Volverás a leer a ésta pareja que te enamoró y aprendiste a querer desde el principio.
¿Me acompañas en éste segundo viaje de amistad,pasión y amor?.
¿Estás dispuesto a luchar con ellas cada batalla que se interponga?
"-Eres una adulta,¡Maldición!,c...
Había salido del hospital y por consecuencia tenía que quedarme en cama como una total enferma cuando realmente me siento bien. Una vez que me ayudó a sentarme en la cama hice una mueca de disgusto,provocando su risa.
—No te quejes Ana,necesitas descansar, solo quiero verte calmada y serena—Michelle comentó entre dientes y suspiré. —Pero voy a aburrirme como morsa,realmente necesito moverme,pintar mis cuadros y al menos escuchar música,¡estoy bien!—Me quejé a la vez que movía las manos por encima de mi cabeza.
Tomó mi rostro con fuerza y vi como sus ojos se aguaron.
—No estás bien,te dio un ataque ¡cielo santo!,y la culpable es aquella estúpida que no te deja en paz—.Respondió angustiada y miré hacia otro lado. —No es necesario que digas esas cosas, tal vez me estoy haciendo mayor,es normal que uno tenga problemas del corazón —Comenté en voz baja y la miré fijamente.
Se echó hacia atrás y apretó su mandíbula.
—La estás defendiendo, ¿es eso Ana?,¿me quieres decir que ella es inocente en todo esto?_Preguntó furiosa y frote mi frente. —¡Dios no!,trata de olvidarte de Fernanda por un momento!,además no debes estresarte, para eso estoy yo,¿de acuerdo?—Besé su mejilla y la aferre a mi cuerpo mientras una mano la posaba en su cintura —Te amo Michelle y eso ten lo presente,no me ocurrirá nada,te lo prometo—Susurré en su oído y provoqué su sonrisa.
Me llenó de besos y empecé a reír por las cosquillas que empezó a darme cada vez que sus dedos tocaban mi estómago. Me quitó los zapatos y luego esperó que me acostara para cubrirme con las mantas.
—¿Quieres pintar?,¡de acuerdo!—Escuché decir mientras se alejaba.
Al instante regresó a la habitación con un lienzo a medio terminar y mi lata con acrílicos y pinceles. Los puso encima de la cama y los acomodó cerca de donde me encontraba. Sonreí emocionada y tomé su mano con delicadeza, besé sus deditos y cerré los ojos un momento.
—Gracias por tanto,por ser mi apoyo incondicional, por cuidarme,valorarme y hacerme sentir feliz—Susurré mientras la miraba con atención.
Frunció el ceño y se cubrió la nariz,provocando mi sonrisa.
—¿Qué es ese olor?,¡que horrible!—Exclamó con los ojos cerrados y me reí. —Huy ya vienen los síntomas, tranquila es normal y te acompañaré en todo—.Respondí contenta admirando como su rostro cambiaba a mal humor. —Te creo Ana,solo que siento que voy a enloquecerte y un día saldrás por esa puerta y me dejarás sola con todo —Comentó con tristeza y me quedé seria. —¡Oye mírame!—Empecé a decir mientras hacíamos contacto visual—Ese bebé es de las dos y no pienso abandonarlos, soy una mujer responsable y te lo demostraré y aunque algunas veces te sientas insegura yo estaré ahí para sostener tu mano y hacerte sentir como la princesa que eres —Hablé sincera viendo como sus ojos se cristalizaban.
Sonrió y empezó a quitarse las botas con rapidez,luego se subió a la cama y gateó hasta donde me encontraba para abrazarme con fuerza. Era un abrazo lleno de esperanza,sueños y mucho mucho amor que me hizo suspirar. Tomé un pincel limpio y cincelé su nariz provocando su sonrisa.
—¿Qué tal si te pinto?,es momento que todos te conozcan y me encantaría que me pregunten quien es aquella mujer retratada y poder contar nuestra historia —Susurré sobre sus labios y asintió divertida. —Nada de desnudos, te lo advierto —Respondió sonriente y levanté las cejas. —¡Oh no se vale!,quería que fueras la envidia de muchos —Exclamé entre risas y tiró la cabeza hacia atrás mientras reía. —Ya soy la envidia de alguien y con eso me basta y sobra —Comentó en voz alta y reí mientras mis ojitos se achicaban.
Quité sus brazos de alrededor de mi cuello y empecé a preparar la pintura y lo que debía usar para comenzar un nuevo trabajo.
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