-.-.-.-.-Capítulo 36-.-.-.-.-.-.
Ya había pasado una semana desde la visita de Tayler. Después de pedirle la dirección del orfanato a mi hermano, y luego de hacerle un millón de preguntas con respecto al tema, me dispuse a organizar todo para el día en que los “voluntarios-ayudantes” llegarían al lugar acordado.
Alisté los juguetes, que habíamos comprado, en la mochila y acomodé un mechón de pelo detrás de mí oreja para que no me incomodara.
-¿Ya estas lista, amor?...-murmuró Daniel mientras me abrazaba por detrás.
Esbocé una sonrisa al sentir el pecho del rubio contra mi espalda. Suspiré, cerré la bragueta de la mochila y la levanté de la cama.
-¡Ahora si lo estoy!
Daniel sonrió y me ayudó a cargar la mochila, colgándola en su espalda en solo un hombro.
Su polo blanco, que llevaba una inscripción negra que ponía: “The Beatles”, dejaba que sus hechizantes ojos se resaltasen y contrastasen con su cabello rubio, del cual caían diminutas gotitas de agua por la reciente ducha.
-¿En qué estás pensando?-agregó ladeando su cabeza.
Negué con una sonrisa.
-En nada. Solo te estaba viendo.
Daniel ensanchó su sonrisa y me tomó de la mano.
-¡Vámonos, tenemos que entregar estos juguetes y servir un millón de platos!
Acaricié su mano con mi pulgar.
Miré sus ojos una última vez y entonces fuimos rumbo al auto.
El trayecto duró veinte minutos, por lo menos. Yo me quedé en silencio, viendo a través de la ventanilla y pensando en la forma en la que me comportaría.
No sabía cómo actuar.
Tendría que cuidar muy bien mis palabras… ¡un movimiento en falso y me metería en un buen lío!...
-Insisto. ¿En qué piensas?...-repitió sin despegar la vista de las calles que surcaba.
Suspiré con pesadez.
-¡No sé lo que debo hacer!... ¿Qué tal sí...nos vamos a casa?...-reí nerviosa-… Y… ¡hacemos algo más interesante!
Daniel sonrió con sorna.
-¿Cómo se supone que debo tomar eso?-exclamó. Hizo una pausa y volvió a reír-…Ya sé que eso lo que pasa…
-¿Enserio?...-enarqué una ceja.
El rubio asintió con la cabeza y dio una vuelta en “U” con Jessica-el auto.
