Las vacaciones de verano han llegado a su fin y con ellas muchos de los romances que se iniciaron. ¿Que comienza ahora? ¡Pues si! Un nuevo curso en Hogwarts, ¿podrán nuestras parejas favoritas sobrevivir a la monotonía de las clases y el estrés que...
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Gracias a James, sabía que Albus tenía clase de pociones a primera hora. Así que lo estaba esperando al lado de la puerta de las mazmorras. Estaba tan nervioso que incluso me temblaban las manos.
Lo vi aparecer por el pasillo, uno de sus brazos rodeaba los hombros de Anna que llevaba su cabeza apoyada en su hombro. Me pasé una mano por la cara.
—¿Podemos hablar un momento, Al?—pregunté cuando llegó a mi altura, Anna me miró con el ceño fruncido.
—Dame unos minutos, An, ahora entro—respondió Albus.
—Bien—Anna clavó sus ojos marrones en mi antes de sonreír—No me lo robes mucho tiempo, lo necesito para aprobar.
—Tenemos un trato—dije con una sonrisa.
Anna besó la mejilla de Albus y entró en la clase. Albus se cruzó de brazos.
—Ya sé lo que me vas a decir—dijo con voz autoritaria, así se parecía un poco a James—Y yo no soy James, no me gusta meterme en la vida de Lily.
—¿No le vas a decir?
—No creo que deba ser yo quien lo haga—dijo—Mira, Scamander, no es un secreto que no me gustas para mi hermana pero por alguna razón, ella te ha elegido y respeto sus decisiones.
—Gracias, Albus, tío, no sabes lo que me tranquilizas—dije antes de soltar un suspiro.
—He dicho que no se lo diré a Lily pero te doy una semana.
—¿Una semana?¿Para qué?
—Para que se lo cuentes, dije que no se lo contaría yo, no quiero romper su corazón, ese es tu trabajo.
—¿Estás loco?—me quejé, pasé una mano por mi pelo— No pienso contárselo, solo fue un beso tonto. Yo quiero a tu hermana.
Elevó ambas cejas mientras se cruzaba de brazos.
—Yo ya te he advertido, Scamander—dijo antes de encogerse de hombros.
—¿Que vas a hacer si no se lo cuento?—pregunté, también me crucé de brazos. Ningún niño me iba a vacilar—¿Se lo vas a contar tú?
—Oh no, yo no pienso decirle esto a Lily, romperá su corazón el doble si no se lo cuentas tú—dijo, lo miré sin comprender— Pienso decírselo a James, y si eso pasa, ni Daphne podrá protegerte.
