Pase... lo que pase.

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Debía pensar dónde podría estar __________. La conocía perfectamente para saber que su mejor amiga era Summer. Justin se dio cuenta de que frente a su casa aún estaba el coche de Milena. Se acercó. ¿No se había ido aún? No vio a nadie. Solo algo de cargamento en el asiento del copiloto. Algunas balas y cintas de armas.

- Mier.da. – masculló Justin. – ¡Mier.da!

Se fue a toda prisa hacía su garaje, cargó con su querido subfusil con silenciador y se montó en su MTT Turbine. Poniéndose el casco a toda prisa, cogiendo los doscientos quilómetros por hora en menos de un minuto

Un frenazo quedó marcado en el asfalto de la carretera. Cuando ___________ no podía dormir se iba a su clínica a trabajar. Aún que fuera de noche… o quizás la madrugada. Eran ya tocadas la una de la mañana. Si no estaba allí, iría directo hacia a casa de Summer. Pero sabía cuáles eran las intenciones de Milena antes de irse a Rusia. Y para nada lo permitiría. Para nada. Protegería a ________ a muerte.

Se dio cuenta de que la puerta estaba abierta. Entró sin pensárselo dos veces. El pasillo estaba oscuro. A cualquier persona normal le hubiera dado un poco de miedo entrar allí. Pero no a Justin. Cargó su subfusil, preparándolo, mientras se dirigía hacia el despacho de __________. El único sitio donde había luz. Entró sin pensárselo dos veces. _________ estaba sentada en su escritorio, pasando algunas cosas a ordenador. Él miró a su alrededor, intentando buscar algo. Si se hubiera equivocado… __________ lo odiaría aun más…

- ¿Qué co.jones haces aquí? – dijo ella, frunciendo el ceño.

- No son horas de trabajar, cariño. – le dijo Justin, apoyando los brazos sobre la mesa. – vine porque Milena quiere…

- ¿Algún problema conmigo?

La voz de ella sonaba a espaldas de Justin. __________ abrió los ojos al ver que ambos iban armados. ¡Y qué armas! Eran del tamaño de su pierna… Justin se giró.

- Demasiados, querida. – le espetó Justin.

- No decías lo mismo esta tarde cuando justo te situabas entre mis piernas…

Un suspiro desesperado se escapó de _________. Se levantó.

- Oye, si tenéis que arreglar algo, arreglarlo solos. Paso de oír más burradas. –

Cogió su carpeta y esquivó su mesa, con Justin apoyado. Un disparó la sobresaltó.

Demasiado cerca, demasiado cerca de sus pies.

- Quieta ahí. – le dijo Milena acercándose a ella. – Justin me la suda, yo a la que quiero es a ti.

- ¿Qué? - __________ alzó una ceja.

Milena se acercó más. Justin se avanzó y se interpuso en medio de ambos.

- Guarda las distancias, zorra. – le espetó, apuntándola con su arma.

- No te atreverás. – se burló ________.

- Ponme a prueba.

___________ se situaba detrás del gran cuerpo de Justin. Se sentía protegida... pero a la vez tenía los nervios a flor de piel. En cambio, ellos dos parecían estar tranquilos.

Solo la tensión del cuerpo de Justin la sacó de dudas. Quizás él también estaba preocupado. Pero preocupado… por ella.

- Justin… - murmuró ________, a punto de estallar a llorar de nuevo.

- Sh… sé que estás… muy enfadada conmigo… pero permanece detrás de mí. – colocó su mano libre, apoyándola en un muslo de __________. Ella no hizo más que agarrar la mano de Justin, sintiéndose más segura. Estaba con ella, estaba allí, con ella… Los dedos se entrelazaron. Justin esbozó una sonrisa. – que sepas que te amo… y nunca, nunca dejaré de hacerlo… pase lo que pase.

- Que tiernos... siento interrumpir el magnífico momento, pero debo matar a alguien. – cargó su revolver webley. – ven aquí _______... – dijo acariciando la carcasa de su poderosa pistola. – No te va a doler…

- Cállate, joder. – le dijo Justin.

