25. A hurtadillas

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Narra Cris

Llevo toda la tarde encerrada en mi habitación estudiando. La cabeza me va a explotar y estoy agotada, así que me doy un baño de espuma y me tumbo en mi cama a relajarme. Estoy viendo un programa de lo más aburrido en Divinity, esos sobre vestidos de novia.

Mi móvil empieza a sonar. Miro mi reloj, son las doce y media; ¿quién me llama a estas horas? Pues el señorito Luka Dončić.

-Oh Rapunzel, deja caer tu pelo-exclama nada más descuelgo.

-¿Qué dices loco?

-Que te asomes a la ventana, inútil.

Salto de la cama y corro la cortina con el corazón hecho un puño. Mi ventana da a la fachada principal y allí veo su Audi blanco y a él con el móvil pegado a la oreja.

-Me cago en tu vida-es la primera reacción que tengo.

-Déjame subir, ¿no? He venido hasta aquí solo para verte.

-Luka, como me pillen se me cae el pelo, pueden expulsarme.

-Pero no tiene por qué enterarse nadie.

Resoplo y me doy por vencida. Mis ganas de tenerlo cerca pueden con mi parte racional.

-Quédate ahí que bajo-le cuelgo y me pongo la bata.

Llego a la puerta principal y me encuentro de bruces con el guardia.

-Por favor Paco, déjame salir un momento, tengo que ir a comprar compresas-le ruego con una mentirijilla piadosa.

-No se puede estar fuera a estas horas entre semana, te voy a dejar pasar pero solo por esta vez-cede y yo se lo agradezco; sé que él sabe que no voy a volver a entrar por esa puerta.

Salgo a la calle en pijama y con mis zapatillas de conejito. Luka se descojona en cuanto me ve.

-¿Qué tienes, cinco años?-pregunta vacilando.

-Perdona señor Doncic, si llego a saber que venía usted me visto de Chanel-le contesto con sarcasmo.

Soy consciente de que no puedo entrar por la puerta principal con Luka y empiezo a maquinar el plan.

-Vale, vamos a tener que rodear el edificio y entrar por la puerta trasera.

-Esto parece una peli de espías. ¿No nos pillarán, verdad?

-Qué va, lo he hecho alguna vez cuando he vuelto de fiesta y no tenía permiso-contesto segura de mí misma-. Pero tenemos que ir con cuidado.

Nos montamos en su coche y él aparca en la calle de atrás de la residencia. Allí hay una verja bajita que no suele estar controlada y que da a uno de los jardines. Salto la valla con facilidad intentando no hacer ruido y animo a Luka a que me siga.

Una vez estamos dentro, le doy la mano y lo guío hacia el edificio a través de la oscuridad del patio. Abro un portón destinado a salida de emergencia y este cruje.

-Mierda, mierda, mierda-maldigo, él se ríe de mí por lo bajo.

La residencia está en completo silencio y nos metemos corriendo en el ascensor. Los segundos que tarda en cerrarse la puerta me parecen una eternidad.

-Vamos, vamos, vamos-estoy muy nerviosa, no quiero meterme en problemas. Miro a Luka, él también parece estar alerta.

Gracias al cielo no hay nadie por el pasillo de la séptima planta a esa hora y nos metemos en mi habitación sin levantar sospechas. Me tiro a mi cama, exhausta.

-Esta tensión no está pagada-suspiro.

-Yo creo que sí-se tumba encima de mí y me besa.

Echaba de menos el calor de su cuerpo y eso que lo he visto esta misma mañana. Lo separo de mí y le quito la camiseta; también me quito la bata. Lo empujo contra la cama y él se deja caer bocarriba. Estoy dispuesta a devolverle el favor de ayer.

Sueño cumplido (Luka Dončić)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora