Como dos enamorados

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- Dios. – Kellen se quedó embobado, mirando los intensos y grises ojos de Summer. – Hola… bonita.

- Mmhh… ¿Y tu quien eres? – dijo la morena pasando adentro de la casa. –

creo que aquí viven Justin y ________, y no un chulo playa de Inglaterra.

- Oh nena, no soy un chulo playa. – dijo cerrando la puerta y apoyándose en el marco de la entrada. Repasando el curvilíneo cuerpo de la joven. – Y menos, Inglaterra. Soy alemán, guapa.

- No piropees tanto. – le espetó ella. – Y bueno, aún peor. Un alemán… vamos, un armario andante… o un saco de asteroides. Como quieras.

- Qué casualidad, ________ dijo lo mismo de Justin la primera vez que lo vio. Y mira donde están ahora. – alzó la barbilla, hacia la pareja que bajaba por las escaleras.

- Bueno… veo que ya os habéis conocido. – sonrió __________. – Summer, este es Kellen. – miró a su amiga. – Y Kellen…

- Encantado, Autumn. – se burló.

- Summer. No Autumn. – se quejó Summer. – es mejor el verano que el otoño ¿no crees? Oh bueno, olvidaba que los alemanes tienden a ser aburridos.

- ¿Sí? No creerías lo mismo si te metiera en mi cama.

- Apuesto a que ni se te levanta.- Summer rió. __________ no pudo evitar reír

también.

- Bueno. – concluyó Kellen. – quizás no contigo.

- ¿Qué no? – dijo Summer, señalándose. – he visto esa mirada voraz en muchos. Solo eres un baboso más.

Kellen fue a reprochar. Pero de repente, Bruno, apareció. Abrazó la pierna de su padre.

- Papi…

- ¿Qué pasa, cariño? – lo levantó y le besó la mejilla. Captó la atención de

Summer. - ¿Te encuentras mal? ¿Quieres que nos vayamos a casita? – Kellen se fue hacia el comedor de nuevo, con Bruno en brazos.

Summer, estupefacta, miró hacia a ___________.

- ¿Es padre?

- Si, y necesita ayuda. – suspiró ___________. – Es muy buen hombre, pero a veces zopenco. – miró a Justin.

- A mí no me compares con Kellen.

- Es que amor… a veces os parecéis tanto.

Y mientras, Summer, seguía perdida en la imagen tierna… en la imagen paterna de

Kellen. Y en aquellos ojos azul cobalto.

- ¿Summer? – repitió _______. - ¿Summer? – pasó una mano por delante de su amiga.

- Eh… ¿Qué?

- ¿Qué querías, vida?

Summer miró a __________.

- No me acuerdo. – se rió. – Erm… yo…

- Tu… - canturreó ________. – lo que pasa es que Kellen te ha gustado. – siguió diciendo en un tono gracioso. – Oye, ¿sabes qué? Tengo una idea. – ladeó la cabeza. – ahora toma nota tú. Deja al tío del chat y vete con uno que te haga feliz. – señaló a Kellen con la barbilla. – al menos lo pasarás bien una o dos noches.

Unas cuantas cervezas, algo de comedia y cachondeo, palabras de conexión, más conocimiento el uno del otro. Él que se enamora de esos labios carnosos, esa esplendida sonrisa, ella que navega en el mar de sus ojos. Justin y __________ que se divierten liándolos… ella a su mejor amiga, él, a su mejor amigo.

- Me temo que ________ tiene razón. – dijo Summer ya con algo de alcohol subido, las mejillas teñidas de un rosado que la hacían más hermosa. Morena de ojos grises…¿existe algo más perfecto? Pensó Kellen – Necesitas ayuda con tu hijo.

- ¿Enserio? – se ofendió Kellen, en broma. – Entonces, ¿Por qué no me ayudas tu?

Summer lo miró con los ojos entrecerrados.

- Tienes razón. – ambos rieron. – no, no, enserio.

- ¿Qué sabrás tú de ser madre? – dijo Kellen dando otro trago a su cerveza.

- Oye, perdona. – Summer se levantó. – Estuve dos años con un tío divorciado que tenía tres niñas. ¡Tres! Una recién nacida, otra de cinco años y otra de quince.

¿Sabes lo que es eso? ¡Una tortura! Creo que sabría ayudarte con tu angelito de cuatro años. – sonrió. – se parece muchísimo a ti. – se apresuró a corregir. – de cara, eh. De carácter creo que no es tan…

- ¿Tan? – dijo Kellen ladeando la cabeza, como símbolo cariñoso. Summer se rindió ante el encanto alemán.

- Tan, tan… - bufó. – me sacas de quicio, no me mires así.

- ¿Cómo?

__________ y Justin yacían callados en el otro sofá. Mirando la escena.

- ¿Cómo, así? – Kellen tiró de su brazo, haciendo que se bajase. Quedaron a centímetros el uno del otro. Él se embobó, mirando los destellos dorados que tenían aquel iris precioso, parecido al cielo de una tormenta. – Si tuviéramos un hijo, sería precioso.

Summer rompió en risas. Entre el alcohol y lo que le acababa de decir Kellen, le cogió un ataque de gracia.

- En serio. – dijo Kellen sin aguantarse la risa, él tampoco. El sonido de las carcajadas de Summer era contagioso. – Nena, no rías.

- Es que… - rió y rió. – dios, eres tonto, Kellen. – rió más, más… intentando saciar. – te quiero. – dijo ahora seria. Volvió a sonreír.

Kellen negó con la cabeza. Miró a Justin y a ___________ que se sonreían.

- Mejor me la llevo para a casa. Está como una cuba.

- A ver que hacemos… - dijo ____________ mirándolo mal.

- No te preocupes. Me encanta el sexo con chicas. Más si son como Summer. – dijo mirándola, ahora ella se había sentado en el sofá, y volvía a reir. – pero no abuso de borrachas. Si le tengo que hacer algo, se lo haré pasado mañana, cuando se le haya pasado la tontería y pueda recordar todo lo que le espera… - sonrió pícaramente y cogió a Summer por la cintura.

- ¡Sueltame! – rió ella. – Kellen, eres hombre muerto. – Salieron de la casa

Bieber, junto con Bruno. Como dos enamorados, a pesar de que se acababan de conocer.

PROTEGEME [Hot] (Justin Bieber y tu) - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora