Esto es algo totalmente improvisado, no pensaba hablar de esto ahora.
Pero, comencemos:
En la tarde recién, me enteré de que Brendon dedicó This Is Gospel a dos chicas que fallecieron hace un par de días, cuando regresaban a su casa de un concierto de Panic!
Al leer la noticia me impresionó y se me hizo muy lindo de parte de Brendon, pero al entrar a Tumblr vi el video, y fue la primera vez que sentí esa canción. Digo, siempre me ha gustado la canción, pero es la primera vez que la sentí. Que esas palabras me pegaron fuerte.
Les dejo el video y véanlo, por favor. Y luego, sigan leyendo:
Mientras Brendon cantaba, ponía tanta atención a sus palabras, las pensé tanto que, obviamente terminé llorando.
Desde el inicio lloré.
Desde que pronunció el "This is gospel for the fallen ones".
Pensé en esas chicas, pensé en lo que ellas pensaban. Lo que un fan piensa:
"Acabamos de ver a p!atd. Eso es genial, es un sueño. Ahora, dormiremos, compartiremos los videos en Facebook y mañana le contaremos a todos que fue genial!!!".
Pero entonces, eso nunca pasa.
Porque ellas nunca llegan a su casa y nunca pueden hacer el resto.
Me dolió pensar eso, pero me dolió más pensar, ¿Cuáles eran sus verdaderas expectativas? No el compartir las fotos y eso... Digo, las cosas que ambas querían hacer a lo largo de su vida. Quizá una quería ser chef, o la otra, cantante, o... No lo sé.
Pensar en que eso nunca va a pasar. En que, para ellas, la carrera se terminó. En un momento salen de ver a su banda favorita y... Todo se acaba.
No hay más.
¿Escucharon ese "if you love me let me go".? Ese, ESE me caló. Sentí todo ese dolor de las personas que no lo lograron, que se quedaron a mitad del camino.
Pero, ¿Qué más podemos hacer? No hay cura para la muerte.
Me quedé pensando en eso. En que vemos tantas muertes y de pronto pensamos automáticamente que somos inmunes. Inmunes al daño. Que vamos a morir de viejos en nuestra cama.
Tranquilidad.
Paz.
Pero nadie sabe que igual y podemos salir de nuestra casa ahora mismo y pasa un auto aplastándonos la cabeza y arrancándonos la vida. En que una enfermedad terriblemente desgarradora nos puede llegar mañana.
Que nuestros anhelos, si no son al momento... Probablemente no sean nunca.
Que todo se acaba en un abrir y cerrar de ojos.
Y que entonces, sólo entonces, ya no estamos.
Ya no hay rastro de esas chicas. Hay fotos o recuerdos o videos, pero nunca más, sus familiares y amigos podrán escuchar de sus bocas cómo les fue en aquel concierto, cómo se sentían aquella mañana.
Nos vamos y nos llevamos todo.
Y la muerte nos lleva.
