Corriendo.
Así me encontré yo, corriendo através de la calle porque no había farolas encendidas, <<¿Por qué no hay luz en esta parte? Ya es de noche>>.
Sonará de lo más normal que una persona de mi edad, especialmente siendo mujer corra por la oscuridad temiendo que alguien llegue por detrás y la asalte, o incluso peor: la secuestre y torture. Por miedo a ser violada o asesinada, o ambas.
Pero no es normal, ¡por Dios! no es normal y por eso quiero escribir al respecto.
¡Ya basta, gente, de empezar a ver este timpo de cosas como algo común!
¡De dejar que situaciones así se den!
¿Por qué hacemos del vivir con miedo algo del día a día?
¿Por qué correr por calles en las cuales deberías de circular tranquilo? Como si le pertenecieramos a los abusadores.
No.
No es así. Nos pertenecemos a nosotros mismos. Y no nos defendemos, dejamos que pase. Seguimos pidiéndole a los niños que tengan cuidado, que no salgan tarde, que jueguen dentro de la casa. A las chicas que salgan con pantalón y no con falda, a los hombres que aprendan a pelear, que no se pongan ebrios... Carajo, ¡Deberíamos poder salir como y cuando queramos!
Deberíamos buscar soluciones en vez de escondernos y dejar que pase.
Deberíamos correr en la noche por el miedo a los monstruos, no a un violador.