<<No es taaan importante leer la nota del final, pero os agradecería si la leyeran ;D >>
-.-.-.-.-.-Capítulo 27-.-.-.-.-.-
Cogí el móvil de Daniel de encima de la mesa.
Pulse un icono que supuse que sería el de los contactos de su agenda...¡Aghj!...¡¿Por qué tenian que hacer los celulares táctiles tan complejos?!
Al principio empecé mi búsqueda con nombres como: Papá, Papi, Papito...Hasta que solo busqué con la P y el resultado fue igual.
¡Nada! ¡Nada de nada!
La mayoría de su la memoria de su chip estaba llena de números de chicas, lo que me llenó de rabia, aún más.
¡¿Acaso ese idiota no tenía el número de su propio padre?!
Hasta que recordé que Daniel lo llamaba por su nombre y no por su apelativo. Así que probé con el nombre: "William"
-¡Bingo!-murmuré en la soledad.
¡Había acertado!
-Daniel?-contestó al otro lado de la línea-...¡¿Qué es lo que quieres?! ¡Ya te dije que no tengo tiempo para esta clase de llamadas!
-Emmmm...-titubeé torpemente sin saber que responder.
-¡Daniel!...¿Estás ahí?...-seguí callada-...¡¿Sabes qué?!, no voy a tolerar un comportamiento como el tuyo. ¡Adiós!
El pitido que significaba el fin de la llamada sonó en mi oído.
El señor William había cortado.
-¡Amy!
Unos pasos apresurados se escucharon en la escalera.
-Mierda...-susurré.
Dejé el móvil en su lugar rápidamente ya que el rubio se estaba aproximando con velocidad y no quería que supiera que había llamado a su padre para hablar sobre el asunto del divorcio.
Corrí hasta la cocina con sutileza, cogí el cuchillo e hice ademán de seguir cortando la comida.
Pero, se me olvido un detalle muy mínimo...No habían vegetales encima de la tabla de picar y lo único que estaba a mi alcance era mi mano.
Y ya se imaginarán... Daniel entra y me ve en la cocina; yo estoy con un enorme cuchillo cebollero en una de mis manos que apunta directamente a mis venas isquierdas.
<<Joder>>-pensé cuando me di cuenta de la situación que aparentaba.
