Las vacaciones de verano han llegado a su fin y con ellas muchos de los romances que se iniciaron. ¿Que comienza ahora? ¡Pues si! Un nuevo curso en Hogwarts, ¿podrán nuestras parejas favoritas sobrevivir a la monotonía de las clases y el estrés que...
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Estaba buscando a Rose, desde que le habíamos contado a su padre que estábamos juntos y él había reaccionado tan mal, había estado muy rara conmigo. Iba con Daphne hacia la biblioteca, estaba seguro de que allí es donde estaría.
—¿Quieres calmarte un poco?—preguntó Daphne—Me estás volviendo loca.
—Lo siento, es que yo no soy tú—dije—yo nunca sé que decir en estas situaciones.
—Es tu novia, Scorp, y eres un Malfoy—dijo—Sabrás que decir.
—Pero es que aún no entiendo porqué está tan enfadada—me quejé mientras me pasaba las manos por el pelo—Le dije que no me importaba lo que pensara su padre, yo la quiero.
Daphne suspiró.
—Es normal que le afecte lo que le diga Ron, es su padre—dijo mientras apoyaba su mano en mi hombro y daba un leve apretón—Le vendrá bien que le recuerdes que estás ahí para ella.
Vimos a James entrar a la biblioteca.
—Oye, Potter—gritó Daphne—¿Vienes a revisar jugadas para ganarme en la final?
James soltó una carcajada y se acercó a nosotros. Sus ojos estaban clavados en Daphne.
—No las necesito, pero, ¿has buscado tú, Daphne?—dijo—Sabes que eres una capitana menos creativa que yo.
Rodé los ojos y entré a la biblioteca, esos dos eran insoportables. Revisé la sala por encima pero no vi a Rose. Me golpeé la cara con la mano, pues claro que no iba a estar ahí, a la vista.
Caminé hasta la sección de astronomía y entre los pasillos de galaxias y estrellas lejanas estaba Rose sentada con su espalda apoyada en una estantería, no tenia sus zapatos puestos.
—Te he estado buscando—dije, dio un respingo antes de clavar sus ojos en los míos. Sonrió y cerró el libro que estaba leyendo. Me senté a su lado. Estiré mi mano y tomé la suya—Creo que tenemos que hablar.
—Scor, yo...
—Escúchame, Rose, me da igual lo que opine Ron—dije mientras acariciaba su mano con mi pulgar—Yo te quiero y estoy muy dispuesto a cambiar tu apellido un día de estos.
—Pero, ya lo escuchaste—su voz estaba rota—Me preferiría muerta antes que saliendo con un Malfoy.
Pasé un brazo por sus hombros y la apreté contra mi pecho. Ella escondió su cara en mi cuello.
—¿Sabes que te digo?—pregunté, clavó su mirada en la mía—Que a la mierda con él, eso no es algo que te diga un padre, ¿que padre no quiere la felicidad de su hija? Oye, que si no quieres seguir con esto porque no quieres perder a tu papá no te preocupes, yo te presto al mío, lo único que no serás su favorita, Daphne tiene ocupado ese lugar y es un poco ego...
