Sueño cumplido (Luka Dončić)

45. Quien riendo las hace...

Sábado 27 de febrero

Mañana, domingo 28, es el cumpleaños de Luka y le hemos organizado un fiestón sorpresa entre Dino, Luci y yo esta noche, de forma que cuando den las doce, el esloveno ya haya cumplido los veinte años. Hemos alquilado un local e invitado a todos sus amigos, la mayoría del baloncesto.

Estoy en casa de Lucía preparando los últimos detalles.

-Entonces Dino lo trae sobre las diez diciéndole que van a cenar y ya está-me dice mientras revisa la reserva en su IPad.

-¿Crees que sospechará algo?

-Claro que no, su cumple es mañana y se supone que ya hemos hecho planes para celebrarlo con él.

Tengo muchas ganas de que llegue esta noche y, como no tengo nada que hacer hasta entonces, paso el día en casa de Luci. Comemos, dormimos un poco la siesta en los sofás y nos arreglamos para la fiesta. Bailamos como si se nos fuese la vida en ello al ritmo de Maluma mientras nos maquillamos y nos planchamos el pelo la una a la otra. Es increíble cómo en tan poco tiempo esta loca se ha convertido en alguien con quien puedo ser yo misma y con quien puedo compartir el placer de la locura.

El local que hemos alquilado no es muy grande, pero está muy bien. Tiene una buena barra con una gran variedad de bebidas, una especie de pista de baile, una pequeña cabina de DJ y algunos sillones apartados con cachimbas. La luz es tenue y elegante y, lo más importante, hemos conseguido que nos cierren el bar solo para nosotros.

Luci y yo llegamos las primeras y el dueño, amigo de la malagueña, le deja las llaves y nos da algunas indicaciones y normas. A partir de las nueve y media empiezan a llegar los invitados. Entre ellos destacan los hermanos Juancho y Willy Hernangómez, jugadores de la NBA y amigos de Luka desde que el esloveno vino a probar suerte a Madrid con tan solo doce años.

Los dos madrileños se funden en un abrazo con Lucía.

-Mis niños chicos-dice ella cuando se separan-. Por fin aquí, pesados.

Han aprovechado un breve parón de la NBA, antes de que se juegue el All Star, para venir a ver a su familia y a Luka.

-¿Así que tú eres la novia de Lukita?-me pregunta el mayor de los hermanos, Willy, una vez nos presentan.

-La misma.

-Con lo guapa que eres, ¿qué haces con el parguela ese?-interviene Juancho rodeándome los hombros con un brazo en un gesto de confianza inmediata.

-Me lo dicen mucho, no sé por qué será-los tres reímos.

Con amigos así, ¿quién necesita enemigos, Luka? Presiento que estos hermanos y yo nos vamos a llevar muy bien.

También conozco a Jonathan Barreiro, baloncestista de la cantera del Real Madrid que actualmente juega en el Tecnyconta Zaragoza. Me parece muy simpático pero noto que me mira demasiado. "Creo que te has pasado con el escote, Cris"-le digo a mi subconsciente.

Los tres deportistas a los que he conocido superan los dos metros de altura y son bastante guapos. ¡Cómo me está gustando este mundillo del baloncesto!

Entre los invitados también están jugadores como Acoydan McCarthy y Francisco del Águila, también de la cantera blanca, o Alex Suárez, a quien ya tengo el gusto de conocer y con el que charlo animadamente y río durante toda la noche.

Entre tanto deportista destaca un pequeño grupo formado por los amigos eslovenos de Luka. Según Lucía, tenían pensado venir de vacaciones a Madrid para ver algunos partidos de su amigo y han aprovechado su cumpleaños para hacer las maletas y coger el avión rumbo a la capital española.

Dino, que es el que los conoce mejor, aún no ha venido, pero Luci me insiste en que vayamos a hablar con ellos para que estén más integrados. De todos modos, se ve que ellos solitos ya se entretienen, ya que están riendo y bromeando aislados del mundo. Me quedo con algunos nombres: Lenart, Klara, Tadej y Jernej. Vaya nombres más raros tienen los europeos del este.

Solo chapurrean un poco el español por lo que hablamos con ellos en inglés. Luci me presenta como la novia de Luka, algo que me incomoda un poco ya que no los conozco de nada y al fin y al cabo ellos son sus amigos de toda la vida, pero bueno; tarde o temprano se tendrían que enterar.

Mientras nos presentábamos unos a otros me he fijado en una chica que me sonaba bastante. Cuando me ha dicho su nombre he recordado al instante quien era:

-Yo soy Ana María. ¿Entonces eres la nueva novia de Luka?-me pregunta en un español bastante bueno.

Luego me contaría que ha estado viviendo en Barcelona haciendo cosas de modelaje, que viene a España a menudo y que siempre se ha interesado por aprender idiomas. Una chica diez, la muy zorra.

Noto cierta tirantez en lo de "la nueva novia de Luka", pero decido dejarlo estar. "Tengamos la
fiesta en paz"- pienso para mis adentros.

La escena es bastante surrealista. Si es la ex de Luka, ¿qué coño hace aquí? Decido preguntárselo a Lucía para salir de dudas:

-A ver, son novios de toda la vida y cuando lo dejaron acordaron ser amigos. Luka le sigue teniendo mucho cariño y por lo que se ve ella también a él-me explica mi amiga.

-Ah, pues maravilloso-apunto con un toque de ironía.

-Cris, ¿te preocupa que esté aquí en serio?-levanta una ceja incrédula.

-Venga tía, no me jodas. Dime qué posibilidades tiene una persona de encontrarse en una fiesta sorpresa de su novio a la ex del mismo-me quejo malhumorada y ella se ríe de mí-. ¿De qué te ríes ahora, a ver?

-De ti, imbécil. Te ahogas en un vaso de agua. Disfruta y en cuanto llegue Lukita tú cómele bien los morros delante de la rubia guarrilla esa.

-Lo pienso hacer. Y por lo que veo, la chica te cae tan bien como le cae a Dino.

-Cuando teníamos que aguantarla por estar con Luka, Dino y yo fantaseábamos con meterle una paliza diaria a la subnormal esa-confiesa tan sutil como siempre.

Reímos a carcajadas con las cosas que me cuenta sobre la eslovena mientras la miramos sin disimulo alguno. Quien riendo las hace, llorando las paga. Más pronto que tarde me daría cuenta de que el refrán no iba nada desencaminado.