—No puedes, no limpiarás la herida correctamente—digo soltándome de su agarre, pero él me vuelve a detener.
—Te dije que lo haré yo —me dice.
Asiento y le doy el algodón, cuando termina de limpiarse la herida, le doy la curita para que se lo coloque pero le sale chueca así que me acerco y se lo vuelvo a poner. Me mira confundido por unos segundos pero accede.
— No vuelvas a tocarme —dice Jungkook de manera seria después de acomodar la curita en su rostro— está en nuestro contrato.
No puedo evitar fruncir el ceño, ¿a qué se refiere con tocar? Debí gritarle cuando me salvo de ser atropellada porque toco mi hermoso y bello cuerpo [nótese el sarcasmo] Sí que los coreanos son algo extraños, tan solo le puse una curita, no fue nada del otro mundo. Asiento a su comentario y volteo hacia la ventana para evitar mirarlo.
Cuando llegamos a mi departamento, bajo del carro sin despedirme obviamente. ¡Hay por Dios! Tenemos casi la misma edad, no seré formal con él. Además ya estoy en la puerta de mi departamento que queda en el cuarto piso, estoy a punto de abrirlo con mi llave. Volteo hacia abajo y el auto todavía sigue ahí. Hago caso omiso a eso y entro.
- Ahhh... por fin, casita —digo aliviada. Echándome en mi cama.
Vivo en un departamento pequeño que compré recién este año después de tantos trabajos de medio tiempo y mis ahorros. Este año decidí independizarme debido a que mi casa queda en otra ciudad y para venir e irme de nuevo era muy atareado y un poco ineficiente para mis clases y trabajos en la universidad. Bueno no negaré que extraño a mi mamá y a mi tonto hermano menor, pero voy todas las veces que puedo ir, aunque ya han pasado varias semanas que no puedo ir aún así hablo con ellos por teléfono.
¡Y ahora ni creo que pueda ir! Me había olvidado por completo de mi falso compromiso con el delicado Jungkook, me pregunto si todavía estará a la defensiva conmigo. Por cierto, no me ha llamado hoy, siempre está llamándome a cada rato para tener que alistarme y dándome ordenes por todos lados de cómo debo comportarme para no echar a perder su plan.
Acabo de terminar mis clases y me dirijo a comprar algo para comer, ¡me muero de hambre! No pude tomar ni siquiera desayuno por estar estudiando y realizando unos adelantos de mi trabajo para la próxima semana, y todo ¡POR CULPA DE JUNGKOOK! Si no se hubiera puesto a pelear con Jimin, hubiera estado temprano en casa y habría hecho todo a tiempo.
Mi estomaguito está grujiendo. Compro una galleta de chocolate y un jugo (¡Dios mío! Como me nutro). Me siento en una banquita que esta a unos metros de mi aula. Mis amigas se fueron a la biblioteca.
Mmmmm... que rico! Amo el chocolate! –pienso. Un sonido invade mi pensamiento de amor al chocolate🍫. Acaban de lanzarme algo por los pies.
— ¿Huevo? —miro hacia el suelo, en donde está el huevo estrellado. Me paro y levanto mi mirada para ver quién fue pero es inútil porque me llegan más golpes, no sé si siguen siendo huevos pero duelen y mucho.
Trato de tapar mi rostro con mi mano, volteo la cara hacia el lado contrario para protegerme de los huevos que me lanzan, pero de repente se detienen aunque sigo escuchando golpes pero no llegan a mí.
Levanto la mirada para ver qué sucede y me doy con la enorme sorpresa que alguien los está recibiendo por mí.
¡OH POR DIOS! ¿¿¿¡¡¡¡¡¡QUÉ ESTA HACIENDO ÉL AQUÍ Y RECIBIENDO GOLPES POR MÍ!!!???
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Compromiso Falaz ~JK, TAE, JM
Novela Juvenil- Seré directo, no pienso casarme contigo -me dice. - ¿Acaso crees que yo quiero? -digo frunciendo el ceño.