- ¿O quieres que Justin también salga herido de aquí?

________ tragó saliva.

- Te aseguro que si cumplo mi misión atravesando bien esa preciosa cabecita tuya, me iré de aquí sin más… y dejaré a Justin tranquilo… si no… primero lo mataré a él… - dijo señalando a Justin con la pistola. – y luego a ti. Que monos. Una muerte doble.

- Te estás equivocando… - dijo Justin. – la única que saldrá perdiendo de aquí eres tú.

- ¿Sí? ¿Por qué?

- Por esto. – se sacó un cuchillo del cinturón y lo lanzó, clavando el pantalón de

Milena en el suelo. Seguido disparó, repasando todo el cuerpo de la mujer, como un sencillo colador. – Jódete.

El cuerpo de Milena cayó al suelo. Justin respiró hondo y profundamente. Des de atrás, escuchó la voz de __________.

- No puedo creer que hayas hecho esto… - masculló. – acabas de matar a Milena.

Justin dejó ir su metralleta. Se giró y abrazó a __________. Ella se dejó hacer.

- Por ti… esto y más… y mucho más…

________ suspiró, entrando en lloro otra vez. Se agarró al cuello de Justin, que la levantaba con ganas, energía. Amor. Y empezó a llorar.

- Siento lo que te dije… - sollozó. – no podrías darme asco, nunca… nunca… y no podría odiarte… ni mucho menos… pero estoy enfadada, muy enfadada…

- ¿Eso quiere decir que me darás otra oportunidad? – dijo Justin, con los ojos acuosos y mirándola, algo más contento. – te prometo que haré lo que sea… nunca, nunca volveré a cometer un error similar…

- Justin… yo… - _________ agachó la mirada, intentando buscar la respuesta correcta. Cuando todo pasó en un momento. Vio a Milena quitándose un chaleco antibalas y levantándose, a duras penas. Había un charco de sangre debajo de ella, pero estaba viva. - ¡Justin! ¡Justin, cuidado! – dijo ________ horrorizada.

Demasiado tarde. Justin no se dignó a girarse. Cogió su metralleta, cubriendo el cuerpo de ___________. Y disparó detrás de él, sin importar la de balas que estaba recibiendo en su propio cuerpo.

- Quédate debajo de mí, ni se te ocurra moverte. – dijo en un gruñido.

___________ sintió como su propia bata se manchaba. Como ese blanco se volvía de un rojo intenso, del color de la sangre de Justin.

- ¡Justin! – gimoteó.

Vio como el cuerpo de él resbalaba por el suyo.

- Mi amor… - murmuró, antes de terminar tendido frente a ________. - Lo... lo siento...

La vista de ella se nubló. Quizás por odio, quizás por todo el cúmulo de lágrimas. No lo pensó dos veces. Ya era hora, ya era hora de dejar de ser una tonta llorona y ponerse las pilas. Cogió el subfusil de Justin. Pesaba, mucho, pero lo cargó sin ningún problema. Se puso en frente de Milena, que igual que Justin, estaba llena de sangre, tendida al suelo. Respiraba con dificultad, pero respiraba.

- Jodida cabrona. – sonrió Milena. – Vas a morir… - levantó su pistola hacia a ___________. Pero ella pisó su brazo, haciendo que Milena gimiera de dolor.

____________ se sentó encima del cuerpo de la pelirroja. Sonrió cínicamente.

- No sabes lo que acabas de hacer. – masculló mientras las lágrimas recorrían sus mejillas. – Maté a tu hermana con mis propias manos. Tú vas por el mismo camino. – Apuntó la gran arma en la cabeza de Milena que intentaba resistirse. –

¿Ahora quien es la mosquita muerta? – masculló apretando el gatillo. – Nos vemos en el infierno, puta. – y disparó, atravesando la cabeza de Milena. Y esta vez sí: muerta. —

PROTEGEME [Hot] (Justin Bieber y tu) - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora