Capítulo 48 *Te extraño*

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Definitivamente eran ellos,estaban mirando el puestito de libros usados,y cada tanto reían de algún chiste que se contaban.Mis manos estaban sudadas y las limpié sobre mi jeans,para estar un poco más presentable.
Me fui acercando despacio hasta que la primera que miró mis converse fue Ana Sofía, lentamente subió su mirada y gritó de felicidad a la vez que se tiraba a mis brazos.
La llené de besos y la apreté a mi cuerpo con fuerza.Mis ojos estaban aguados y cuando enfoqué mi visión me encontré a Fernanda sonriéndome,haciéndome sentir tan vergonzosa.

—¡Pero mira que pequeño es el mundo!,¡Ana!te extrañamos mucho— Fernanda exclamó alegre antes de besarme en la mejilla.

Sonreí y luego alcé a mi pequeño en brazos,acaricié su cabello y apreté su nariz.

—Hola mi pequeño hombresito, espero que hallas cuidado de éstas dos damitas en mi ausencia—.Comenté divertida viéndolo abrazarme con fuerza.
—No vuelvas a irte mami,por favor te necesito—Dijo angustiado y miré a Fer con ojos llorosos.

Lo bajé al suelo y limpié mis lágrimas mientras miraba al costado.

—Están de tour ¿cierto?,deberían seguirme, yo conozco esta ciudad muy bien—.Dije sonriente mientras le quitaba el folleto en mano.
—Eso seria genial Ana,ya me estoy volviendo loca buscando un sitio para comer —.Respondió Fernanda entre risas y nos quedamos mirando más de lo pactado.

Volví a la realidad y reí con nervios.

—Síganme,conozco un restorant que hacen una comida deliciosa—.Comenté mientras tomaba de las manos a nuestros hijos.

Una hora después nos encontrábamos comiendo Soutzoukakia,que se trata de albóndigas alargadas muy especiadas servidas junto con salsa de tomate.
Los niños se reían al contarme cosas que hicieron durante éste año que estuvimos alejados y cada tanto podía sentir la mirada de Fernanda, y no la quitaba cuando me ponía a verla de reojo.

—Dos medallas gané mami,además pusieron mi dibujo en la exposición escolar —Anita contó alegremente mientras movía sus manos al hablar.
—Ese es un gesto de tu madre ¿lo sabías?,tan típico de ti Fer—Comenté con la boca llena y empezaron a reír cuando la salsa cayó en mi camisa.

Ella estiró su mano y empezó a pasar la servilleta haciendo que me riera peor.

—Vamos que yo puedo sola,no tratas con una jovencita—.Me burlé y ella sonrió.
—Lo sé, perdóname,no quise traspasar tu espacio personal —Comentó con las mejillas ruborizadas y palmie su hombro,para dejarla más tranquila.
—Estoy lleno,¿podemos ir a jugar?—Preguntó Sebastian y levanté los hombros.
—Sí pueden,pero no se alejen mucho de su madre ¿eh?—Respondí mientras me servía vino en mi copa.

A los gritos salieron del pequeño restoran y me dediqué en tomar mi vino tranquilamente.
Estábamos en silencio y eso me estaba provocando nervios,no me quedó otra que sacar un cigarrillo de mi chaqueta y encenderlo para darle unas pitadas y así calmarme. ¡Oh sí que me calmaba!.

—Ana...empezaste con la bebida de nuevo y por lo visto fumas demasiado—.Escuché decir a Fernanda y cerré los ojos.
—No soy una alcohólica Fer, de vez en cuando suelo tomar para olvidar, y tampoco suelo fumar mucho,solo es para calmar mis nervios— Respondí en voz baja y la miré con seriedad.

Se sentó a mi lado y rodeó mi brazo con sus manos.

—¿Qué deseas olvidar en éste momento?—Susurró en mi oído y suspiré mientras la veía con los ojos entrecerrados.
—¿De verdad quieres saberlo?—Pregunté en voz baja y ella asintió.

Me estiré en la silla y mis manos comenzaron a doblar la servilleta de papel, fumé de nuevo y luego dejé salir el humo de mi boca,formando un circulo.

—Hay varias cosas que quiero olvidar,y una de ellas no puedo,y menos cuando te encuentro aquí a mi lado,mirándome con esa sonrisa encantadora que siempre provocó en mi las cosas más bonitas y placenteras que viví a tu lado y de verdad que no sé que pensar—Comenté rápidamente sintiendo mis ojos aguarse.

Resoplé de nervios y luego tomé otra copa de vino.
Su mano se entrelazó con la mía y nos quedamos mirando.

—Yo tampoco logro olvidarte, y eso esta bien porque no quiero hacerlo.Nuestro amor es único,verdadero y debemos entender de una vez por todas que el destino nos volvió a unir —.Dijo sonriente provocando mi risa burlona.

Quité dinero de mi jeans y lo dejé encima de la mesa con brusquedad.

—Pues te veias muy feliz tomando el brazo de ese diseñador,¿cómo se llama?,¡ah cierto!,Bruno—Dije altanera mientras la dejaba sentada allí sola.

Cerré mi chaqueta por el frío que hacia y suspire al sentir su mano jalar mi brazo.

—Bruno,es un amigo diseñador,que conocí allí en Londres,¡y es Gay!—exclamó sorprendida de mi reacción.
—Pues eso no parecía, en aquella revista —Respondí angustiada provocando su sonrisa.
—Te has puesto celosa bebé —Susurró de cerca mientras me tomaba de la chaqueta.

Reí con sarcasmo y me crucé de brazos.

—¿Celosa yo?,¡por favor siguiente chiste!.Los celos ocurren cuando uno ama y Fer yo no te amo—Exclamé entre risas y mordió sus labios.
—¿Segura que no me amas?—Preguntó de cerca y me quedé seria.

Miré sus labios y justo cuando tenía esa necesidad de besarla, alguien me empujó.

—¡Mami mi hermano quiere jugar a la lucha conmigo y no quiero!—Gritó Anita escondiéndose detrás de Fer y me reí al escuchar reír a Sebastian detrás mio.
—No pienso hacerte daño,solo pienso morder tus orejas —Respondió éste con diversión y me cubrí la boca para que no noten mi sonrisa.

—No pienso hacerte daño,solo pienso morder tus orejas —Respondió éste con diversión y me cubrí la boca para que no noten mi sonrisa

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