PROTEGEME [Hot] (Justin Bieber y tu) - TERMINADA

Big gift

A ________ le cogió un ataque de ansiedad cuando lo vio desaparecer por la puerta.

Se sintió mareada. Sabía que estaba en Nueva York. Pero esto era Los Ángeles.

Donovan había llegado a Los Ángeles. Donovan estaba en la misma jodida región que ella.

- Tranquila. – se dijo. – tranquila, quizás no quiera nada ¿Por qué iba a querer nada? Si quisiera algo me lo hubiera dicho ahora. – suspiró. – si quisiera matarme hubiera tenido la oportunidad ahora.

Suspiró. Recordó que Alex era un loco coleccionista de mujeres. Mujeres que no habían querido tener una relación con él. Las mataba y se las quedaba, para él, solo para él, para que ellas, muertas o vivas, supieran a quien pertenecían. Y ella había sido la última que lo había rechazado. Entrecerró los ojos y se dio cuenta de la suerte que había tenido al que Snade le asignara a Justin la misión de protegerla.

- ¿Naiara? – Su voz pareció un gemido ahogado.

La niña abrió la puerta. _________ le puso bien la ropa y la cogió para que llegara a la encimera, para limpiarse las manos.

- ¿Querrás postres? – le dijo su madre.

- No, estoy llena. – Naiara jugó con uno de los pendientes de _________. –

Mamá, papá me dijo que me parezco a ti.

- Cierto. – sonrió.

- Pero tú eres muy guapa.

A _________ se le pasaron todas las penas. Naiara abrazó el fino cuello de su madre.

- Te quiero. – dijo, con su voz aguda, aun de niña.

- Y yo mi vida. - ________ se quedó pensativa.

Se decidió a salir. La cara de Justin no le gustó. Para nada. Su padre lo había avasallado a preguntas. Y se suponía de que tipo.

- Será mejor que nos vayamos, cariño. – le dijo ________ a Justin, salvándolos a los dos de aquella situación. – Naiara está cansada.

__________ no dejó tiempo para que los demás respondieran. Les dios dos besos a cada y uno y al acercarse a Ellen, le susurró al oído.

- A ti es a la única que he echado de menos. – Su hermana le sonrió complaciente.

- Que vaya bien ________, nos volvemos a ver en la boda. —

Donovan está en la ciudad. Naiara se había dormido de vuelta a casa. Justin la cogió en brazos y la llevó hasta su cuarto, mientras __________ se lo quedaba mirando, embobecida. Lo adoraba, era… era más que estupendo. Se decidió a irse a su habitación. Se estaba sacando los zapatos cuando la puerta se cerró y careless whisper sonaba de fondo. Justin la rodeó por la cintura, apartándole el pelo y besándole el arco del cuello. La melodía del saxo, de fondo, lo hacía aún más romántico. Justin se tambaleó un poco, haciendo que __________ también se moviera a su compás. Las manos de

Justin se posaron en sus hombros y los amoldaron, haciéndola gemir.

- Estás tensa… - susurró Justin.

- Mis padres me estresan. – ella agachó la mirada. – Lo siento.

- No pasa nada. – sonrió y la hizo girar, para mirarla a la cara. – Tu no tienes la

culpa. – acarició su barbilla y la besó, juntando su cuerpo con el de ella. – Mmh, sabes a Bayleis.

_________ apoyó su cabeza en el pecho de Justin. Él suspiró.

- Nena, no me gusta verte así.

- Bueno… - ________ tenía ganas de llorar. Le habían fastidiado la cena. Y… -

Han dado muy mala imagen.

- Para nada. – Justin acarició algunos mechones de pelo. – Ven conmigo, tengo algo que te va a gustar.

Justin la cogió de la mano y se la llevó hacia abajo. Cuando se dio cuenta de que ella iba descalza.

- Pero haberte puesto las zapatillas, mujer. – rió.

- Es que como me has cogido así tan… improvisto.

_________ aún tenía una expresión seria. Triste. Justin intentó sacarle una sonrisa.

- Anda, sube. – se inclinó. __________ se negó. – Bueno, entonces…

Justin la cogió por debajo del culo y la cargó en su hombro.

- Justin Bieber bájame. – se rió ________.

- Oh, para nada. – Justin abrió la puerta. La noche parecía más oscura y todo. – este vestido te hace un culo delicioso. – dijo dándole un cachete.

_________ escuchó como las puertas del garaje se abrían. Justin la dejó en el suelo.

Ella se giró y se colocó bien el vestido. Cuando alzó la vista, abrió la boca. Al lado del Lamborginni de Justin, yacía quieto, aparcado, pequeño. Precioso. Un mini cooper D, blanco con las líneas negras. Con un lazo rojo, que lo hacía… adorable.

- Santo dios… - Justin la miró y le enseñó unas llaves.

- ¿Te gusta?

- Me encanta… - los ojos de __________ se humedecieron. Abrazó a Justin. Y empezó a llorar.

Esos pequeños detalles que Justin hace nos enamlra♥
Si pueden pasen por mi novela nueva "Behind the darkness" es muy interesante y romántica, si les gusta esta la otra la van a adorar!