__________ rió, moviendo la cabeza de un lado a otro. La coleta y los aros que adornaban sus orejas siguieron sus movimientos, pero el flequillo quedó intacto. Justin la miró, sonriendo, feliz, llevándose un trozo de muffin de chocolate a la boca.
- ¿Qué te pasa? – dijo él.
- Es que me parece mentira. Haber tenido una cena tan, tan formal, con tus padres y tus hermanos, y que después, por la noche… - dijo ella, mirándolo pícara. – quien te viera y quien te ve, Justin, cualquiera diría que ayer me azotaste el culo como una niña mala…
- Es lo que eres. – dijo él, pellizcándole la nariz, porque sabía, que eso la hacía
rabiar.
- ¡Eh! – se quejó ella, apartándose y tomando un sorbo de su frappuccino. –
Oye, ahora que lo pienso, tú has venido a verme muchas veces a la clínica, pero yo nunca he visitado tu agencia… - sonrió, burleta. – de agentes secretos. – se rió.
- No te rías, solo es una agencia más de agentes.
- Como si fuera lo más normal del mundo ¿sabes? – dio ahora, un trago largo y se lo terminó. Miró graciosa el nombre que había escogido. En el vaso de su café ponía ‘Justin’ y en el de Justin, ponía el suyo. – hoy, ahora, te acompaño.
- ¿Eh? ¡No! – se quejó él.
- ¿Por qué? ¿A caso tienes algo que esconder?
- No… pero…
- Entonces, quiero acompañarte a la faena, que se den cuenta de que la futura mujer de Bieber, le presta atención.
- Si ya lo sé, cariño. Pero es que… hay muchos hombres… grandes y pf… - hizo un bufido. – demasiada testosterona para que una nena como tu se pasee por allí.
- Me da igual a mí eso, además voy contigo.
- Pero eso a ellos les da igual. Y por eso… paso de arrancarle los ojos a algún compañero. No sabes lo descarados que son.
- ¿A caso tú te comes a alguna de sus mujeres cuando los van a visitar?
- No, porque nunca ninguna de sus mujeres o parejas se han paseado por allí.
Ellas… no saben que sus novios o… maridos trabajan de agentes, como yo. Tú lo sabes, porque tú fuiste mi misión.
_________ sonrió, recordando esos buenos tiempos, en los que por suerte, había conocido a Justin.
- Bueno, da igual, yo quiero acompañarte. Además, tengo mis cursos de autodefensa. El único que puede tocarme el culo eres tú. – sonrió.
- Eso ni lo dudes. Es que si te ponen la mano encima, ni autodefensa, ni mier.das. Siempre llevo mi estimada Gamo PR-45 encima.
- Que miedo. – dijo _________ riendo. Justin alzó una ceja, terminándose su café. __________ le acarició una de las mejillas. – te quiero, mucho, mucho, mi vida.
Justin sonrió.
- ¿Vamos? Cuanto antes lleguemos a mi oficina, antes terminaré de pelearme con los que te miren.
- Hay, mi celoso. – dijo _________ dándole un beso en la frente. – Voy a pagar y ahora vengo… y me enseñas tu oficina. – sonrió y se levantó hiendo hacia el mostrador.
- Ah no. Pago yo. – se quejó Justin.
- No, yo.
- No. Yo. – dijo él, adelantándose.
- Señora. – dijo ________, alcanzándole un billete de veinte dólares.
- No se lo coja, cóbreme a mí. – dijo Justin, sacando de su billetera uno de veinte, también. La cajera los miraba confundidos.
- No, no. - __________ lo intentó empujar, pero no podía. Así que Justin la cogió de la cintura, dejando su billete en el mostrador y cogiendo el de __________, y se los llevó.
- ¡Quédese el cambio! – dijo llevándose a ___________ fuera de Starbucks.
- Eres malo. – dijo __________ intentando liberarse de la cogida de Justin. Abrió la puerta de su coche y la metió en el copiloto. Ella pareció molesta. Justin se metió en el piloto y encendió el motor.
- No te enfades cariño. – se inclinó, poniendo cara de niño bueno, y besándola en la mejilla.
_________ suspiró.
- Es imposible enfadarse contigo. – sonrió y puso la mano en el cambio de marchas. Como solían hacer, conducir juntos… cuando Justin cambiaba la marcha, cuando ponía la segunda, o la tercera quizás, lo hacía junto con ________. Su mano, siempre seguida de la de ella.
Aparcó en un callejón sin salida.
- Eh… - ________ tuvo un estremecimiento. – esto está un poco… dejado.
- Las apariencias engañan... – canturreó Justin. Salió del coche y __________ hizo lo mismo. Él la cogió de la mano, entrelazó los dedos de la suya con los de ________.
Se acercó a una puerta con un aparato en el lateral, y marcó, dos veces seguidas 0204. La puerta hizo un pitido agudo, Justin empujó, primero hacia a él y luego hacia adentro.
- Vamos.
- Sí que es fácil, entrar, entonces. – sonrió ella.
- Am… - Justin se rió ante su comentario. - ¿Eso piensas? – le dijo haciendo un gesto hacia la siguiente puerta de metal que había delante de sus narices.
- Oh… - suspiró ella. Encima, la vigilaban cuatro guardas bien puestos.
- Buenos días, señor Bieber. – dijo uno de ellos, mirando a __________. Hizo un gesto interrogativo.
- Es mi esposa.
- No tiene acceso a la agencia… - dijo el otro agente, armado con un buen rifle moderno.
- Déjala pasar, va conmigo, sabe quién soy. – sonrió cínicamente. El agente suspiró y presionó rápidamente unos botones, de una maquina lateral. Las puertas se abrieron. Y todo apareció.
Justin tiró de ___________, suavemente, que se había quedado embobada. Todo era tan grande, tan increíblemente blanco, hermoso. Espacioso. Con gente ajetreando en el interior.
- Buenos días, Justin. – saludó una secretaria de más o menos la edad de
________. Guapa. Demasiado. __________ la miró mal. – Buenos días señorita ________.
- Buenos días Christina.
La sonrió a ella también. Unos metros más adelante…
- ¿Cómo sabe mi apellido, esa zorra?
- Esa zorra… - suspiró Justin. – es mi prima. Y trabaja para la agencia, como secretaria. Y sabe tu apellido, porque le sonsaqué el tema de que me iba a casar.
__________ quedó de piedra.
- Oh… lo siento… - se disculpó ________.
Justin rió.
- No pasa nada amor. Ya veo que no soy el único celoso. —
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PROTEGEME [Hot] (Justin Bieber y tu) - TERMINADA
Fanfiction"Nada es fácil y menos cuando se trata del amor." ¡Si buscas acción y romance es tu novela! Completas las tres temporadas de esta hermosa historia de amor. PRÓXIMAMENTE: Trailer de la novela♥ Todos los derechos reservados © 2014