Mi ex David.

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El despertador sonó. Como cada día. Pura rutina. Aun que ahora, teniendo a Justin en su vida, era más diferente. ________ se levantó de la cama. Tenía varias partes del cuerpo, doloridas. El sexo con Justin era fantástico, pero... madre mía, terminaba hecha polvo. Aun no se creía que anoche hubiera perdido la cuenta de las veces que había hecho que se corriera.

- Buenos días… - dijo besando el hombro desnudo de Justin, susurrándole al oído.

Él sonrió. Se giró hacia a ella y la abrazó, dándole un ligero beso en los labios.

- Y si me despiertas así, cada día… sí que serán buenos.

Ella le devolvió la sonrisa. Se dirigió hacia la persiana y la levantó un poco, para que no molestara en los sensibles… - pequeños y adorables – ojos de Justin, recién despertados.

__________ buscó unas braguitas limpias, sujetador y alguno de sus conjuntos para ir a trabajar. Sintió un apretón en la nalga, al agacharse para subirse las bragas.

Seguido sintió algunos besos, subiendo, desde su trasero, por su espalda. Tuvo algún escalofrío.

- ¿Por qué no te quedas un rato más aquí conmigo? Estás muy bien, sin vestir.

- A ti aun te queda más de una hora, pero yo entro a las ocho. – le recalcó

________. – Además, ¿no tuviste suficiente con todo lo de ayer? - _________ rió

- Cuando se trata de ti, nunca tengo suficiente.

__________ se giró. Lo miró, tierna. ¿Cuándo el frio de Justin había decidido cambiar y empezar a decir esas cosas? Como desearía quedarse allí, entre sus brazos.

Se tumbó de nuevo, dejándose caer encima de Justin. Sintió la cálida piel de su amante, empegada con la suya. Un enrevesado juego de piernas. Justin la abrazó, y a ella le gustaba esa sensación de… protección.

- ¿Uno rápido?

- ¡Justin! - ________ lo miró mal. Se levantó de nuevo.

- ¿Qué? – dijo Justin, riendo, siguiéndola por la casa.

- Que eres peor que los felinos… ¿Es que no puedes estar seis minutos sin meter tu…en mi...? – miró hacia abajo. Y a estas alturas, al ver… al ver todo lo potente que era Justin, aun se sonrojaba. – Tápate...

- Será posible… - masculló Justin, cogiendo unos bóxers de un cajón. – Que aun te atrevas a pedirme que me cubra cuando la conoces hasta mejor que yo, después de todo lo que le has hecho últimamente… ¿me equivoco? Creo que habéis hecho hasta buenas amigas.

- ¡Justin! - _________ estaba como un tomate.

- Adoro que te sonrojes. – tiró de su brazo – Ven aquí, niña pequeña. – le dio un sonoro beso en la frente – mi niña pequeña.

______ terminó de ordenar algunos papeles. Alguien llamó a la puerta.

- ¿Sí?

- ¿Se puede?

La piel se le puso de gallina al escuchar tal voz.

- S…si.

Él atravesó la estancia. Ella lo miró, tan mal como pudo.

- Hola mi amor…

- ¿Qué haces aquí?

- Me enteré de que tienes novio... ¿Tan pronto te olvidaste de mi?

- Fuiste tú el que no quisiste saber nada más de mí.

- Es que, entiéndeme, mi vida… eras tan inocente… tuve miedo.

PROTEGEME [Hot] (Justin Bieber y tu) - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora