18. Baloncesto

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Lunes, 10 de la mañana.

En cuanto Manu llega a la redacción nos llama a Carlos y a mí a su despacho. No puedo evitar ponerme nerviosa, estoy impaciente por saber la opinión de mi jefe sobre la entrevista.

-Veréis, he estado revisando todo y... la verdad es que me ha gustado mucho vuestro trabajo, estoy muy contento-dice Manuel sonriendo. Carlos y yo soltamos un suspiro de alivio-. Carlos, has trabajado genial, pareces un periodista consagrado. Cris, me ha encantado la naturalidad con la que te has tomado esta entrevista, tus preguntas van a darle un toque fresco e innovador al reportaje.

-Me alegro de que te guste, lo he pasado muy bien trabajando-afirmo acordándome exactamente de lo que significa para mí "pasarlo bien"-. ¿Cuándo saldrá la entrevista?

-El viernes como muy tarde estará lista, aparecerá anunciada en portada.

En cuanto salimos del despacho llamo a Luka para confirmarle la fecha en la que saldrá en Marca. Bueno, no nos engañemos, en realidad lo llamo por el mero hecho de escuchar su voz y hablar un ratito con él.

-Buenos días señorita-me dice en cuanto descuelga. Sonrío como una boba-. ¿Qué, ya me echas de menos?-no se puede hacer idea de cuánto, pero intento hacerme la dura:

-Imbécil-murmuro, él se ríe-. Te llamo para decirte que la entrevista saldrá el viernes.

-Agradezco que me lo digas pero a diferencia de ti, yo sí te echo de menos. Tengo esta semana de descanso. ¿Nos vemos esta tarde?

Parece que ya me he acostumbrado a quedar con el que hace dos semanas era inalcanzable para mí. A veces creo que estoy viviendo un sueño.

-Vale, ¿alguna idea?-pregunto esperando que me sorprenda.

-Vamos a echar un Basket-¿qué dice? ¿Se cree que sé jugar?

-Ni de coña, no sé hacer nada con el balón- respondo contundente.

-Venga, me dijiste que casi toda tu familia jugaba o juega al baloncesto, algo tendrás que saber-intenta convencerme pero yo sigo negándome-. De todos modos yo te enseño, seguro que soy un buen entrenador.

Me doy por vencida en cuanto se ofrece a entrenarme, la idea me parece de lo más tentadora.

-Pffff vale, pero no seas demasiado duro conmigo, ¿eh?-le ruego.

-No te prometo nada, a las 6 paso a por ti.

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Mentiría si dijera que no estoy nerviosa. El baloncesto es un deporte al que habré jugado varias veces en mi vida, pero nunca en serio. Me preocupa ser demasiado torpe y desesperarlo, pero me agarro a la idea de que soy una chica deportista y de que estoy bastante coordinada gracias al tenis.

Me visto con unos pantalones cortos algo anchos, una camiseta adidas y mis tenis nike. Me recojo el pelo en una coleta alta a la altura de la coronilla y me desmaquillo, hoy toca sudar.

Pasadas las seis salgo a la puerta principal de la residencia y me encuentro su coche aparcado. Dudo en cómo saludarlo después del beso del otro día, pero finalmente nos damos dos besos.

-¿Lista para convertirte en una jugadora de NBA?-dice mientras apoya su mano sobre mi muslo como ayer. Pronto se dará cuenta de que ese gesto me enamora y me pone muy nerviosa a partes iguales.

-Nunca he estado más preparada-afirmo siguiéndole el juego-. ¿Dónde jugamos, Pablo Laso Junior?

-En Valdebebas, Amaia Valdemoro.

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Narra Luka

Aparco el coche en el parking de Valdebebas y conduzco a Cris hacia una de las canchas que no suelen utilizarse. La veo bajar del coche con su pantaloncito corto y por poco tengo que ponerme un babero.

-¡Qué frío!-dice mientras caminamos hacia las instalaciones-. A veces me olvido de que estamos en noviembre.

-No te preocupes, pronto entrarás en calor-ambos nos miramos y reímos, los dos entendemos un doble sentido en esas palabras, como si fuésemos dos adolescentes.

Está guapísima sin maquillar y con el pelo recogido. En realidad está guapísima con todo lo que se pone.

Cuando entramos ella se sorprende:

-¿Y este pedazo de campo solo para los dos?-pregunta girando sobre sí misma.

-Eso no es todo, ahora viene lo mejor-me acerco a un altavoz gigante y conecto el móvil-. Entrenar sin música no es entrenar.

Suena "Me llamas" de Maluma y noto que le gusta la canción. Cojo dos balones del pequeño almacén de material y empiezo con mi clase:

-A ver hasta qué punto eres inútil-digo picándola. Me lanza una miradita de soslayo-. Tira un tiro libre.

Me hace caso y, como suponía, lo falla. "Empezamos bien" dice ella resignada. Presiento que tiene muy poca paciencia pero no puedo decirle nada, yo soy exactamente igual.

A pesar de no meter la primera canasta, sigue tirando y no se le da del todo mal para ser una de sus primeras veces. Le hago cambiar de sitio y de ángulo y se desenvuelve mejor de lo que esperaba. Mientras tanto yo me dedico a ensayar mi tiro también y ella alucina cuando meto varios triples seguidos limpios.

Pronto le enseño a hacer entradas por la derecha y luego por la izquierda. Se nota que no es la primera vez que coge un balón de baloncesto y la verdad es que es una chica muy coordinada. Su metro ochenta también le beneficia.

Cuando se empieza a escuchar "Súbeme la radio" de Enrique Iglesias, ella se acerca corriendo al altavoz para subir el volumen y yo no puedo evitar mirarle el culo. "Luka, contrólate, estás aquí solo para entrenar a una amiga".

No hay que ser muy listo para saber que en ese pabellón habían muchas más cosas encerradas que un simple entrenamiento entre amigos.

Sueño cumplido (Luka Dončić)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora