Capítulo 53.

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-Harry... ¿Que dices? - pregunto

¿Me gustaría vivir aquí? Cuando pensaba en vivir con Harry siempre me había imaginado un lugar sencillo, del estilo de mi antiguo departamento. Un lugar acogedor a las afueras del centro, ya que aquí todos los edificios parecen oficinas de empleo, tantos colores metalizados y muebles blancos relucientes nunca había sido lo mío. Desconocía que en el centro de la ciudad quedara algún edificio como este, tan hogareño, tan acogedor, tan cálido.

-¿Ves aquel balcón? - dice colocándose detrás de mi y señalando la última planta. Asiento con la cabeza – Está en venta, esperando por ti. - Miro la ultima ventana, la persiana bajada impide alguna vista hacía el interior- ¿Quieres entrar y verlo?

-¿Podemos?

-Para eso hemos venido – ríe

El interior del lugar es aún mas encantador, un par de mesas redondas en tamaño reducido decoran la sala junto a varios sofás en tonos rosas y naranjas claros. Del techo cuelgan varias lamparas de diferentes tamaños creando la iluminación perfecta para la sala. Al final de esta se encuentran dos grandes puertas metalizadas, de los que sale una pareja tomados de la mano y nos sonríen al pasar por nuestro lado.

-Buenos días, veníamos a ver el piso que se encuentra en venta – Harry informa al conserje que nos guía amablemente hasta el último piso del edificio

-Yo tengo que volver abajo, pero en seguida subirá el vendedor – sonríe el conserje desapareciendo por el ascensor de vuelta a su trabajo

Harry abre la puerta del apartamento y la sostiene abierta para que yo pase.

-¿Que te parece? - Harry pregunta a mis espaldas

El lugar es... simplemente increíble. El salón es mucho mas amplio de lo que había imaginado, una pared de ladrillos vistos se instala en la pared frontal de la sala junto a una estantería llena de libros, cajas de diferentes tamaños y un par de cuatros a los lados. Las otras tres paredes restantes son de tonos claros de beige y marrón. Los muebles son de madera con pequeños raspones dándole un toque antiguo y moderno al mismo momento. La cocina se encuentra completamente comunicada a la sala, separadas solo por una pequeña barra con dos altas sillas. El pequeño balcón se encuentra cerrado hasta que Harry levanta la persiana al completo iluminando la sala con los rayos del Sol.

-Esto es... No se que decir, es mucho mas de lo que esperaba – sonrío observando con detenimiento cada mínimo detalle

-Cuando me enteré de que este lugar estaba en venta pensé automáticamente en ti, no puedo explicar si era por la calidez del lugar o simplemente porque estaba esperando por nosotros de alguna manera – dice, provocando que toda mi atención deje de estar sobre el lugar y se centre completamente en él – La primera vez que entré aquí empecé a imaginarte por todas partes de esta casa, parece hecha completamente a tu medida. Te imaginaba cocinando el desayuno, con tu pijama de nubes – ríe – Tumbada de manera perezosa sobre el sofá viendo alguna película romántica y aburrida de las que te gustan, recostada sobre mis piernas.

Cuando termina de hablar un gran nudo imposible de tragar se instala en mi garganta, y la ahora familiar sensación de locura se instala en mi. Harry había pensado en mi al llegar aquí, se había tomado las molestias de encontrar un lugar que se adaptara a nosotros mucho mas de lo que yo había logrado soñar.

Envuelvo mis brazos al rededor de su nuca, enredando mis dedos en su pelo y atrapo su boca en cuestión de un segundo. Automáticamente sus manos viajan hacía mi cintura pegando nuestros pechos.

-¿Eso quiere decir que te gusta? - pregunta después del beso, con nuestros cuerpos aún pegado - ¿Quieres vivir aquí, conmigo?

-Este lugar es mucho mas de lo que hubiera podido imaginar para nosotros – digo mirando hacía el apartamento, aún con mis brazos sobre los hombros de Harry y sus manos en mi cintura - y tu eres mucho mas de lo que jamás pudiera soñar – acerco mis labios a los suyos, solo un roce – Claro que quiero vivir aquí contigo, aquí o en cualquier parte.

Una sonrisa con hoyuelos se planta en el rostro del chico que tengo delante, atrapando mis labios sin previo aviso.

Unos golpes en la puerta nos hace separarnos y abrir a un robusto hombre enfundado en un traje color negro, de su mano cuelga un maletín de cuero. Nos sentamos en los sofás de la sala, Harry y yo tomamos asiento y el hombre toma asiento justo en frente. De su maletín saca decenas de folios necesarios para la compra del lugar.

Empieza a explicar que significa cada documento, e interiormente agradezco que Harry esté atento a cada palabra que sale de la poca de este hombre, yo no logro entender nada mas. Simplemente que tenemos que firmar por la compra del apartamento lo que nos convertiría en los únicos dueños del lugar, si algún día quisieramos dejarlo sería nuestra responsabilidad venderlo.

Harry bajo al coche a por todos los papeles que se necesitaban para la compra, según parece el ya tenía asumido que hoy comprariamos el apartamento y asegura que si no nos dabamos prisa el sitio podría ser ocupado rápidamente. Adoro la sonrisa que trae puesta mientras muestra cada documento que traía con el, una carpeta negra en sus manos con todos nuestros datos.

-Eso es todo entonces, solo necesito la firma de ambos por aquí – dice el hombre señalando con el bolígrafo el final del documento, en la línea discontinua de puntos. Harry agarra el bolígrafo y firma sin pensarselo dos veces. Me pasa el bolígrafo con una sonrisa y yo lo miro por unos instantes.

-Alli... Si no estas segura no tienes que hacerlo, podemos buscar otros lugares o esperar mas tiempo - La preocupación en los ojos de Harry se hace presente.

-No tengo nada que pensar – Sonrío

Plasmo mi firma justo al lado de la de Harry.  

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