-No pienso ir-le digo cruzándome de brazos.
-Venga, Cris. Es su primer partido con el primer equipo, sabes que le hará ilusión que estés allí-me dice Lucía revolviendo su plato de pasta con el tenedor.
-Lo sé, pero es que no sé si estoy preparada para ver a Luka.
-Tarde o temprano tendrás que verlo y es la oportunidad perfecta para que habléis.
A regañadientes acepto. No quiero perderme un partido tan importante para Dino. Su sueño de llegar al primer equipo por fin se va a cumplir y yo tengo que estar ahí para verlo, al igual que él siempre ha estado conmigo cuando lo he necesitado.
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Llegamos a nuestros asientos del Palacio, en primera fila, quince minutos antes de que empiece el encuentro. El equipo está calentando y no puedo evitar buscar a Luka. Algo se rompe en mi interior cuando veo que mira hacia donde estamos Lucía y yo. Instintivamente bajo la cabeza. No soporto tenerlo a unos metros pero sentirlo a kilómetros de distancia. Mis impulsos más primitivos me llevarían a saltar la valla que separa las gradas del parqué y correr a sus brazos como una niña pequeña, como si nada hubiera pasado; pero la poca sensatez que me queda me obliga a permanecer sentada, mirar hacia abajo y suspirar. Suspirar de frustración, ansiedad y tristeza.
Dino se acerca a la grada a saludarnos. Besa a Luci y me abraza a mí.
-Gracias por venir, sé lo que te cuesta-me agradece.
-Es lo mínimo que podía hacer.
Le deseamos suerte al nervioso Dino y parece que eso le ayuda, porque hace un partido muy bueno, estrenándose en el club blanco con veinte puntos de valoración.
Cuando acaba el último cuarto, Luci sugiere ir a la zona de vestuarios a esperar a su novio allí. Yo no me siento capaz de afrontar un encontronazo con Luka, por lo que decido esperarla en el hall. Observo cómo el Palacio comienza a vaciarse mientras muevo mi pie derecho impaciente. El tiro me sale por la culata porque encuentro a alguien a quien no quiero ver ni en pintura.
-Hola, Cris-me dice Jonathan.
-Hola-contesto cortante.
-Sobre lo del otro día, creo que...
-No tengo nada que hablar-le interrumpo.
-Pero...
-Me tengo que ir, adiós-comienzo a caminar deprisa por el pasillo que lleva a los vestuarios. Al final voy a tener que ir al sitio que estaba evitando.
-Vamos a hablar-alza la voz y acelera el paso hasta alcanzarme.
-Que te he dicho que no-grito también.
-Vamos, ¿qué pasa? ¿Te arrepientes? ¿Me vas a negar que te gustó?-inquiere sacándome de mis casillas.
-Eres un hijo de puta-exclamo dándome la vuelta, a apenas unos pasos de la zona de vestuarios.
-Pues la otra noche decías algo más bien distinto-contesta con suficiencia.
Intento ignorarlo, pero se acerca a mí, me agarra del brazo y me acorrala contra una columna.
-Vamos, nena. Ya está hecho, ahora solo podemos repetirlo-dice acercando su boca a mí,a lo que yo me resisto.
-¡Que me sueltes ya, joder!-grito completamente fuera de mí.
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Narra Luka
Estoy a punto de salir del vestuario cuando escucho unos gritos. La voz que los emite es inconfundible, así que corro hacia el lugar del que proviene el ruido para encontrarme al hijo de puta de Jonathan acorralando a Cris.
-¿No te ha dicho que la sueltes?-inquiero acercándome a él.
Jonathan se separa y Cris me mira con los ojos desorbitados.
-El otro día no decía lo mismo-dice Jonathan con una sonrisa de superioridad.
-¿Cuándo?-pregunto un poco desorientado.
-Cuando me la follé en mi cama-suelta el gallego.
Mi instinto es lanzarme a por él. Cierro mi puño derecho y lo estampo en su cara, golpeándole la nariz. No tardo en recibir respuesta, esta vez en el labio. Escucho la voz de Cris de fondo: "Luka, para, por favor", pero en mi cabeza solo hay un pensamiento: matar a ese cerdo.
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Narra Cris
Cuando empiezan a pelearse no puedo hacer otra cosa que llorar. Mis intentos de que paren son inútiles, por lo que corro al vestuario a pedir ayuda. Por suerte aún quedan algunos rezagados que se interponen entre Jonathan y Luka. Taylor se lleva a Jonathan y Dino, acompañado de Lucía, lleva a Luka al vestuario.
Me quedo allí plantada, asimilando lo que acaba de pasar. Por mi culpa, dos amigos de toda la vida y futuros compañeros de equipo han intentado matarse el uno al otro. Ahora Luka sabía lo que había pasado en casa de Jonathan y, lo que es peor, no se había enterado por mí.
Dino y Luci salen del vestuario y se dirigen hacia donde estoy, sentada en el suelo, apoyada en la misma columna.
-¿Estás bien?-Luci me abraza.
-Sí.
-¿Se ha enterado, verdad?-pregunta Dino, al que le he contado todo sobre Jonathan como el mejor amigo que es.
-Sí, y lo peor es que se ha peleado con su amigo por mi culpa-rompo a llorar.
-Muy amigo suyo no debía ser después de lo que ha hecho-me tranquiliza Lucía.
-Creo que deberías hablar con Luka-me anima Dino-. Si necesitas cualquier cosa, estamos en el bar de enfrente.
Le hago caso a mi amigo y me acerco al vestuario con el corazón desbocado. Me seco las últimas lágrimas con el dorso de la mano y toco a la puerta con los nudillos y un miedo cada más grande en mi pecho.
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Sueño cumplido (Luka Dončić)
FanfictionCuando Luka Dončić llegó a mi vida yo no era más que una joven perdida intentando hacerme un hueco en Madrid y en el periodismo nacional. Pero a veces las mejores cosas llegan en los momentos más inesperados para poner nuestro mundo patas arriba.