No me dejes nunca

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Justin chasqueó la lengua.

- Nena, pero ¿Por qué lloras? – dijo abrazándola fuerte.

- Es que haces demasiado… - dijo sollozando. – yo no me merezco todo esto.

Mi padre tiene razón, ¡soy una fisioterapeuta de mier.da! No me merezco un hombre como tu…

Justin la apartó.

- Oye, no vuelvas a decir eso, ¿me has oído? – Justin le apartó las lágrimas con el pulgar.

- Pero es verdad. – sollozo.

- No, no es verdad. – Justin la levantó y le besó la boca. Con ansias. – Te amo, te amo tanto, __________, que no te cambiaría por nada. Te amo, tal y como eres, así, no hace falta más.

- Pero no te llego ni a la suela. – siguió ella. – Ni yo, ni mi familia.

- Cállate ya. – le mandó Justin. – me voy a enfadar. No debes considerarte eso, sabes que no estás en lo cierto.

Justin la volvió a abrazar. ___________ lo estriñó fuerte contra ella.

- No me dejes, nunca. – pidió él. - ¿Me has oído?

__________ asintió.

- Pero si me muero algún día… - Justin la miró, ahora si enfadado. – Shht, espera. - __________ tiró los mocos hacia arriba y siguió hablando. – Quiero que sepas que quiero que vuelva a haber otra señora Bieber.

Justin apretó los dientes. Si, estaba cabreado. Las palabras de __________ le oprimieron el pecho. Dolía. Dolía imaginar que a ella… le pudiera pasar ni la más

mínima de las cosas.

- No digas esas cosas, me hacen daño. – Admitió Justin. - ¿Sabes por qué hasta

ahora no me he casado? - ________ ladeó la cabeza. – porque quiero que cuando lo haga, sea para siempre. Y lo nuestro es para siempre. - __________ volvió a llorar. –

Nena, tú serás la única señora Bieber. La única para Justin, Justin Bieber.

___________ no paraba de llorar. Justin cerró el garaje con rapidez y la cogió en brazos, de nuevo, hasta la cama, la tumbó allí. Ahora sonaba Speechless de Beyoncé.

- No me llores más, princesa… - le acarició la mejilla.

- Eres tan perfecto… - susurró ella, viéndolo a los ojos.

- No, sabes que no. – Justin bajó por su cuerpo y le subió el vestido.

- Pues lo que más se le acerca. – ella sonrió, mientras Justin, le besaba el torso, el cuello, la besaba, a toda ella.

__________ le quitó la americana.

- Te ves muy sexy con camisa. – dijo ella, dibujando una sonrisa en su rostro.

- Tú te ves sexy siempre.

- ¿No me jodas? ¿Hasta con un chándal?

Justin hizo una expresión graciosa.

- Sudada y con unos shorts… y camisa… hum… - rodó los ojos. – sí, sí, definitivamente, si.

Ella le desabrochó la camisa, hasta quitársela. Recorrió el cuerpo de él con las manos, hasta llegar a la hebilla. Justin la ayudó, quitándose los zapatos y los pantalones.

- Tengo frio. – musitó ella.

Eso bastó para que Justin apartara las sabanas y se metieran los dos dentro.

- Humm… así mejor… - dijo tapándolos a los dos. El calor emanaba de ambos cuerpos.

Justin la levantó un poco para quitarle el sujetador.

- A pesar de llevar más de cuatro años contigo, me sigue fascinando verte desnuda… - dijo observándola. – eres… eres… espectacular.

Justin le quitó las bragas de un tirón. Antes de volver a la altura de _______ le dejó un pequeño beso en el Monte de Venus. ________ buscó el borde de sus calzoncillos y los bajó.

- Y dicen que el deseo entre una pareja se termina a los dos años de estar juntos… - musitó __________, mirando a Justin a los ojos. Él se echó a reír.

- Pues te puedo asegurar que el nuestro no se apagará nunca.

- ¿Ni a los ochenta?

- Ni a los ochenta, ni a los noventa. Llegaremos a los cien y seguiremos haciendo el amor como salvajes. - __________ se rió a carcajadas. Justin adoraba ese sonido… adoraba verla reir, simplemente, verla sonreír. Verla feliz, feliz a su lado.

- Nos dará un paro cardiaco.

- Pues que nos lo de. Al menos, nos cogerá mientras nos queremos… -

__________ lo miró, emotiva de nuevo. – Oh, veo que hoy estás sensible.

- Es que tú me pones sensible.

Justin no dijo nada más, solo la besó. Mientras buscaba la ya conocida entrada a su cuerpo, mientras la penetraba, tan suavemente que la respuesta de ella fue un dulce gemido de su boca, contra la de Justin. Él se movió, despacio, despacio, lentamente. Arriba, abajo. Las piernas de ___________ se entrelazaron con las de él. Los brazos se juntaron, terminando en un par de manos entrelazadas. Las bocas seguían moviéndose en ese juego erótico, en ese baile del amor. Y acompañando pequeños mordiscos, más lametones. Justin se movía suave, consecutivamente, dentro de ella. Como la primera vez. Y lo adoraba. Tanto, que le hizo perder la noción del espacio-tiempo. Llegar al séptimo cielo no era fácil. Pero con Justin, todo era posible. Y ellos dos ya habían sobrevolado hasta el duodécimo.

PROTEGEME [Hot] (Justin Bieber y tu) - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora