Pasamos la mañana en el Retiro. Hace un día muy bueno a pesar de ser finales de noviembre. Damos un paseo por este bonito parque Madrileño y luego vamos a comer a Gran Vía.
Estamos en su coche de camino a su casa. Son las cinco de la tarde y tenemos pensado pasar el resto del día tirados en el sofá...descansando.
Está sonando Los Cuarenta Principales y uno de los locutores empieza a decir algo que llama mi atención: "Mañana por fin vuelven a enfrentarse el Real Madrid y el Atlético de Madrid en el derbi madrileño, esta vez en el Viejo Chamartín. Será un partido muy importante para lo ajustada que está la liga en estos momentos...".
-Jo, qué suerte la gente que puede ver estos partidos en el campo, con lo que me gusta a mí el fútbol- suspiro mirando por la ventana.
-¿Has estado alguna vez en el Bernabéu?-pregunta Luka sin apartar la vista de la carretera.
-Un par de veces, pero nunca en partidos demasiado importantes. Es prácticamente imposible encontrar entradas para derbis o clásicos con todos los socios y compromisos que tiene el Madrid.
-Pues yo soy uno de esos "compromisos". A principio de temporada nos ofrecen entradas a los jugadores para todos los partidos que queramos en el Bernabéu.
-Ya hijo ya, qué envidia me das. ¿Irás mañana, verdad?
-Claro, contigo-responde tranquilamente.
¿Qué? ¿Lo está diciendo en serio?
-¿Cómo? -pregunto ilusionada.
-Tengo dos entradas, pero si no quieres ir se la regalo a alguien, ¿eh?-me pincha sabiendo que no voy a desaprovechar esta oportunidad.
-¿Estás loco? ¡Claro que quiero ir! ¿Quién iba a perderse algo así?
-Pues hecho, mañana nos vamos al Bernabéu. El partido es a las cuatro y cuarto.
-Te quiero, te quiero, te quiero- grito mientras le aprieto la mano-. ¡No puede ser, voy a ir al Bernabéu!
Estoy tan feliz como una niña con zapatos nuevos. Uno de los sueños frustrados de mi infancia se va a cumplir, de la mano del hombre de mis sueños.
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Son las tres y media. Estoy bajando en el ascensor de la residencia con mi camiseta del Madrid puesta. No puedo negar que estoy bastante nerviosa, tanto porque voy a ir al Bernabéu como por el resultado del partido ante uno de los mayores rivales.
La pasión por el fútbol me viene de familia, donde desde pequeñas mi padre nos ha inculcado a María y a mí que hay que ser del Madrid y no del Barça. Lo que en un principio consistía en ir a casa de los abuelos a ver los partidos importantes se convirtió en no perderse ni un solo encuentro.
Nunca olvidaré una frase que me dijo mi padre cuando empecé a aficionarme a este deporte: "No te metas en este mundo, que es sufrir y sufrir". Y tenía toda la razón, he sufrido mucho por mi Madrid, he llorado, he estado toda una semana cabreada e incluso he dormido mal; pero también me ha dado muchísimas alegrías, tantas que hacen que las derrotas valgan la pena.
Los domingos por la tarde se convirtieron en algo mucho más divertido y las semanas con Champions en martes o miércoles eran mucho más llevaderas. En mi casa no había un solo día que no se hablara de fútbol y cuando el Madrid perdía se notaba a kilómetros, el ambiente era frío y tenso.
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Sueño cumplido (Luka Dončić)
FanfictionCuando Luka Dončić llegó a mi vida yo no era más que una joven perdida intentando hacerme un hueco en Madrid y en el periodismo nacional. Pero a veces las mejores cosas llegan en los momentos más inesperados para poner nuestro mundo patas arriba.