Narra Luka
Dino me ha propuesto ir a cenar esta noche. Ya que jugué ayer en el Palacio y no tengo partido hasta el miércoles, me parece una buena idea. Dice que necesitamos una noche de colegas para hablar un poco de la vida. A saber de qué quiere hablarme este ahora.
Mañana es mi cumpleaños y vamos a salir a comer Dino, Cris, Luci y yo para celebrarlo. Me han insistido, porque la verdad es que a mí los cumpleaños empezaron a sudármela desde que cumplí los dieciocho, pero son mi gente y no veo mejor plan que pasar el día con ellos.
Sobre las diez nos montamos en el coche de Dino. Dice que me va a llevar a una hamburguesería que han abierto hace poco y que está de puta madre.
Llegamos a una calle que me suena, pero no podría decir dónde está ni cómo se llama porque tengo bastante mala orientación. Dino aparca en batería y andamos hasta una puerta.
-¿Este es el restaurante?-pregunto extrañado.
-¿Tiene pinta de restaurante?
-No mucha.
-Pues claro que no, gilipollas-me da una colleja y me quejo; ya se la devolveré-.Tengo que recoger una cosa primero de casa de un amigo.
Saca una llave de su bolsillo y abre. Esto es raro de cojones. Cuando entramos, todo está oscuro.
-¿Dónde cojones me estás metiendo, loco?-vuelvo a preguntar.
-Cállate ya, pesado.
Lo sigo por un pequeño pasillo hasta que atravesamos una puerta. Está todo negro y en silencio y ya no sé qué esperarme.
De repente, se enciende la luz y se escucha un "Sorpresa".
-Cabrones-es mi primera reacción.
La segunda es abrazar a Dino.
-Felicidades, tío-me dice mientras me da unas palmaditas en la espalda.
Cris y Luci se acercan a mí enseguida y me ponen una banda en la que se lee: "Rubio veinteañero" y un emoticono giñando un ojo. Me río ante la ocurrencia de estas dos locas.
La niña de mis ojos está radiante, con un vestidito negro que resalta sus curvas y que ya me está descentrando. Se lanza a mi cuello, le rodeo la cintura y la beso, sin importarme que todos los presentes nos estén mirando.
-Felicidades adelantadas, amor-me dice cuando separamos nuestras bocas.
-Sois los mejores-ahora me dirijo a Luci, a la que estrujo entre mis brazos.
-Te lo mereces, rubiales-me contesta mi mejor amiga.
Poco a poco se van acercando los demás a saludarme. Los que más me sorprenden son Juancho y Willy.
-¿Qué hacéis aquí, mamones?-les pregunto mientras los saludo con palmadas en la espalda que son más fuertes de lo necesario.
-Vacaciones de la NBA-me responde Juancho.
-Y teníamos que venir a verte, parguela-Willy me da una colleja como de costumbre.
También están Jonathan, Paco, Acoy y otros colegas con los que jugué en el Juvenil del Madrid a los que me alegro mucho de ver; son mis amigos desde que vine a España y están todos aquí solo por mí. Es un detallazo de cojones.
Reparo en un grupo un poco más apartado y distingo a una rubia que me es muy familiar. Es Ana María, y junto a ella están mis mejores amigos de toda la vida. Sin duda son lo que más echo de menos de mi país natal.
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Sueño cumplido (Luka Dončić)
FanfictionCuando Luka Dončić llegó a mi vida yo no era más que una joven perdida intentando hacerme un hueco en Madrid y en el periodismo nacional. Pero a veces las mejores cosas llegan en los momentos más inesperados para poner nuestro mundo patas arriba.