Capítulo 20

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El hospital estaba silencioso hasta que empezaron a entrar las enfermeras y médicos de cambio de turno. Todos se hablaban mientras llevaban cafés en sus manos,se veían alegres y realmente no les afectaba en lo más mínimo los pacientes. Tampoco quise objetar,porque no pasaría mucho tiempo aquí.
En fin, son las diez de la mañana,hace dos horas que me desperté, era el horario de visitas pero yo no quería entrar.Por suerte Fernanda había despertado, estaba un poco dopada pero estable, pedía verme,pero volvía a negarme cada vez que el médico salía en mi busca.
Me levanté de los sillones y decidí salir afuera a tomar aire. Como no me quedó otra decidí calmar mis nervios prendiendo un cigarrillo,fumé tranquilamente mientras recuerdos fugaces llegaban a mi mente.

"—Siempre juntas Ana ¿verdad?,promete que pase lo que pase estaremos juntas,eres mi mejor amiga y solo contigo me la paso genial y soy feliz,vamos tienes que prometerlo —Fernanda susurraba en mi oído mientras yo me cubría el rostro con la almohada.
—Claro que , lo prometo, pero debes también prometer que siempre estarás conmigo cuidándome, no vallas a cambiarme ¿eh?—Respondí alegre mientras sonreía.

Se tocó el mentón y luego asintió mientras acariciaba mi cabello.

—Siempre juntas,hasta el fin de nuestros días —Sonrió y luego me besó con ternura."

Mordí mis labios y traté de reprimir las ganas de llorar, mis dedos estaba grises por la ceniza que caía de mi cigarro, lo tiré al piso y apagué lo que quedaba. Me sentía de otra época, sentía que aquellas personas ya no eramos y me estaba afectando los fantasmas de lo que solíamos ser.
Debía hacerlo, tenía que acabar con todo esto, por mi cuerpo y mente,pero sobre todo por mi salud que cada vez se iba deteriorando a causa de sufrimientos. Intenté entrar de nuevo pero otro recuerdo llegó con extrema violencia.

"—Ay vamos,solo déjame pintarte, ya nos conocemos ¿cierto?,hemos tenido nuestra primera vez y que estés usando solo una sábana te hace ver tierna—.Comenté mientras la señalaba con el pincel.

Se cubrió el rostro y luego me miró con las mejillas rosadas.

—De acuerdo Ana,pero esconde ese cuadro luego porque se llega a enterar mi madre y me asesina, eso es seguro—Fernanda respondió sonriente mientras tiraba las manos hacia atrás y cruzaba las piernas.

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