Changes.

Capítulo 24.

Harry se encuentra tan cerca de mi que puedo sentir como sus ojos atraviesan cada célula de mi ser. Su respiración se mezcla con la mía de manera fácil, sus manos se sienten mucho mas pesadas contra mi piel esta vez y mi pulso bombea con fuerza detrás de mis orejas. pero esto no está bien. Yo no he venido aquí para encontrar una relación y volver a pasar por lo mismo. Intento separarme de él impulsándome con mis brazos que aún siguen apoyados en sus hombros, pero él se niega a dejarme ir.

-¿Estas enfadada? - pregunta después de unos minutos de silencio.

-Conmigo, tengo la cabeza hecha un lío – respondo echándome hacía atrás apoyándome en mis brazos. Siento mi ropa completamente pegada a mi cuerpo y el Sol dando de lleno en ella.

-¿Que te da miedo? - pregunta directamente.

Buena pregunta.

-Que la historia se repita – digo sinceramente.

-¿Se repita? - su tono es extraño

-¿Te acuerdas cuando me preguntaste en el restaurante porque me había mudado a Los Ángeles? - asiente con la cabeza – Pues..

Empiezo a contarle toda la historia, tal y como había hecho con Kellsey, pero las caras de Harry son bastante diferentes a las de ella. Podría jurar que se está enfadando con cada palabra que digo. Justo cuando voy por la mitad de la historia siento mis mejillas mojarse de nuevo, pero Harry elimina cualquier lágrima antes de que lleguen a mi barbilla. Se mantiene callado hasta que termino toda la historia.

Me quedo mirándole fijamente una vez que termino, esperando a que me diga algo pero me sorprende cuando envuelve sus brazos a mi alrededor y me pega a él en un abrazo. Me quedo hay por un par de minutos, dejando que mi mente se tranquilice antes de hablar y sintiéndome mas cómoda en los brazos de Harry de lo que jamás admitiría.

-¿Estas bien? - pregunta cuando me separo de él.

-Mucho mejor, gracias – respondo y realmente me siento muchísimo mejor, es como si Harry tuviera algo me que calmara completamente.

-No he hecho nada para merecerlas – sonríe.

-Me has escuchado y estás aquí, eso es mucho mas de lo que cualquiera haría

-Nunca te dejaría sola – sonríe – y entiendo que no quieras comenzar nada, pero al menos te tengo como amiga ¿verdad?

-Siempre me tendrás como amiga – lo abrazo de nuevo sonriendo y el no tarda en responder.

Empezamos a hablar de distintas cosas hasta que nuestra ropa está lo suficientemente seca como para entrar en la casa sin dejarlo todo mojado en nuestro paso hacía las respectivas habitaciones. Al entrar a la habitación me encuentro a Kellsey completamente tumbada en su cama y al ver mis pintas me acribilla a pregunta que yo evite entrando al cuarto de baño para darme una ducha.

Dejo la ropa mojada a un lado y entro a la ducha con una sonrisa inmensa al recordar todo lo ocurrido en el patio.

Una parte, una gran parte de mi se arrepiente bastante de haber apartado a Harry cuando estaba a centímetros de mi. Pero la otra parte, esa parte razonable de mi mente, grita que he actuado correctamente. ¿Realmente estoy actuando correctamente cuando una parte de mi se arrepiente de no haberlo hecho? Si estuviera haciendo lo correcto no debería arrepentirme de nada ¿cierto?

Se que estoy empezando a sentir algo por él, no puedo explicar que es exactamente, pero tiene algo especial que hace que no pueda sacarlo de mi cabeza. Y eso en cierto modo me asusta.

No creo que podamos llegar a nada, siempre estará presente en mi ese recuerdo de semanas llorando por una relación fracasada. El recuerdo de una pareja arruinada y por mas que pudiera llegar a sentir algo por Harry nunca seré lo suficientemente valiente como para atreverme a volver a pasar por lo mismo de nuevo, nunca seré lo suficientemente fuerte para que me vuelvan a hacer daño.

Después de aquello me prometí a mi misma no volver a caer en algún chico, pero siento que esa promesa se va resquebrajando.

Me coloco mi pijama preparándome para descansar de esta locura de día. Vuelvo a la habitación preparada para afrontar el cuestionario sin fin de Kellsey pero todo se relaja en mi al mirarla dormir de forma tranquila encima se su cama acurrucada como un bebe. Sonrío al verla, se ve mucha mas tierna de lo normal. Le echo una manta por encima para que no coja frío ya que se ha quedado dormida encima de las colchas y no quiero despertarla, así evito preguntas.

Me tumbo en mi cama mirando al techo y a mi mente vienen unos ojos verdes junto a una sonrisa perfecta que han estado a milímetros de mi por unos segundos justo antes de quedarme dormida.