Todo aquello que veo en ti.
No es más que un bosquejo.
La reflexión de aquello que anhelaría.
Y te escondes detrás de un rincón viejo.
No dudas que por ti moriría.
Solamente por eso que me gustaría fueses.
Entre palabras enredas la razón.
Una barbilla bien compuesta por orgullo.
Que entre tus escritos aparezcas.
Es que tal vez sólo te huyo.
Porque yo de tu verdad no quiero que me ofrezcas.
Bebé, canta, llora en el asfalto, que el desasosiego ya ruge y yo me espanto.
Un día te terminarás yendo.
Incluso la vida nos falla en eso.
Y los meses parecen incontables desde este rincón.
Temo que te quedes preso.
Que un día no reacciones ante el montón.
Que te des la vuelta y que vivas muriendo.
