Capitulo 83

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Ya habíamos vuelto, y necesitaba urgente corroborar los datos que me había dado los médicos, el tiempo se me estaba agotando y sabía que en cualquier momento todo acabaría para mal.

Es por ello que aquí me encuentro guardando todo en cajas, desde libros hasta ropa que luego ya no usaría. Y no era una despedida sincera pero era necesaria ya que pasaría mucho tiempo antes de volver a usar todo.

Fernanda cada dia esta mas cariñosa y melosa, me dice todo el tiempo cuanto me ama y sobre todo me lo demuestra a cada segundo. Solemos sentarnos en el Porsche mientras degustamos una ricas limonadas mientras admiro como la bebé crece y demuestra todo lo que va descubriendo.

Mis dolores de cabeza se hacen cada dia peor que el anterior y por mas que tome aspirinas es como un alfiler que quiere lograr dominarme a cada instante. El valor no me lo quita nadie y lucharé hasta el final de la humanidad.

El calor que está haciendo en el pueblo me sofoca y provoca en mi un sudor algo excesivo, el café quema mi garganta y un poco logra activar mis neuronas que yacen dormidas desde muy temprano. El bastidor está pintado por la mitad y lo quedo mirando un buen rato hasta que me percato que mi novia está viéndome apoyada en la puerta. Sus ojos están llorosos y algo de lagrimas cubren su rostro algo tristón y me apena verla tan así.

Dejé todo como estaba y me levante de la silla solo para acercarme y abrazarla con fuerza, la levanté un poco del suelo y luego volví a dejarla apoyada en el piso provocando una leve sonrisa que hizo mi corazón latir con fuerza. De nuevo estaba esa chica de la cual me enamore en la secundaria, era grandioso poder sentir ese galope de mi corazón como lo sentí de igual forma a darle mi primer beso.

Sus brazos me sostenían con fuerza y su respiración estaba un poco acelerada de tanta angustia, pero sobre todo sus ojos estaban fijos en los míos, casi queriendo grabar todo para no olvidar lo bueno y malo de mi persona,

_Quiero pedirte algo Ana, esta vez seré yo quien te demuestre cuanto te amo y que tan importante eres en mi vida_ Comenzó a decir Fer, mientras jugaba con una costura rota de mi saco de lana.

Miré como quitaba una cajita de color turquesa de su pantalón y luego se arrodillo mientras levantaba la caja abierta, mostrando lo que contenía en su interior. Ahora un hermoso anillo de oro con algo escrito se erguía orgulloso frente a mi rostro. Mis nervios se hicieron una bola y quedó incrustada en mi garganta, no pudiendo articular nada.

_He pasado muchas cosas a tu lado, lloré noches enteras esperando a que nos amiguemos de una pelea estúpida, pero también te busque por todo el mundo. Era necesario decirte lo tanto que te amo, nunca nadie me hizo sentir así,como me siento en este momento.

Aceptaste a Ana Sofía como propia, me cuidaste cuando todos me dieron la espalda, diste la cara por mi varias veces porque sé que di muchos problemas, al ser inexperta y esas cosas. Pero lo que te quiero pedir es que por una vez en la vida quiero que me digas que sí, no soporto la idea de tenerte lejos de mi y de nuestros hijos, porque eso eres. Una madre espectacular que sabe lo que quiere y valora todo lo que se aprende en esta familia, lucha por la familia cada dia y quita algo de tiempo para pasarlo juntos.

Ana me harías el honor de aceptar ser mi esposa?,prometo no hacer algo para que de nuevo nos divorciemos, prometo cuidarte hasta el fin de mis días y cuando ya no me recuerdes yo estaré ahí tomando tu mano y te diré "Lo haces muy bien Ana Fonseca, amor de mi vida", siempre estaré ahí para apoyarte en todo y serás parte del crecimiento de nuestros pequeños, de eso estate muy tranquila y segura_ Escuchaba que me decía y sollocé de felicidad.

Tomé el anillo y enfoque mi visión algo borrosa para admirar las palabras inscriptas, algo que a simple vista no se leería por nadie pero que para nosotras seria siempre importante,

La fecha de cuando nos conocimos, estaba allí para recordarme que el destino hizo de nosotras uno solo, nos unió para no separarnos jamás y lo iba a cumplir. Por otro lado estaban nuestros nombres y una frase que siempre nos decíamos para calmar nuestras angustias y penas, " Hasta el final juntas".

La miré y sonreí ampliamente mientras unas lagrimas de felicidad bajaban a borbotones por mi mejilla, estaba tan emocionada y nerviosa al mismo tiempo. Un mar de emociones azotaba mi cuerpo y cordura pero me gustaba perderla con ella, al lado de la persona que fue puesta en mi camino. Tomé sus brazos y la hice poner de pie, ahora ella me veía asustada, casi queriendo que le gritase si aceptaba o no ser su compañera.

_Siempre fui tuya, y es obvio que voy aceptar tu petición, porque no puedo apartarme un segundo de ti, mi corazón late con fuerza cuando me tocas y me besas. Seré una total cursi pero así soy y no pienso cambiar por nadie, porque te ganaste lo mejor de mi y te valoro mas que todas mis manías.

Eres el lienzo perfecto que admiro y así como eres te acepto y es por ello que quiero ser tu esposa, aquí estaré a tu lado para hacerte feliz y perdona todas esas malas rachas que te hice pasar, no fue mi intención_ Susurré sobre sus labios y la besé con mucho cariño y respeto. Sus manos me rodearon y acariciaron mi cabello una y otra vez evitando que me separara, pero cuando lo hice me detuve a ponerme el anillo en mi dedo anular, provocando su mirada tan ansiosa y sabía que nos esperaba al dia siguiente.

 Sus manos me rodearon y acariciaron mi cabello una y otra vez evitando que me separara, pero cuando lo hice me detuve a ponerme el anillo en mi dedo anular, provocando su mirada tan ansiosa y sabía que nos esperaba al dia siguiente

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