-.-.-.-.-.-.-.-Capítulo 15-.-.-.-.-.-.-.-
Subí al auto junto con Daniel para encaminarnos a nuestra casa cuidando que la pequeña falda de porrista no revelara nada más de lo que debería revelar.
La fiesta había sido todo un éxito pero a la vez habíamos gastado mucha energía bailado y divirtiéndonos y ahora lo único queríamos era recostarnos y dormir.
<<O tal vez no quieran solo “dormir”>>
Oh no! Pervertida, retorcida y estúpida mente…¡Déjame en paz!...¡Si sigues así no me responsabilizo de mis acciones!... (Y más teniendo cerca a Daniel)…
-Y…¿Qué tal la pasaste?-inquirió Daniel con la vista fija en la carretera y con una media sonrisa dibujada en su rostro.
-He ido a mejores…-bromeé.
-Pues la noche aún no ha terminado nena-me guiño un ojo.
-A que te refieres??
<<Te dije que no quería solo dormir>>
-Ya sabes…Podríamos ir a la habitación y…
-¡Daniel!-lo corté-…Aún no estoy lista!
El rubio me lanzó una mirada de extrañeza durante unos minutos y luego se echó a reír limpiamente.
Yo solo atiné a enarcar una ceja y mirarlo con intriga y curiosidad por su reacción.
-Cre…creías que…-dijo con la voz entre cortada por las risotadas que daba-..Que te estaba proponiendo sexo?...Amy…yo …yo solo quería hacer una maratón de películas!-detuvo el auto y empezó a carcajearse aún más fuerte-…¡Y después el pervertido soy yo!
Me crucé de brazos y miré en otra dirección con la cabeza agachada y muerta de vergüenza mientras rezaba mentalmente: ¡Tierra trágame!
De pronto las carcajadas estrepitosas de Daniel pararon y él me observó fijamente con sus ojos azul-cielo, con esa mirada tan embriagante, tanto que hechizaba con tan solo verlo a los ojos…Ok…tal vez estoy exagerando.
El punto es que me miró y se acercó hasta mí tanto que la única distancia entre nosotros estaba en centímetros que podrían ser contados con los dedos de la mano.
-Aunque…-murmuró apegándose aun mas-…Si mi chica desea eso…puedo complacerla…
-Eh chico!
Daniel bufó y se volteó para ver al anciano policía que abría su libreta.