El vapor que llena el cuarto de baño golpea mi cara cuando corro la cortina de la ducha y enrosco mi cuerpo en la toalla. Paso mi mano por el espejo completamente empañado para poder mirar mi reflejo y peinarme. Mi pelo ya no tiene rastro alguno de lo que una vez pudo ser rosa, ha decidido volver a su tono rubio natural. Media hora después me encuentro completamente lista para salir. Harry decidió que deberíamos desayunar en la casa y pasar el resto del día fuera.
Al cruzar el marco de la puerta de la cocina me sorprendo al ver que ninguno de los chicos están ahí. Unas chicas de reparto sentadas al fondo de la cocina me saludan con una dulce sonrisa que devuelvo. Agarro un vaso de zumo de la nevera y una magdalena de la bandeja de dulces que cada mañana decora la cocina. Mientras sirvo la magdalena en el plato miro por la ventana que da al patio para encontrarme a los chicos sentados en unos de los sofás que hay ahí.
-Buenos días – saludo cuando llego a ellos dejando mi plato en la mesa y tomando asiento al lado de Harry
-Buenos días guapa – Harry saluda dejando un dulce beso en mi mejilla
Mientras todos se sumergen en una conversación a la que no llego a prestar demasiada atención mis ojos captan los de Niall. Miro hacia el resto de los chicos, a falta de Nicky y Kellsey. Devuelvo la mirada hacía Niall levantando las cejas en gesto interrogante y el saca una sonrisa de medio lado mirando a sus pies y levanta el pulgar disimuladamente con ojos brillantes. Sonrío feliz de que todo saliera bien la noche pasada. Tendré que interrogar a Niall mas tarde, esta mini conversación sin palabras no es suficiente.
-¿Dónde están las chicas? - pregunto a Harry que se encoje de hombros y vuelve a meterse en una conversación con Liam
Mi móvil vibra en el bolsillo de mi pantalón, iluminando en la pantalla un mensaje recibido por parte de Kellsey
“Se que habíamos quedado hoy pero... he tenido que salir a comprar, en cuanto vuelva te llamo. ¡Lo siento! ¡Te quiero!”
Mierda. Había quedado con Kellsey pero después llegó Harry y se me olvidó por completo. Aunque ella ahora lo ha cancelado... Se que no es lo correcto pero si ella puede cancelar nuestros planes una y otr vez estoy en todo mi derecho de poder salir a pasar el día con mi novio.
“No te preocupes, tengo planes con Harry.” Rápidamente tecleo y no espero respuesta alguna.
Diez minutos después Harry y yo nos encontramos dentro del coche mirando por el retrovisor como la gran casa se hace mas pequeña por segundos. Reconozco las concurridas calles del centro de la ciudad en cuanto entramos en ellas.
-Estás dando vueltas sin sentido ¿Dónde vamos? - pregunto después de pasear el coche por varias calles en busca de aparcamiento sin éxito
-Vamos a tener que andar un poco, no hay aparcamiento cerca – Harry responde ignorando mi pregunta
Diez minutos después bajamos del coche. Harry agarra mi mano antes de comenzar a andar por las transitadas calles de Los Angeles. Mirara a donde mirara había decenas de personas corriendo en distintas direcciones, ya fuera acompañados o solos. Contando con todas las personas sentadas en las mesas de los bares colocados en mitad de la acera, dificultando el paso acelerado de las personas, pero aquellas personas que disfrutaban de su desayuno en plena calle parecen indiferentes a todo el alboroto a su alrededor.
-¿Vas a decirme donde vamos? - tiro de la mano de Harry para que me mire y me responda.
Odio las sorpresas. Soy incapaz de esperar tranquilamente a que llegue el momento, siempre necesito que me digan que es, donde es, como es, todo. En muchos aspectos parezco una niña de siete años esperando el día de Navidad para recoger los regalos, pero me es imposible evitar ponerme nerviosa.
-No. - Sonríe colocando un beso en mi frente y devolviendo la mirada al frente.
-Al menos podrías decirme si estamos lejos o cerca – pico nuevamente
-Queda poco. Paciencia niña pequeña – ríe
No vuelvo a decir nada, picar con Harry será en vano. Sabe guardar las cosas como nadie ¿De que va a servir ir todo el camino haciendo preguntas? Al girar la esquina Harry se coloca detrás de mi y me coloca las manos sobre los ojos, impidiéndome mirar nada.
-No me jodas Harry ¡Quiero mirar! - río colocando mis manos sobre las de Harry - ¡Voy a caerme delante de toda esta gente!
Escucho su risa pegada a mi odio, pero no responde. Comienza a andar conmigo delante de él. Un par de metros mas adelante gira nuestros cuerpos y se para.
-¿Estás lista? - Susurra pegado a mi oído. Asiento con la cabeza y suavemente retira las menos de mis ojos.
Tardo un poco en adaptarme a la luz del Sol, ya que Harry se ha propuesto con creces que no vea nada, pero cuando mis ojos consiguen ver con claridad observo que estamos frente a un edificio de apartamentos. El edificio parece antiguo. Un par de escalones gastados llevan hacía la entrada del edificio, el cual está recubierto de ladrillos vistos con pequeños rastros de lo que alguna vez fue pintura beigh. Grandes ventanas decoradas con plantas y cachivaches de los dueños se extienden por toda la altura del lugar. Es un lugar tan agradable. Sonrío girando hacía Harry
-¿Qué hacemos aquí? - No veo sentido alguno a que la sorpresa de Harry sea enseñarme un edificio del centro
-¿Que te parece el edificio? - sonríe pasando sus manos por mi cintura y pegándome a él
-Es precioso, tiene algo extraño que lo hace agradable – me sincero mirando fijamente sus ojos verdes
-¿Que te parecería vivir aquí conmigo?

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Changes.
Fiksi Penggemar¿Que pasaría si toda tu felicidad se rompiera en mil pedazos y no sabes si podrás volver a recuperarla? ¿Volverá todo a su lugar o cambiará para siempre?