. ¿Está bueno?

-Sí, no está mal y es muy majo, pero no me apetece mucho tener hombres en mi vida ahora la verdad.

-Tonta, tú aprovecha que la vida son dos días. Por lo menos que tengas un rollo de una noche.

-Lo que tú digas Mery, te dejo que tengo que prepararme. Te quiero.

- Adiós gordi, ponte guapa y saca tus armas de mujer-me dice antes de colgar.

Acabada la llamada con mi hermana salgo de la bañera, me seco y me pongo la ropa interior. Me seco el pelo, me lo plancho y me maquillo un poco. Decido ponerme el típico vestidito negro, fondo de armario. Lo combino con unas medias negras, un collar colorido, tacones a juego con este y un buen abrigo para el octubre madrileño.

Pasadas las 9 llego a la recepción. Marcos ya me está esperando. Lleva unos vaqueros y una camisa verde lima que le sienta genial; el pelo algo engominado y hacia atrás. No puedo negar que es un chico muy guapo.

-Cuando te dije que te pusieras guapa no me imaginaba esto-dice cogiéndome la mano y dándome un giro sobre mí misma como si fuese una bailarina-. En serio, estás espectacular.

-Tú también estás muy guapo-le devuelvo el cumplido fijándome en sus ojazos verdes, que hoy brillan más de lo normal.

Me lleva en su coche a una terracita muy pija por la Castellana. Durante la cena nos ponemos al día de nuestras vidas y descubrimos que tenemos bastantes cosas en común, ya que en la residencia no hemos tenido tiempo de conocernos a fondo. Ambos jugábamos al tenis antes de llegar a la universidad, y a los dos nos encanta el fútbol, la música y el cine.

El resto de la cena lo pasamos entre bromas y risas, algún que otro tonteo. Es muy ocurrente y a mí me encanta que me hagan reír. Tras una pelea para ver quién paga la cuenta, él termina invitándome pero promete dejarme pagar la próxima vez; esto significa que da por hecho una segunda cita.

Volvemos al coche y ponemos rumbo a Gran Vía, al Museo Chicote. Aparcamos cerca de Cibeles y vamos andando. Jamás me cansaría de recorrer esta calle, reúne parte del encanto de Madrid.

Entramos en el famoso pub. Marcos saluda al guardia de la puerta y nos sentamos en unos taburetes altos. Suena Don't be so shy de Imany a todo volumen. Me dirijo a la barra y pido dos Gin Tonics. El chico que me atiende me sonríe mucho, quizás demasiado.

Vuelvo a la mesa con Marcos y disfrutamos del ambiente. Ahora suena Despacito de Luis Fonsi y Daddy Yankee, una de mis canciones favoritas. Entonces no puedo evitar sacar a Marcos a bailar.

Ambos copa en mano nos vamos acercando al centro del pub, donde se va acumulando la gente con ganas de fiesta. Yo empiezo a menear mis caderas y él me sigue con movimientos ágiles. Nos vamos pegando "poquito a poquito" como cita la propia canción, hasta que nuestros cuerpos están tan juntos que no circula el aire entre ellos.

A este temazo le sigue otro, y otro, y otro. Parece que el DJ ha decidido que no dejemos de bailar. A mi copa de balón vacía le sigue otra, y otra, y otra. La ginebra y la música alta hacen que me empiece a bombardear la cabeza, pero los dos seguimos moviéndonos al ritmo de la música.

En medio de toda la fiesta suena una preciosa balada, Thinking Out Loud de Ed Sheeran. El DJ se justifica diciendo que ve muchas parejitas en la pista. Miro a Marcos, que a su vez me estaba mirando a mí. Me coge de la cintura y me atrae hacia él. Apoyo la cabeza en su hombro y me dejo llevar. Antes de que la canción acabe ya nos estamos besando como dos adolescentes.

Sueño cumplido (Luka Dončić)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora