Changes.

Capítulo 11.

-¿Y bien? - pregunta Harry al ver que llevo varios segundos mirándole fijamente sin decir nada.

Por mas que rebusco en mi mente una excusa decente para poder dar, lo primero que sale de mis labios es la cosa mas estúpida que ha podido escuchar cualquier persona del lugar.

-Pues.. quería cambiar de ciudad y vivir en otro sitio – miento.

No tengo la suficiente confianza con Harry como para venir a contarle sobre los grandes cuernos que adornan mi cabeza, y por supuesto que no podía pensar algo inteligente para decir, tenía que decir la frase típica.

-¿Y porque Los Ángeles? - vuelve a preguntar

-¿Porque tantas preguntas? - vuelvo a preguntar yo con una sonrisa, pero totalmente en serio.

-No puedes responder con otra pregunta – defiende usando las mismas palabras que yo había utilizado en la peluquería, tramposo.

-No utilices mis palabras en mi contra – digo señalándolo con un dedo y esa sonrisa socarrona vuelve a aparecer en su cara y mi mente empieza a cuestionarse porque cada vez me parece menos horripilante y mas acogedora.

-¿Sabes? Me caes bien, no eres la típica chica tímida que solo sonríe y asiente – dice en el momento que el camarero vuelve y coloca los platos delante de nosotros y espero a que se vaya para volver a hablar.

-Tampoco sabes como soy – defiendo mi punto.

-En el poco tiempo que he tenido para conocerte creo saber como eres – dice cogiendo el primer trozo de pizza y poniéndolo en mi plato para después repetir la acción con él.

No deja de mirarme directamente a los ojos mientras me habla y eso hace que de cierta forma me ponga nerviosa. ¿Podría durar mas de cinco minutos sin intimidarme con la mirada?¿Es mucho pedir?

-¿A si? A ver, demuéstrame – digo yo esperando a que me diga lo que supuestamente sabe de mi.

El muerde la pizza y espera que terminar de tragar para empezar a hablar.

-A simple vista eres una chica tímida, pero en cuanto coges un poco de confianza muestras tu verdadero yo: una chica atrevida y capaz de hablar con bastante claridad. Te gusta llevarle la contraria a la gente solo por discutir. Tienes algo dentro que no te deja mostrarte completamente ¿Miedo?¿Vergüenza?¿Desconfianza? No lo se, pero sea no le que sea no deja que seas cien por cien tu – dice de golpe sin soltar mi mirada ni por un segundo - ¿He acertado?

Joder, a acertado en todo. Este chico es demasiado raro, me conoce desde hace tres horas y ya me conoce perfectamente, no completamente pero si.

Joder. A acertado en todo, absolutamente. Este chico es demasiado raro, me conoce desde hace poca horas y acaba describirme, es descolocante y a la vez llamativo.

-¿Como sabes eso? - pregunto

-Me gusta observar a las personas, y tu eres una de las cuales observo – responde como si hubiera dicho que hace calor mientras vuelve a morder su pizza y mira mi plato - ¿no vas a comer?

Despego mi mirada de él y miro mi plato con el trozo de pizza intacto, lo cojo y pego un bocado para empezar a comer.

-¿Entonces he acertado o no? - vuelve a preguntar mientras coge otro trozo.

¿Como me pregunta eso? Ha dado en el clavo en cada detalle, solo mis padres conocen esa faceta peleona que tengo, cuanto adoro crear discusiones y este chico en poco tiempo lo ha conseguido averiguar. Termino de tragar el trozo y doy un sorbo a mi bebida antes de hablar.

-Has acertado, y creo que si tu sabes como soy yo, tengo derecho de que me cuentes algo de ti – digo

Realmente siento curiosidad por este chico. No se nada de él, solo que acaba de llegar de viaje y según parece viene del mismo sitio que yo, vinimos en el mismo avión. Pero hay una infinidad de preguntas sin responder, y si me conoce tanto gracias a su observación, tengo derecho a respuestas.

-¿Que quieres saber? - pregunta

“Todo” dice mi mente pero no le voy a decir eso, con un par de datos me conformo, de momento.

-¿Eres de Los Ángeles? - por algo se empieza

-No, soy de Londres pero me mudé aquí hace años – responde

-¿Porque te mudaste?

-¿Tu haces muchas preguntas no? Cuando yo pregunto tu no respondes – dice sonriendo y se que lleva razón, pero no pienso admitirlo.

-Si, antes te respondí porque he venido a Los Ángeles.

-Te propongo un trato – dice – Juguemos a las 20 preguntas.

-Vamos a dejarlo solo en 5 para hacerlas mas interesantes – respondo con una sonrisa

-De acuerdo – sonríe – empieza tú.

¿En serio va a dejarme empezar? Genial. Repaso mentalmente los datos que tengo hasta ahora, es de Londres, viene de pasar unas semanas con su familia, esto último lo se gracias a Nicky, y vive en Los Ángeles desde hace años, paso a paso.

-¿Porque te mudaste? - pregunto la primera

-Siempre he querido salir de Londres, no es que no me guste, lo adoro y vuelvo cada ve que puedo, pero prefiero vivir aquí – responde pero me deja con mil preguntas mas, el trato de solo cinco preguntas empieza a parecerme estúpido.

-¿Porque querías salir de allí si tanto te gusta?

-Digamos que .. necesitaba cambiar de amistades – responde

Sus respuestas solo causan mas preguntas y esto no avanzará si solo me quedan tres. Necesito saber mas de esto, aunque gaste las cinco preguntas.

-¿Cambiar amistades? - pregunto gastando mi tercera pregunta y rezando para que no me deje con mas dudas

-Tenía amigos demasiados cabrones y que me metían en demasiados problemas – responde agachando la cabeza como si quisiera borrar algún recuerdo.

Joder, su cara ha cambiado radicalmente, ha pasado de tener esa sonrisa socarrona que tanto odio pero a la vez me encanta a tener una mueca y la cabeza agachada.