2. Un cambio radical

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Dos años después:

Acabado el mejor verano de mi vida, mi primer verano como mayor de edad, y acabado segundo de bachillerato y la PAU, tocaba dar un paso que sin duda iba a marcar un antes y un después en mi vida. ¡Me mudaba a estudiar a Madrid!

Ese había sido mi sueño desde que tengo uso de razón. Yo siempre he sido ambiciosa, siempre he soñado con volar del nido y vivir mis propias aventuras, y llegar a la capital es una motivación inmensa.

Aunque sabía que iba a echar mucho de menos a mi familia, mis amigos, mi casa y mi ciudad natal, estaba muy convencida de mi decisión y de la carrera en la que me había matriculado: Periodismo, algo a lo que he querido dedicarme desde niña.

Los comienzos no fueron nada sencillos en Madrid y a menudo añoraba mi antigua vida, pero no tardé en acostumbrarme a la residencia de estudiantes en la que vivía, muy cerca de la Universidad Complutense, donde estudiaba. Además, hice buenos amigos enseguida, de los que cabe destacar a Álvaro y Marta, con los que conecté al momento . Ellos tenían un año más que yo y me presentaron a su pandilla, quien a día de hoy son fundamentales en mi vida: Pablo, Marcos, Rocío y Vero.

Durante el primer mes salí mucho de fiesta, recorrí un montón de rincones entrañables de Madrid, conocí a mucha gente y disfruté de la vida. La carrera no me defraudó y me sentí como pez en el agua. Mis padres y mi hermana me visitaban a menudo, poniéndome como excusa para viajar a su ciudad favorita.

La vida iba sobre ruedas, todo era tranquilo y predecible.

Pero cuando pienso que las cosas solo pueden ir a peor, algo ocurre que cambia todos mis planes...

Sueño cumplido (Luka Dončić)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora