El miércoles es un día muy ajetreado en la redacción. Carlos y yo exponemos todo el material de ayer y los demás nos ayudan a editarlo y sacarle brillo. Al final de la jornada tendrá que estar listo para que Manuel lo supervise y le de el visto bueno.
Es mi primer proyecto importante desde que llegué aquí y tengo la sensación de haber participado más de lo que estaba previsto que participara; espero que mi jefe lo tenga en cuenta. Aunque mis preguntas no fueran tan profesionales y sofisticadas como las de Carlos estoy segura de que han aportado un toque fresco y juvenil a una entrevista que estaba siendo demasiado monótona.
El tiempo pasa volando y cuando miro el reloj de mi ordenador ya es la una de la tarde. A penas he tenido tiempo para pestañear pero me siento muy satisfecha trabajando aquí, rodeada de gente buena que se apoya mutuamente.
Cerca de las dos Carlos y yo llamamos a la puerta del despacho de Manuel, que nos recibe con su simpatía habitual:
-Vamos a ver qué me han traído mis niños-dice tendiéndonos la mano.
Carlos le entrega un pen drive con nuestro trabajo y Manu nos promete que lo mirará en cuanto pueda y nos dará el veredicto final.
Me voy con mi compañero de entrevista a comer al Pans & Company que hay cerca de la redacción para celebrar nuestro trabajo y esfuerzo.
Carlos es muy agradable, aunque algo tímido. Durante la comida nos conocemos más y mejor y se abre a mí: me cuenta que tiene una novia en Sevilla y que la echa mucho de menos, pero que lo ha pasado mal porque su familia nunca la ha aceptado demasiado.
Yo también me abro a él y le cuento mi breve historia con Marcos y mi tonteo con Luka Dončić, con lo que alucina:
-Ya decía yo que os veía muy juntitos en la entrevista-me dice con sorna-. Conectasteis muy bien en cuanto abriste la boca-añade sonriendo.
-Ah, por cierto, gracias por dejarme sola con él-recuerdo-.Gracias a eso he conseguido su número, te debo una.
-No me debes nada tonta, solo intuí que algo se estaba cociendo y os dejé hacer. Me alegro mucho por ti y espero que la cosa siga para delante.
Me siento muy aliviada al poder contarle mis dudas y experiencias a una persona que aún no me conoce lo suficientemente bien como para juzgarme. De pronto siento que Carlos es un amigo en el que puedo confiar a pesar de conocerlo de hace un par de semanas.
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Después del almuerzo me despido de Carlos y prometemos quedar para comer más veces; hemos pasado un rato muy agradable y a ambos nos viene bien despejarnos de la rutina.
No he tenido tiempo de mirar el móvil en todo el día y aprovecho el metro de vuelta a la residencia para revisar mis aplicaciones favoritas.
Abro Whatsapp: mensajes de mi madre, mi grupo de amigos de mi antigua ciudad, el chat de grupo de la resi...todos pueden esperar.
Me paso a snapchat y tampoco encuentro nada demasiado interesante, hasta que el nombre "Lukita 🏀" vuelve a aparecer en la pantalla de mi móvil. No puedo evitar ponerme un poco nerviosa, es increíble el efecto que tiene en mí.
Esta vez aparece una foto de él poniendo morritos y una frase: "Estás perdida, Rihanna".
Que se acuerde de mí me sigue sorprendiendo y a veces me creo que todo esto es una broma. Le respondo con un efecto muy gracioso en mi cara y levantado el dedo índice: "Aquí estooooooy".¿Alguna vez parará este jueguecito de adolescentes? ¿Alguna vez me escribirá o me llamará? ¿O debo ser yo quien dé el primer paso? Aunque la idea me parezca tentadora, no puedo permitirme parecer una desesperada. Definitivamente esperaré a que él se acerque y, si no lo hace, podré quitarme los pájaros de la cabeza para siempre.
Entonces yo ni imaginaba todo lo que estaba por venir...
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Sueño cumplido (Luka Dončić)
FanfictionCuando Luka Dončić llegó a mi vida yo no era más que una joven perdida intentando hacerme un hueco en Madrid y en el periodismo nacional. Pero a veces las mejores cosas llegan en los momentos más inesperados para poner nuestro mundo patas arriba.